Apple proporciona con Mac OS X un programa que puede minimizar la necesidad de procesadores de texto más potentes.
TextEdit es un programa que se incluye junto con Mac OS X, desde sus versiones iniciales. A priori puede parecer una continuación del venerable SimpleText de las versiones «clásicas».
Su aspecto al abrirse es el de un lienzo blanco con un cursor parpadeante, indicativo de que está listo para recibir nuestro tecleado. Sin embargo, un poco de investigación a través de sus menús nos demuestra que para la mayoría de las ocasiones, su utilización puede ser más que suficiente para los trabajos habituales de escritura en nuestro Mac.
Revisemos lo que tiene que ofrecernos:
Preferencias
Como casi todos los programas, la incursión en el cuadro de Preferencias es el primer paso para obtener el máximo partido de lo que el programa puede ofrecer.
Atributos de documento
Como podemos ver, nos permiten definir el tipo de archivo que queremos abrir por defecto: Rich Text Format (RTF) o texto que permite colores, tamaños, tipografías, etc. o Texto normal (TXT), texto plano sin ningún tipo de formateo.
Desgraciadamente, una vez que hayamos guardado nuestro documento con un nombre, si deseamos cambiar a uno u otro formato (a través de una opción del menú Formato), tendremos un archivo con el mismo contenido, pero con un nuevo «Sin Título» por nombre, con lo cual al guardarlo, tendremos un archivo por duplicado, el que dejamos a medias al decidir el cambio de formato, y el definitivo, uno con terminación TXT y otro con RTF, lo que eventualmente puede llevar a confusión sobre cual es el definitivo. (No estaría mal que se incluyera alguna forma de gestionar o eliminar las versiones anteriores).
La opción Ajustar a página nos mostrará los límites del , haciendo más claro dónde acaba la hoja y empieza la siguiente (por defecto se inserta la siguiente al excedernos del tamaño). O bien podemos decidir poner un ancho y un alto fijo a nuestras páginas, de forma que sepamos que siempre estamos dentro de las especificaciones (es una pena que no se incluya la posibilidad de fijar ese alto y ancho en milímetros, y estemos sujetos a la -de alguna forma- abstrusa medida de líneas y caracteres).
Como la propia ventana indica, las especificaciones se aplicarán al siguiente documento que abramos, y no al que ya tengamos a la vista.
Procesando RTF
Si editas HTML a mano, es recomendable que marques esas casillas. Si escoges un documento html y lo arrastras sobre TexEdit, te lo abrirá tal cual se ve la página web, pero no podrás alterar el contenido. Si marcas la casilla de Ignorar los comandos RTF, te saldrá la página HTML en formato código, de forma que puedas corregir lo que desees.
Si es sólo un evento circunstancial, esta misma opción puedes activarla para un documento en concreto, marcando la misma casilla que encontrarás en el cuadro de diálogo Abrir.
Lo mismo ocurre con los documentos RTF.
Codificación de texto normal por omisión
Es la forma de abrir y guardar textos multiligües o con caracteres especiales. No obstante, si abres documento de un mismo tipo a menudo, puede que te interese tenerlo marcado por defecto.
Editar
Ya sé que es obvio, pero en Editar tienes las opciones de activar el Diccionario y que revise lo que escribes al mismo tiempo que lo haces, y mostrar la regla… que mucho más que una regla. Además de medir el ancho (no, no hay regla para el alto de la página), te muestra los tabuladores (permitiéndote fijar márgenes e indentaciones) y las herramientas de creación de tabuladores mediante arrastrar y soltar; ajustes básicos de párrafo, como ajustar la izquierda, el centro, a la derecha o justificar a ambos márgenes. También te permite definir la interlínea (espacio entre líneas) manualmente o mediante un botón y permitir una anchura de línea variable o fija.
