Una solución «a mano» para la adicción a internet

Jiang Ming, de la ciudad china de Chengdu prometió a su mujer que dejaría de frecuentar los cibercafés y se concentraría mas en el cuidado de su familia y su hijo recién nacido.

Pero después de una corta temporada, el marido no pudo resistir la tentación de mantener videoconferencias con otras mujeres, hasta que se percató que la flecha de su ratón no se movía. Cuando echó un vistazo, solo vió su mano y un charco de sangre. Su mujer le había cortado la mano.

En el juicio, el marido (sin mano) pidió clemencia por su mujer, ya que había roto su promesa.

La Corte aún se encuentra en proceso de deliberación y anunciará el veredicto en fechas venideras.

Fuente: Orange.co.UK

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