La computación distribuida es uno de esos grandes inventos que te hacen pensar que todavía somos lo bastante listos como para no acabar auto exterminándonos del planeta. El sistema es muy simple: hay una gran cantidad de datos que procesar cosa que a un solo ordenador le costaría mucho, y se distribuye la carga entre uno o varios ordenadores. Pero a pesar de poder añadir, y añadir más o más ordenadores que compartan la carga del procesado de tan alta cantidad de datos, estos no son nunca suficientes. Al final se requiere más potencia de cálculo y hay que salir fuera a buscarla. ¿Y donde la encontramos?, en las casas de los usuarios.
El proyecto SETI
EL Proyecto SETI fue pionero en estos temas de computación distribuida al menos en la plataforma Mac. Fue una de las primeras iniciativas en ofrecer un cliente de computación distribuida (que funcionaba como un salvapantallas) que permitía analizar las ondas de radio que se provenían del universo en busca de inteligencia extraterrestre.
El sistema funcionaba básicamente partiendo el grupos de información los datos que se analizaban en el ordenador remoto y se devolvían al ordenador central, todo por internet. Los archivos no pesaban más allá de 300 kb y con las actuales conexiones de internet, ese tráfico ocasional arriba-abajo no tiene repercusión real sobre el usuario.
El ordenador central «recomponía» todos los fragmentos del puzzle para completar los datos y pasarlos a la unidad de análisis superior.
Durante los años de la transición entre Mac OS 9 y Mac OS X era frecuente ver el salvapantallas del SETI en los escritorios de los Mac, ya fuera por el «frikismo» inherente al SETI o por el «romanticismo» del asunto.
Al final, este proyecto se canceló y pasó a formar parte de un proyecto del Ejercito norteamericano para análisis celular o de proteinas … y todo el mundo se olvidó del asunto.
La computación distribuida como negocio
El principal problema de la computación distribuida como negocio es que no viene integrado en el sistema operativo. Todo sistema o intento de crear una plataforma distribuida en la que el usuario deba descargarse un software, crear una cuenta, configurar unas preferencias está abocado al fracaso porque hay un porcentaje muy elevado de la población (estamos hablando de proyectos realmente grandes de computación distribuida) que simplemente no está dispuesta a afrontar ese trabajo (o reto, incluso).
Así que la clave para el negocio tiene que venir de serie con el sistema operativo y eso solo lo pueden controlar los desarrolladores: actualmente Microsoft, Apple y las diferentes variantes de Unix, Linux y algunos otros sistemas operativos de menor cuota de mercado.
Esta no es, desde luego, una idea nueva. Hace algunos años, el departamento de I+D de una Universidad española sugirió al gobierno autonómico en integrar esta función en la Distribución Linux que promovía para poder vender esa potencia de cálculo desde los mismos ordenadores «oficiales» que portaban esa distro. El proyecto no llego a nada (o al menos, no volvimos a saber de el), pero el caso es lo suficientemente interesante como para no aplicarlo a escala global.
Apple ya tiene la semilla plantada
Bueno, no es nada nuevo que el Mac es capaz de trabajar en proyectos de computación distribuida con total facilidad. Para ellos tenemos Xgrid, y si no te suena esa elusiva preferencia, ves a las Preferencias del sistema / compartir y hallarás allí una opción llamada «compartir Xgrid».
Con 4 ajustes está listo para recibir órdenes del servidor Xgrid incluido en Mac OS X Server.
Sería tan sencillo como que en una actualización del sistema operativo (ya sea mayor o menor) este tipo de característica reciba mucha más atención porque puede resultar una nueva forma de aprovechar y/o hacer negocio basada es su estructura en la que controla desde el hardware hasta el software, cosa que Microsoft, por ejemplo, tendría problemas en hacer porque su mundo es ecológicamente tan complejo que «las características» necesarias para cumplir con el programa serían tan variables que resulta totalmente inabordable (en resumidas cuentas, modificar el código fuente de Windows es como trabajar con una caja de bombas: no sabes nunca cual de ellas va estallar).
Bueno, vale, y ¿dónde está el negocio?
Hay dos tipos de proyectos para este tipo de modelo de negocio: el gratuito, ofrecido a Universidades, organizaciones sin animo de lucro, organizaciones científicas, etc … Es un modelo que ha sido hasta ahora utilizado por diferentes organizaciones bajo el modelo de distribución de software. Estas organizaciones abordan casos tan complejos como simulaciones atmosféricas globales, simulaciones astronómicas, etc, etc … cálculos muy complejos que necesitan un buen empujón para terminarlos.
En el caso de los proyectos comerciales, la aproximación es muy diferente. Los usuarios en general pueden llegar a activar esta característica por iniciativa propia, pero muchos usuarios no lo harán por defecto, incluso cuando Apple incluya en la aplicación de configuración de Mac OS X tras el primer arranque o la instalación de Mac OS X.
Por eso, para poder «cobrar» por esa potencia de computación distribuida hay que ofrecer «algo» que resulte irresistible para el usuario.
Mi opción personal sería alguna de las características de mobile.me como la sincronización de favoritos de Safari entre ordenadores con la misma cuenta.
Una de las grandes ventajas de Mobile.me es la sincronización de diferentes datos entre ordenadores con la misma cuenta en Apple: los contactos y los favoritos de Safari son dos de los mas representativos y más usados.
La introducción de esta variable en la ecuación desestabilizaría además el uso de otros navegadores en ecosistemas de más de un ordenador por usuario, porque esta característica resulta clave para un transito cómodo entre máquinas. Y eso los usuarios lo aprecian mucho.
Apple, ofreciendo una característica así se asegura además de dos cosas: una mayor base de datos de sus usuarios (más registros mobile.me) y ofrecer mucho más de cerca una de las características de Mobile.me, lo que promocionaría la Suite en un momento en el que la satisfacción de los usuarios por el servicio no es muy alta.
O quizás, quien sabe, puntos para la iTunes Store … y cerrar el círculo para que nada salga del ecosistema de Apple.
Independientemente de todo esto, esta es una pasarela más para rentabilizar algo más que una parte de los diferentes segmentos que componen el ecosistema Apple, abriendo un posible mercado emergente con muchas aplicaciones de todo tipo.
He descubierto gracias a este articulo xgrid pero mirando como usarlo por internet te pide siempre la version server.
Se puede configurar para usar varios macs de mi casa sin server?
No, necesitas Mac OS X Server.
Un saludo