Ingenieros de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos, han creado un nuevo tipo de hormigón que se repara sólo cuando aparecen grietas. Según sus creadores, no es necesaria ninguna intervención humana, basta con que el agua y el dióxido de carbono hagan su trabajo.
Así, unos cuantos días lloviendo serían suficientes para reparar un puente construido con este nuevo hormigón, dicen los ingenieros. La autoreparación es posible porque el material está diseñado para doblarse y romperse en líneas irregulares, como ocurre cuando se rompe un pelo, en lugar de romperse causando grandes espacios, que es cómo suele romper el hormigón.
“Es como si tenemos un pequeño corte en la mano, el cuerpo es capaz de curarse a sí mismo. Pero si lo que tenemos es una gran herida, el cuerpo necesita ayuda y es posible que necesite puntos de sutura. Hemos creado un material que es capaz de repararse a sí mismo. Incuso si se sobrecarga, las grietas son pequeñas”, dice Víctor Li, Profesor de Ingeniería Civil y de Ciencias de los Materiales en Ingeniería, en un comunicado.
Las conclusiones de este trabajo se recogen en un artículo titulado “Autogenous healing of engineered cementitous composites under wet-dry cycles”. Li dará una conferencia en Conferencia Internacional sobre Materiales de reparación autógena en Chicago en junio de 2009.
En el laboratorio de Li, hay muestras del material autoreparado que ha sido capaz de recuperar su resistencia original al haberse. “Para nuestra sorpresa hemos descubierto que, cuando se le carga nuevamente después de haberse autoreparado, se comporta como nuevo, con prácticamente la misma rigidez y fuerza”, afirma Li.
Más información en Tendencias 21