Neocolonialismo

colonizaci_n.jpgNo hay nada nuevo bajo el cielo. Ni siquiera cuando hablamos de nuevas tecnologías, de internet, de leyes Sinde, de los exabruptos de los ejecutivos con poder. Al reducir todo a términos simples, nos encontramos con que las circunstancias que vivimos son un espejo de otras que ya han ocurrido a lo largo de la historia.

Simplemente hay que sentarse delante de un libro de historia, comenzar a leer con ojo crítico y encontrar ese momento histórico que se asemeja a las circunstancias actuales, tratar de hacer un profundo análisis de la situación, ver donde se equivocaron los perdedores, que estrategias usaron los ganadores …. y aplicarnos el cuento.

Por todas estas razones deberíamos de nuevo volver a desempolvar ese libro de historia universal arrinconado en una estantería de nuestra casa y que escrito por los vencedores y abrirlo por el capítulo de la Conquista de América. Y empezar a sacar nuestras propias conclusiones.

La conquista de América es uno mas de los vergonzosos ejemplos en los que el ser humano fagocita a otros semejantes y sus recursos en nombre de sus propios intereses. Es una conquista escrita con la sangre de los vencidos en la que se nos cuenta como la cultura occidental, con sus luces y sus sombras, destruyó todo un ecosistema, dirigidos y jaleados por los dioses inmisericordes que nos gobiernan: el Poder y la Codicia.

El mundo, al final, se nos ha quedado pequeño y ya no quedan continentes que conquistar, pero la tecnología nos ha traído por arte de Birli y Birloque una “capa” sobre la que ha crecido todo un nuevo ecosistema, radiante, salvaje, indomable: todo un nuevo continente que ha estado evolucionando a lo largo de estos años: Internet. Este complejo ecosistema tiene muchas raíces en cómo la naturaleza trata sus propios ecosistemas: se autoregula, permite la creación de diferentes especies y crea en cada generación seres mas evolucionados. Es el paradigma de la creación escrito en unos y ceros donde además de haber una pirámide trófica existe algo que la naturaleza no ha sido capaz de crear por las limitaciones físicas del entorno: una metaconciencia que se traslada de máquina en máquina de forma que todos los usuarios de este hermoso y salvaje continente la reciben como una percepción mas de lo que ocurre. Luego, gente lista como algunos directores de cine, hacen un análisis de la situación y escriben guiones en los que el ecosistema se une a los seres que lo habitan y lo convierten en grandes pelotazos de taquilla.

Pero volvamos a la Conquista de América. Cuando ingleses, españoles, holandeses, franceses, portugueses, alemanes y otros países de la esfera “occidental” tocaron las costas de la “salvaje” América, los indígenas(*) en buena medida decidieron enfrentarse a estos nuevos visitantes. Lo hicieron basándose en las reglas de su entorno y en sus propias leyes. Fracasaron por muchos motivos, entre ellos su incapacidad de afrontar algo que los visitantes usaron como ventaja: la tecnología y sobre todo, porque no fueron capaces de dimensionar la determinación de estos visitantes, pensando que el ecosistema en el que vivía era tan grande que simplemente los engulliría y ellos, que vivían en armonía con el, serían a largo plazo los vencedores.

Fallaron al subestimarlos y hoy viven de los restos de la cultura occidental, masacrados, doblegados y forzados a olvidar su propia cultura de la que solo queda un espejo de lo que fue en los museos. (**)

Si trasladamos todo este “modelo histórico” a la actual conquista de internet, solo hay que ver como estamos cometiendo los mismos errores que los indígenas de entonces: pensamos que no pueden poner puertas al campo y que el ecosistema los acabará engullendo. Nos equivocamos. No quieren poner puertas al campo: quieren urbanizarlo. Poner calles, autopistas, grandes edificios y sobre esa capa de “civilización” aplicar sus leyes destinadas a eliminar la supuesta arbitrariedad “ecológica” de algo que crece salvaje y se autorregula de forma intrínseca. Ellos los saben, y han comenzado a hacerlo. Nosotros, los que vivimos en este desafiante nuevo continente, seguimos metiendo la cabeza en el suelo como los avestruces pensando que no van a poder. Pero en América lo hicieron. Aquí también podrán hacerlo.