Guardar
Las últimas opciones de las Preferencias:
Borrar copia de seguridad (nunca he podido comprobar que la borre porque nunca he visto que haga una copia de seguridad -creo que no está activo aún)
Guardar archivos como editables, de forma que otras personas puedan seguir trabajando sobre ellos, modificándolos o retocándolos)
Sobreescribir archivos de sólo lectura – de forma que no haya archivo bloqueado que se te resista, aunque, claro, perderás el original.
Y añadir la extensión .txt… pues eso.
Menú Archivo
En el menú Archivo encontramos las opciones de todos los procesadores de texto normales, incluyendo la comodidad de los últimos archivos que hayamos abierto, listados convenientemente para evitarnos las excursiones por ese -cuando menos- discutible sistema de columnas de Mac OS X.
Menú Edición
A las características de Deshacer, Rehacer, Cortar, Copiar, Pegar, Borrar, Seleccionar todo, se añaden nuevos servicios que complementan definitivamente las capacidades de procesado de texto de esta pequeña joya de Mac OS X.
Aquí podéis ver la Paleta de Búsqueda, que nos permitirá localizar trozos de texto que queramos cambiar de forma repetitiva.
También podemos corregir el texto, ya que TextEdit, como todos los programas Cocoa utilizan la base común de servicios del Sistema, así que está conectado con el diccionario ortográfico que viene incluido en Mac OS X (y que se activa en las preferencias de cada programa), lo que nos permitirá repasar las palabras dudosas o erróneas que contenga nuestro trabajo.
Suponiendo que alguna vez Apple decida que los usuarios hispanohablantes merezcan disfrutar de la reproducción hablada y desarrolle el intérprete a tal efecto, tal vez la opción de reproducción oral tenga sentido, mientras tanto, es un bonito adorno.
Formato
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Tal vez hasta ahora nunca te hayas parado a pensar seriamente en utilizar TextEdit, obnubilado por ese Microsoft Word que seguro que pagaste a precio de oro… Pero si le das un vistazo a las posibilidades de de formateo y control tipográfico que te ofrece este programa gratuito, te darás cuenta que muchas de las opciones que usas en el programa de Microsoft están aquí, y que las que no utilizas, tampoco las tienes aquí 😉 Así que, en proporción al tamaño que ocupa el programa, el espacio que ocupa en pantalla y el precio que tiene, TextEdit me parece a tener en cuenta casi siempre.
Si le das a la opción Mostrar Tipos de letra, te aparece una paleta flotante donde puedes controlar todo lo necesario sobre las tipografías que tienes cargadas en el ordenador (preferentemente metidas en la carpeta Font de Library de tu usuario).
La sencillez de la paleta es tremenda, y permite encogerse hasta el máximo, convirtiendo lo que aquí ves en forma de columnas en menús desplegables, de forma que ocupan la mínima expresión (muy útil en pantallas pequeñas como las de los iBook, o BabyBook de 12″).
Si además te aventuras a investigar los Extras…
… y activas Mostrar Vista Previa, verás que te sale una nueva franja donde el nombre de la familia de tipos aparece escrita en el estilo seleccionado en ese momento y al tamaño que tengas marcado… Util ¿no? Ya no necesitarás recordar qué tipo de letra corresponde a un nombre críptico como «Cochin» 😉
Pero aún hay más. Si activas la opción de Mostrar caracteres…
Podrás ver todos los símbolos, letras y adornos que contenga la familia de tipos que escojas…
… Simplemente apretando en el botón insertar, el símbolo en cuestión aparecerá en el texto que estés escribiendo. Mucho más útil que el programa Teclado de los Mac OS Clásicos…
Además, como puedes ver, en el Submenú «Letra», además de la paleta de Tipos y de algunas opciones obvias (Negrita, Cursiva, Subrayado, …) hay otras opciones que, por si desconoces para qué sirven, te cuento su significado:
Interletraje Distancia entre letras.
Ligaduras Afecta a cómo se entrelazan una letra con la siguiente en determinadas tipografías. (Para ver un ejemplo, utiliza la ZapFino -gracias Juande 😉
Línea de base influye en la mayor o menor altura de una letra con respecto a la recta sobre la que se «asienta» la línea. Para entendernos, el subíndice una línea de base negativa (por eso queda por debajo de la letra) y el superíndice tiene una línea de base positiva (por eso queda por encima).
