Desde que la iPhone App Store abrió, una parte no negociable de mi día está dirigida a conducir animales de caricatura a través de una pista de go-karts. Sí, las nuevas aplicaciones para iPhone finalmente han entregado la promesa que insinuaron cuando el iPhone llegó hace un año. Hoy, la habilidad de evadir el trabajo productivo y evitar líneas secuenciales y racionales de pensamiento durante esos momentos en los que estás en fila en la oficina de correos está en el bolsillo de tu camisa.
Pero, ¿qué hay de los ebooks?
Aún así, tanto como me gusta quemar mis neuronas… me gusta leer. Y me pregunto porque Apple no ha hecho algo por los libros electrónicos como ha hecho con otras artes creativas como la música, las películas y los shows de televisión. ¿Porqué Apple no ha creado una experiencia única para libros y luego puesto cadenas de copyright en nuestros más grandes autores? ¿Por qué el concepto básico de la lectura no se ha pervertido en otro motor masivo y glorioso que hace dinero para Apple?: “Porque odio los ebooks,” protestas. “Y todo el mundo también.”
Ok, te escuchamos. Pero el que no te gusten los ebooks es probablemente por la misma razón de que mucha gente antes odiaba la música digital antes del iPod y la iTunes Store. Mientras que el concepto en sí mismo es bueno, el problema es que, hasta ahora, nadie lo ha implementado de una manera que no apeste.
Lo más cercano que hemos estado a una experiencia decente es el Kindle de Amazon. E incluso ahí, hay mucho trabajo por hacer. Cuando el Kindle fue publicado el año pasado, era bastante escéptico al respecto. Si presentaras un hardware tan feo a Steve Jobs como un diseño de producto para Apple, tendrías suerte si sólo te lo lanzara en lugar de insertártelo en alguna parte del cuerpo. Y por varias razones relacionadas con su físico, pensé que leer un libro en el Kindle no era mucho mejor que leer uno en el iPhone.
Y aún así, el Kindle se ha convertido en la manera de comprar y leer libros – por muchas de las mismas razones por las que el iPod y iTunes se convirtieron en la manera de comprar y escuchar música. Comprar nuevas cosas es fácil. Y mi pequeño Kindle siempre contiene al menos dos repisas de libros. Ya sea que estoy anticipando una media hora en el restaurante de burritos o una semana en Kauai, mis necesidades de lectura están cubiertas.
¿Ves? Amazon tomó un concepto existente que por años había sido incapaz de llegar al público en general, y construyó una experiencia total alrededor suyo e hizo tan fácil la experiencia que ahora parece práctico y relevantes. Vamos… ese es el territorio de Apple, ¿no?
Millonarios locos
Los ebooks serían una extensión natural de la iTunes Store. Instantáneamente extenderían el alcance y la credibilidad de las líneas iPhone y iPod. Y no tendríamos que gastar 359 dólares en un lector feo. ¡Y hablar de las aplicaciones imprescindibles! Los estudiantes universitarios aman tres cosas: iPods, ese poster de M.C. Escher del tipo con barba que sostiene una bola con espejos y quejarse del costo exhorbitante de los libros de texto. Si Apple añadiera una pestaña de “Libros y libros de texto” a la iTunes Store y publicara una versión más grande del iPod touch que pudiera mostrar una página tamaño libros creíble, se convertiría casi de inmediato en un item estándar para cada campus.
Aún estoy bastante seguro de que el Kindle de Amazon llegó al mercado sólo porque es el proyecto personal del CEO loco de Amazon. El propio CEO loco de Apple podría no estar usando sus propios ahorros en su flota privada del espacio, pero aún así, tengo la confianza de que Steve Jobs puede coincidir con Jeff Bezos locura a locura. Steve también tiende a combinar Estar Loco con Hacer locuras que Parezcan Perfectamente Cuerdas, lo cual es algo que Jeff aún no ha intentando.
Soy consciente de que asesinar la tradición milenaria de publicar libros con una aplicación gratuita de lectura para iPhone es una locura. Pero podría hacerse. Y aún mejor que Apple compitiendo contra Amazon: ¿las dos compañías trabajando juntas? Deja que Amazon construya relaciones y las fortifique con las editoriales. Deja que Apple cree las relaciones con el consumidor. Añade un lector Kindle compatible con la App Store. El resultado podría ser una revolución.
Fuente: Macworld
