Una completa estación de trabajo Unix en la palma de la mano

nuevos_ipod_2.pngLa creación de Apple (ya sea en su forma de teléfono móvil o de reproductor MP3) ha sido sin lugar a dudas toda una bocanada de aire fresco para la industria de los dispositivos móviles, aunque no hay que olvidar que el corazón que late en su interior no deja de ser un «micro» ARM a 620 MHz con 128 MB de RAM y un disco flash para almacenamiento de contenidos. Y cómo computadora (por pequeña que esta sea), es susceptible de ser utilizada a modo de estación de trabajo, aunque para ello debamos romper varias medidas de seguridad impuestas por la compañía de Cupertino.

En primer lugar encontramos las medidas establecidas en el propio chip, que permiten firmar digitalmente las aplicaciones para el teléfono y exigir dicha firma para poder ejecutarlas, y en segundo lugar las medidas establecidas en el propio firmware del aparato.

Si bien las primeras parecen haber sido resueltas en términos de programación, las segundas son más difíciles. Apple parece querer proteger bien su creación, y pese a haber abierto la programación de aplicaciones para el iPhone a terceras partes, todavía hay ciertas dificultades añadidas. Varios proyectos se han dado a conocer en Internet para permitir saltarse las restricciones del firmware de Apple y, de esta manera, poder instalar aplicaciones que no necesariamente cumplen los criterios de la compañía fundada por Steve Jobs.

Entre estos encontramos a iphuc (iPHoneUtilityClient), ZiPhone o iNdependence, algunos de los cuales nos permiten además liberar al iPhone de su emparejamiento con la compañía telefónica que haya decidido Apple para poder utilizar éste terminal con nuestra actual operadora.

Pero también nos permiten instalar aplicaciones que pocas veces podríamos esperar tener en un dispositivo móvil de éste tamaño. En CoreOS – iPhoneUnix encontramos un completo surtido de aplicaciones típicas de cualquier entorno Unix migradas al popular teléfono de Apple.

Tenemos, por ejemplo, la base de datos MySQL, el servidor de ventanas X11, el reproductor de animaciones Flash Gnash (bajo licencia GPL), o el lenguaje de programación Perl. Todos estos paquetes de software y muchos más pueden encontrarse correctamente categorizados y preparados para su descarga libre y gratuita.

Para su instalación, el iPhone debe ser «abierto» con uno de los programas antes mencionados, algo que va contra la licencia de uso del aparato y, por lo tanto, debemos ser conscientes de ello si nos aventuramos a intentarlo con nuestro terminal.

Muchos ‘geeks’ del viejo continente se han aventurado a solicitar a amigos y conocidos de viaje a los Estados Unidos la compra de uno de los teléfonos de Apple, para luego hackearlo y poder utilizarlo en Europa aunque solamente sea a modo de reproductor MP3.

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