Voy conduciendo, tengo delante la aplicación Mapas de Google o un programa de navegación GPS como Navigon 
Suena el teléfono…
La aplicación de mapas se cierra, pero el coche no se para. Sigo acercándome a toda velocidad a la plaza, pero ya no sé qué calle tengo que coger. Atiendo la llamada lo más rápidamente que puedo (usando manos libres, por supuesto) y cuelgo. La aplicación vuelve a abrirse y empieza la conexión de datos para recuperar mi posición en el mapa…
Hace algunos segundos que he llegado a la plaza y salido por donde que me parecía más probable…
Ya veo la ruta nuevamente y he cogido el camino que no es. Tengo que dar la vuelta para intentar retomar el correcto.
¡Hay veces en que desearía intensamente que el iPhone permitiera que las llamadas -como el iPod- se pudieran atender mientras se permanece en otra aplicación! ¡A veces odio la monotarea!
