Cherry ZF 5000 Wireless Mouse: casi perfecto

Soy de ratones. Los trackpad (y más del de Apple) son una buena forma de controlar el puntero en el ordenador, pero para los que llevamos muchos años con ordenadores de sobremesa, más que con portátiles, nos hemos acostumbrado al ratón en términos de productividad e incluso cuando viajamos en nuestra bolsa va siempre un ratón con nosotros. Precisamente por eso, la elección de un ratón no es una cuestión baladí: ha de cumplir con una serie de requisitos por cada usuario y algunos de ellos son extremadamente exigentes. Y el Cherry ZF 5000 Wireless Mouse cumple algunos de ellos.

El Cherry ZF 5000 Wireless Mouse es un ratón compacto, del tamaño del Magic Mouse, algo más alto, bastante confortable para los usuarios con manos pequeñas, con un diseño en tres piezas interesante que permite una cómoda posición de agarre y una excelente ventilación de la palma de la mano. Su aspecto exterior es bastante llamativo gracias a ese diseño y parece que está diseñado para el gaming, aunque sus características están más cerca del ratón de productividad avanzada, con un buen set de botones y de opciones.

La unidad, simétrica para el uso de diestros y zurdos, cuenta con dos botones tradicionales, una ruleta regulada suave (nada de saltos extremos) que cuenta con desplazamiento lateral y botón, además de dos botones laterales ideales para asignarles acciones de Exposé/Mission Control. En la parte superior, adicionalmente, hay un botón que permite cambiar la resolución del sensor del dispositivo entre 800 y 1600 dpi. Encima de este botón, se encuentran los indicadores de batería y estado de carga.

El Cherry ZF 5000 Wireless Mouse es un ratón inalámbrico y utiliza una pequeña mochila USB que utiliza la frecuencia 2,4 GHz para conectarse con un alcance de hasta 10 metros. La unidad viene con una pila recargable, circunstancia poco habitual, pero es que el ZF 5000 puede recargarse a través de un puerto USB. Y aquí viene su primera pega: lo lógico hubiera sido utilizar un cable USB del ordenador a un conector mini o microUSB en el ratón, de forma que mientras se carga fuera factible usarlo, dando al ratón una doble vida como inalámbrico o cable, pero el fabricante ha decidido implementar este asunto de otra manera: usando un conector de pincho, similar al de los cargadores de los teléfonos Nokia. De hecho, es factible estar cargando el ratón y trabajando con el de forma simultánea, pero te obliga a utilizar dos puertos USB: uno para la mochila y otro para el cable de carga, mientras que con una solución con un conector más estandarizado en el ratón se podría haber evitado este problema. De forma extra, esta opción te obliga a llevar el cable del ratón forzosamente para recargarlo en tus viajes (y cuidado con perderlo), en vez de usar un único cable con un conector estandarizado para varios dispositivos. Los diseñadores de Cherry deberían darle una vuelta a este asunto en futuras generaciones de este ratón.

Otro de los pequeños problemas del ratón tiene que ver más con la ergonomía para zurdos: los dos botones adicionales en el lateral están pensados para diestros, es decir, quedan a un zurdo en el lateral izquierdo en vez de haberlos situado uno a cada lado. Esto obliga a un zurdo a hacer algo de maniobra con la mano a la hora de invocar Exposé / Mission Control y es, en definitiva, algo incómodo. Para los diestros, no hay, por supuesto, ningún problema.

Ergonómicamente el ratón es muy cómodo, quizás algo pesado (110 gramos), y su click es muy rotundo y bien definido, con bastante recorrido que te permite asegurar que has hecho una acción con el ratón. Los botones laterales se comportan también bastante bien, y de nuevo, se requiere hacer un movimiento “consciente” para activarlos, evitando los clicks por error. Su parte inferior cuenta con dos superficies de desplazamiento en la parte superior e inferior que le permiten un desplazamiento por las superficies bastante suave solo penalizado por su un poco elevado peso.

A la hora de trabajar con el Mac, el ratón utiliza las opciones del sistema, ya que no incluye drivers. Es compatible con los drivers de terceros más habituales, lo que permite en general una rápida y cómoda configuración.

El ZF 5000 mantiene un buen equilibrio entre opciones, calidad y precio (29,99 euros) para aquellos usuarios que quieren un ratón inalámbrico multipropósito que sale de vez en cuando de casa. La posibilidad de cargarlo vía USB, a pesar de la pobre implementación de la solución, es un plus importante porque te asegura que no te vas a quedar tirado sin pilas en el momento más inoportuno y su agresivo diseño, fuera de los cánones tradicionales, está más cerca del gaming que del uso tradicional y definitivamente llama la atención ahí donde va.

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