Otro ejemplo “clásico” de cómo se están usando las mismas reglas de colonización es cómo se despellejan a los nativos de los recursos valiosos del ecosistema. El oro que con sangre y sudor arrancaban de las montañas y valles los indígenas se cambiaba por … abalorios. Llamativos, bonitos, pero sin valor dentro del mundo occidental. En este neocolonialismo, los abalorios se han convertido en lo que se llama “cultura del entretenimiento” que es lo que se nos está ofreciendo por los sueldos que ganamos otra vez con sangre y sudor. El proceso ha evolucionado, pero la táctica sigue siendo la misma: nos están cambiando los recursos valiosos por baratijas haciéndonos pagar por el camino precios desmesurados que estamos obligados a cotizar ya que si nos negamos, corremos con la posibilidad de que los neocolonizadores se enfaden, pongan su maquinaria a trabajar y nos impongan leyes por las que pagaremos y pagamos el precio de la sumisión bajo penas de cárcel y de exterminio.

No es el único ejemplo de la revisión histórica del colonialismo de América: otro más es ver cómo tratan los neocolonizadores a aquellos que capitanean, los que viajan en barcos de esperanza sufriendo cientos de penalidades, muriendo las selvas y en los llanos bajo la promesa de que aquel es un mundo mejor en el que podrán medrar. Personas engañadas que asfaltaron con su sangre un nuevo mundo por las promesas de bienestar, poder y riqueza de aquellos que jamás salieron de sus palacios del viejo continente. Hoy, “los artistas” son esos nuevos colonizadores de a pié que hacen el trabajo sucio de marqueses y condes que “viven en Miami” y que tratan “a los indígenas” como una panda de “sucios y malolientes piojosos” que sería conveniente eliminar. Engañados y oprimidos por leyes y aristócratas que les hacen pagar diezmos para su beneficio, están dejando un reguero de esqueletos por alguien que no los representa y que solo quieren el oro que les arrancan a los nativos. (***)

Llegados a estas alturas, ¿Qué podemos hacer?

Como defensores de nuestro ecosistema, solo tenemos que leer atentamente el libro escrito por los vencedores para sacar nuestras propias conclusiones y tomar nuestras determinaciones.

El primero es ser conscientes de que “ellos saben” que este continente tiene memoria de pez por su propia idiosincrasia. Que asuntos importantes dejan de serlo de forma rapidísima porque nos olvidamos de ellos debido a la avalancha de información con la que convivimos. No podemos ni debemos olvidar y nuestra obligación, como parte de este ecosistema es continuar haciendo presión cada día, todos los días.

El segundo es recordar que la ventaja tecnológica está de nuestra parte y que esta es un arma que podemos esgrimir contra los neocolonizadores de una forma totalmente efectiva. Por su propia mecánica burocrática, los neocolonizadores son lentos en comprender y aplicar medidas restrictivas a la tecnología que usamos, aunque cuando lo hacen, usan la potencia de una apisonadora arrollando todo a su paso. Debemos ir siempre un paso por delante, usando múltiples tecnologías de forma que resulte extremadamente difícil tapar todos los agujeros abiertos. El uso de tecnologías Open Source y el apoyo a las mismas impiden la posibilidad de reglar internet bajo las normas de los neocolonizadores. Desarrolladores y Usuarios han de llegar a un pacto en el que ambas comunidades se retroalimenten defendiendo la creación de herramientas. Las herramientas nos definen y nos permiten construir nuestra propia herencia cultural.

El tercero es usar a las grandes empresas contra ellos. De momento, las grandes empresas están patrocinando a los neocolonizadores porque serán ellos los encargados de urbanizar internet. Pero si no hay beneficios, estas grandes compañías, cuyo mayor defecto es la codicia (que podemos usar en su contra) se volverán hacia los usuarios en busca de un acuerdo directo. De nuevo, el Open Source es una de las herramientas mas poderosas que podemos esgrimir (el de verdad, no el que usan las empresas para ahorrarse costes y cobrárnoslo como si fuera propietario)

El cuarto punto es usar sus mismas armas contra ellos: su propia democracia. No votar, o votar en blanco no es una opción, es dejar que los partidarios de los neocolonizadores decidan como quieren repartirse el pastel mientras el resto del continente solo será un campo abierto para sus manejos.

Y el último punto, no menos importante, es olvidar nuestras rencillas propias de microcosmos y actuar coordinadamente y en muchos frentes simultáneos. No olvidar. Hacer ruido. Descubrir sus manejos y apoyar la transparencia implícitamente escrita en sus leyes para que no puedan seguir haciendo y deshaciendo a su antojo.

Aún estamos a tiempo, creo, de conseguir que el rodillo que ha estado aplastando al mundo real no se traslade a este nuevo ecosistema. Pero esta responsabilidad es del todo nuestra: debemos afrontarla y usarla en un nuevo modelo de conciencia común que demasiado frecuentemente tratamos de olvidar. Pero hay que dar un paso adelante, o el siguiente será para entrar “en las reservas”. Y yo no quiero.

(*) Indígena y Nativo, como término, suele ser usado en general de forma peyorativa dando a entender que son personas “atrasadas” con una capacidad mental “cuestionable”, en el mejor de los casos.