Como Forma de los caracteres no da opciones, pues tampoco hay nada que explicar 😉
Mostrar colores
Posiblemente la paleta menos flexible en cuanto a su tamaño, ofrece muy diversas formas de seleccionar un color:
-Rueda de color (la de la imagen)
-Indicadores de color (podemos elegir entre indicadores de grises, de RGB, CMYK, y de HSB) con la ventaja de que al desplazar los diales, el color se irá modificando mostrando las diferentes tonalidades de la mezcla)
-Paletas de colores (la propia de Apple, la del Sistema, lápices y colores seguros para Internet)
-Paletas de imágenes (por defecto cargada sólo con el espectro)
-Paleta de lápices (donde cada color tiene un nombre «divertido» como regaliz, flora, plátano,…)
Abajo del todo, aparece una colección de casillas blancas. Están destinadas a que vayamos guardando ahí los colores que utilicemos en el documento, de forma que nos sea sencillo mantener la coherencia.
Desgraciadamente, para colocar ahí un color hay que arrastrarlo desde la caja de arriba, donde está la lupa… tal vez pide a gritos una reubicación que no haga necesario ese trayecto de un lado a otro de la paleta…
En el submenú Texto encontramos las opciones que ya nos aparecieron al mostrar la regla en el propio documento, más copiar/pegar la regla, lo que nos permite escribir capítulos diferentes en documentos diferentes pero manteniendo la misma estructura de tabulación.
Para terminar, el menú Formato nos permita aplicar al documento en el que estamos trabajando propiedades de las que ya hablamos en las Preferencias:
Convertir en Texto normal/con formato nos creará un nuevo documento Sin Título con la extensión de archivo correspondiente.
Impedir Edición Para que nuestro documento no pueda ser editado por terceros (además, puedes ir a Obtener información del archivo y allí bloquearlo)
Ajustar a página Nos enseña los límites del documento sobre un lienzo más amplio.
Permitir división de palabras Para que los renglones no queden muy dentados, esto permite partir las palabras cuando se llega al final de la línea y que continue en lo siguiente. En documentos formales no está bien visto y normalmente sólo debe utilizarse en documentos justificados a ambos márgenes.
Por último, el menú Ventana nos ofrece las opciones generales de todos los programas de minimizar y aumentar, además de la relación de los documentos que hay abiertos.
Un detalle que no está documentado, es que TextEdit admite que se coloquen imágenes (aunque hasta en eso es mejor que Word) simplemente arrastrando JPGs del escritorio encima del documento. Para extraerlas de nuevo, tan sólo tienes que seleccionarla y arrastrarla de nuevo a tu escritorio o carpeta de destino, el archivo se materializará como por arte de magia. Una demostración:
Confío que esta guía os ayude a descubrir este programa, que ha pasado desapercibido entre tanto color y OpenGL, y os demuestre que, una vez más, vuestro Mac tiene dentro mucho más de lo que parece a simple vista.
Hasta la próxima.
Sugerencias, comentarios y correcciones pueden ser enviados a Alf
Excelente articulo, ya que saca a relucir un programa que muchos descartamos por defecto al tener Word, ya la verdad es que despues de lo visto, me sirve para el 99% de las cosas que hago con Word.
Así que TextEdit al Dock 😉
Un saludo.
Porlo visto me parece un programa exelente.
Estube buscando un programa que me permita sobreescribir los documentos de solo lectura de Microsoft Word.
No tengo Macintosh sino Windows pero quiciera saber si es posible obtenerlo (en lo posible «gratis»).
Las aplicaciones de este programa me parecen exelentes y sencillas (muy fáciles de usar).
emos echo ensallos
Le falla que al guardar el documento después no te permite deshacer cambios. O bien sin haberlo guardado todavía solo puedes hacer tres cambios hacia atrás. Y lo peor es que en preferencias no te da opción de cambiar esto.