Hay veces en que escribir lo que sientes no es suficiente: ni escribes suficientemente rápido, ni las palabras que escribes expresan con suficiente fuerza lo que quieres decir.
Para esos momentos (y para otros, como por ejemplo cuando tienes un brazo escayolado -¿verdad Jordi?-), tienes MailVoice, un programa sencillo que hace todo lo necesario para poder enviar un mensaje.
Cuando el programa se abre, aparece un interfaz sencillo, con economía de botones: El botón de grabado y parada de la grabación, representado por un punto rojo. El botón de reproducción de lo grabado por una flechita verde. Una casilla para introducir la dirección de correo. Un botón con el icono del Clip (propio de Mail) para enviar el mensaje. Y en la esquina inferior derecha un botón que nos despliega las opciones. Todo ello con el pulido aspecto metálico que Apple poco a poco está consiguiendo imponer.
Si hacemos clic en la flecha del menú desplegable de la casilla de las direcciones de correo, veremos que ha cogido por defecto todas las que tenemos introducidas en la agenda, y que funciona el autocompletado de las direcciones a medida que escribimos.
Si dejamos el espacio para la dirección sin rellenar, bien porque vayamos a añadir algún grupo de direcciones, bien porque queramos completar la información del correo electrónico con algo de texto, o con un título más específico, al hacer click sobre el icono del Clip, el programa nos creará un mensaje de correo que se abirá en primer plano. Si hemos completado la dirección, el programa enviará el correo sin requerir ningún tipo de acción por nuestra parte.
Si abrimos las opciones, veremos que tampoco es que nos desconcierte 😉
Podemos decidir si queremos el formato multiplataforma Wav (utilizado por defecto en los PCs) o utilizar el formato QuickTime (producirá un archivo de sonido más pequeño).
También podemos poner un título más personal al mail que enviaremos, y echarle un vistazo a las preferencias de sonido, por si tenemos que ajustar el volumen del micrófono, o cambiar la entrada de audio.
Cuando nos llegue el mensaje (la imagen muestra un mensaje enviado de forma automática por MailVoice) en un Mac veremos el adjunto de forma que podemos reproducirlo desde el propio correo sin descargar el adjunto. Aunque en un PC también se puede, lo normal es que los usuarios Wintel tengan que descargarlo a su escritorio para que sepan lo que les tienes que decir.
MailVoice es shareware, y cuesta 10 dólares. Puedes descargarlo desde aquí.
Aunque no cabe duda que es original, muy sencillo de utilizar y puede ser muy útil para sorprender a alguien través del correo electrónico, puede presentar varios problemas. Uno es que no grabe en MP3, probablemente el método universal de reproducción en ordenadores. Otro es, consecuentemente, los tamaños de los archivos. Si te dejas llevar por la efusión, te puedes encontrar con mensajes bastante “pesados”, capaces de saturar los buzones de cualquiera. Y la tercera, es que en entornos corporativos, cada vez más a menudo programan los cortafuegos para que no dejen pasar archivos que puedan ser presuntamente no relacionados con el trabajo, así que, dependiendo a quien se lo mandes, puede que no lo reciba, a no ser que lo comprimas y le cambies la extensión.
HOLA SOY NURIA
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