Wingnuts: dando alas a la diversión, por Docmorti

Si eres suscriptor de .mac, seguramente ya sabes de que juego te voy a hablar. Y si no lo sabes, lo primero que tienes que hacer antes de seguir leyendo es echarle un vistazo a la carpeta de software del iDisk y descargar en tu ordenador este pequeño gran juego de los de la vieja escuela. Porque Apple y Freeverse te lo han dejado ahí con la malsana intención de que te olvides de los archivos marcados con la etiqueta de “urgente” y te sumerjas en un pequeño juego tan sencillo en su concepto como adictivo en su desarrollo.

Los más viejos del lugar recordarán (algunos con lágrimas en los ojos) esa maravilla jugable de Capcom llamada 1942 que vació los bolsillos de toda una generación en los salones recreativos de medio mundo.

Pues bien, en 2002 la gente de Freeverse, los especialistas en juegos de cartas para mac, crearon Wingnuts, un pequeño juego sin ninguna vinculación con la franquicia del gigante nipón, pero continuador del espíritu de arcade puro y duro y diversión sin complicaciones que encumbró hace más de una década a 1942, y con mayor o menor éxito, sus secuelas.

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Historia

La historia no puede ser más simple: el terrible Barón Von Schtopwatch y su flota aérea va surcando los cielos y las épocas con el pérfido objetivo de (¡oh, sorpresa!) dominar el mundo, pedir una burrada de millones y la colección completa de una serie de muñecas realmente horteras. Y tú, como miembro de los Wingnuts, los pilotos del tiempo, tienes la obligación de pararle los pies fase tras fase.

Y no hay más: ni efectistas introducciones cinemáticas, ni sorprendentes giros argumentales ni secundarios carismáticos. Lo que hay es lo que tienes. Y, teniendo en cuenta la intención del juego, tampoco hace falta complicarlo, ya que la sencillez es en este caso toda una virtud. Por eso la gente de Freeverse ha decidido tomarse la historia con bastante poca seriedad.

Gráficos

Los gráficos tampoco son extraordinarios, para qué engañarnos. Pero tienen cierto aire retro que gustará a los nostálgicos. Todo son gráficos gráficos 2D, pero los sprites se mueven por la pantalla con bastante suavidad y el scroll multidireccional también es armonioso y sin tirones. Las aeronaves son pequeñas, coloristas y bien diseñadas, aunque quizá se abusa un poco del fácil recurso de utilizar colores diferentes para distinguir naves con el mismo diseño.

Mención especial tienen los pilotos que aparecen en el menú del juego y las animaciones del terrible Barón, que durante el juego aparecerá para retarte. Con un estilo cartoon un tanto simplón, no desentonan sin embargo del diseño general y resultan bastante simpáticas.

Música

La música, aunque en ocasiones se hace algo reiterativa, ha sido una muy grata sorpresa. Los temas de marcada inspiración militar suenan de manera brillante y están perfectamente ajustados al tono del juego.

Y los efectos de sonido simplemente cumplen. Algunos suenan demasiado a enlatado, pero en general no desentonan demasiado y mantienen esa sensación de deja vú que transmite el juego por sus cuatro costados.

Jugabilidad

Evidentemente éste es el punto fuerte de Wingnuts. El mecanismo de juego es tan elemental y su aprendizaje tan rápido que, tras enfrentarme a más de un juego diseñado para sacar de sus casillas a los ingenieros de la NASA, casi se agradece.

Tu avión puede acelerar, decelerar, girar y disparar balas, misiles y bombas. Con este limitado surtido de movimientos deberás hacer frente a hordas de naves enemigas que te atacarán desde todas las direcciones posibles. Porque en Wingnuts podrás moverte en cualquier dirección, aunque el mapa es limitado y cuando te salgas por un extremo aparecerás por el otro.

Tu misión es sencilla: tienes que acabar con todos los enemigos, tanto aéreos como terrestres. Cuando lo logres, tendrás que enfrentarte a la gigantesca aeronave del Barón, que te pondrá las cosas muy difíciles y, si sales victorioso podrás dirigirte a tu base para empezar la siguiente fase.

Pero todo no va a ser tan fácil y tendrás que tener en cuenta más parámetros que la facilidad con la que tus enemigos le dan al gatillo. A tu derecha podrás ver tres medidores: Escudo, Combustible y Tiempo. Si el primero llega a cero estarás completamente indefenso y bastará una sola bala para acabar con una de tus preciadas vidas.

Quedarse sin combustible tampoco es buena señal y supongo que ya imaginas que te pasará entonces. Por suerte cuando este índice esté en horas bajas aparecerá en el mapa un avión de repostaje. Bastará entonces con situarse en su cola para que te llene el tanque.

Y quedarse sin tiempo afectará a tus posibilidades de conseguir puntos extras al terminar el nivel.

Por suerte para ti, tus aliados colocarán algunos “extras” en paracaídas por todo el mapa. Otra manera de conseguirlos será al finalizar determinadas fases. Entonces podrás comprar mejoras para tu nave y armas más potentes.

En el extremo inferior derecho de la pantalla tienes siempre activo un radar que te marca en otro momento tu posición, la de tus enemigos y la de los extras. Esta información será de vital importancia a la hora de controlar tus recursos.

Concluyendo

Wingnuts es uno de esos juegos que nacen sin grandes pretensiones ni hinchados presupuestos pero que cumplen sobradamente con su objetivo: entretener. Y lo consiguen mirando a los clásicos, dando vida a las normas básicas de los shot’em all que desde los tiempos del Galaxian a las más recientes joyas del género (Ikaruga en consolas, por poner un ejemplo de calidad) han funcionado.

Salta a la vista que éste no es un juego original. Es exactamente lo mismo de siempre. Pero funciona. Y eso es más de lo que se puede decir de muchos juegos. Si quieres un juego económico, bien terminado, capaz de correr en una máquina modesta y que te proporcione diversión sin demasiadas complicaciones Wingnuts es un firme candidato. Si por el contrario estás buscando un reto intelectual mejor replantéate su compra, pero eso sí: cuando estés agotado de tanto estrujarte las neuronas y quieras relajarte con un jueguecillo simple y divertido recuerda este análisis.

En otras palabras: si tienes una cuenta .mac ya tardas en bajarlo y si no la tienes, te recomiendo encarecidamente que juegues a la demo y, si te gusta, le eches un ojo al pack Ten for X del Applestore, porque por un precio muy ajustado puedes hacerte con este juego y doce más, todos de una calidad absolutamente recomendable.

Lo mejor
  • Diversión rápida e instantánea
  • La música
  • Su bajo precio (especialmente en el pack del Applestore).
  • Que esté gratis para los usuarios .mac.

Lo peor
  • La falta de variedad de escenarios.
  • La música se repite bastante.
  • Que juegos como éste no gocen de más publicidad.

Requisitos mínimos

– MAC OS 8.6 (con CarbonLib) o posterior.

– OpenGL

– Quicktime 4

– 55 MB de RAM

– 70 MB de espacio en disco

– 333 MHz o superior

Enlaces

Web: http://www.freeverse.com/wingnuts/

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