(**) Por la parte que me toca, al menos, pido perdón por las barbaridades de las que fueron responsables mis antepasados.

(***) La gran mentira de la colonización americana es el “Día de Acción de Gracias” donde nativos y colonizadores se sientan juntos en armonía para compartir los frutos de la tierra. Hoy “los nativos” son una “especie anecdótica” masacrada hasta la muerte que necesita ser protegida para no desaparecer.

Un artículo de Carlos Burges

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Anónimo
Anónimo
13 years ago

Brillante. Es el germen de un libro. Y de una nueva forma de enfocar las cosas. Nos hemos estado concentrando solo en la superficie, pero hay mucho mas ahí debajo.

De nuevo, brillante.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Hay personas que confunden limpiar con dispersar el polvo

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Solo una aclaración, según datos anecdóticos de los vencidos (que yo tampoco conocía hasta hace poco, a mi también me hicieron creer la historia que tu narras) nunca nos cambiaron oro por baratijas – esa es la historia de los vencedores – la verdadera historia es que nos masacraron para obtener ese oro y riquezas.

Farangi
Farangi
13 years ago

Muchas gracias, es una reflexión de las que se necesitan ahora que todo se reduce a lo inmediato y lo fácil, sin pensar. Muy bueno
El Maquero etíope

Juan Tatay - silta
Juan Tatay - silta
13 years ago

Un buen punto de vista, digno de, al menos, ser tenido en cuenta y de reflexionar sobre él.

Namaste,
silta – juan tatay

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Discrepo contigo en lo de Neocolonialismo. Es el colonialismo USA de toda la vida, sólo que esta vez, con permiso de arrasar por parte de nuestros próceres.

¿Que esperaba “nuestro” Presidente, dándole barra libre al amigo americano? La “conjunción planetaria” era la foto del abordaje.

Las colonizaciones “civilizadas” desde el siglo XX son así de baratas: ni un sólo tiro, coste 0.

Se introducen condiciones de esclavismo social, bajo el mantra del bien común;

Se introducen las manufacturas a bajo coste (la gente deja de “hacer” lo que hacía) para que en una generación se pierdan los conocimientos tradicionales;

Se introducen sistemas educativos nefastos para que sólo los hijos de los elegidos puedan “llegar a ser”;

Y mientras tanto, se van introducciendo elementos degradantes para el ser humano, con la coartada de que son “avances sociales”: drogas, alcohol, y conductas morales carentes de toda ética.

Si alguien se había creído que el “botellón” era un invento propio, que salga de su error ahora mismo. Mientras estén en el botellón, no hacen lo que podría ser temible que hagan los jóvenes: tener conciencia de sí mismos.

Quizá porque esos jovenes ya han nacido bajo los síntomas vomitivos de la e-colonización, por lo que lo menos jóvenes han tomado las riendas del asunto “descolonizador”. Antes de que nada tenga remedio.

#Nolesvotes, y ponte las pilas 😉

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Creo que te equivocas: habla de internet y no de política general. Y algunas frases del articulo son absolutamente reveladoras. Buenísimo.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

🙂

No hay contradicción en lo que digo: el mundo virtual y el mundo real padecen los mismos procesos económico-colonizadores.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Brillante… pero hay un matiz que no comparto.

Cuando se propone el software libre como solución se parece sostener que es posible (a día de hoy aún lo es), pero, sin duda, esa será una de las primeras puertas que intenten poner los “colonizadores”. Las pruebas:

– Microsoft ha prohibido software libre en sus tiendas online (que gracias a Nokia serán más extendidas de lo que esperábamos)

– Lobbys (que de nuevo, oh sorpresa, incluyen a Microsoft, IBM y otras grandes y poderosas) luchan por que se prohíba el software libre en Europa y América porque “dañan la industria sin aportar calidad” (según ellos)

– Cada vez se hacen más fuertes las patentes software y cada vez las tenemos más cerca en Europa por cortesía, entre otras, de Google y Microsoft -cachís, me repito-

– Se compran comités supuestamente de expertos independientes (por ejemplo, el ISO) para llevar a toda la industria por caminos interesados (¿a que no adivináis de que empresa hablo?)

– …….. Rellenar con todas las que se os ocurran, no hace falta que sean sobre Microsoft 😉

Por desgracia, el sofware libre es el que más riesgo corre a corto plazo. La solución real la desconozco, aunque estoy seguro de que pasa por proteger al software libre en primer lugar y eso no va a ser fácil a corto plazo.

wenmusic
13 years ago

Buen artículo.

Mandibul
Mandibul
13 years ago

Don Carlos,
No he podido leer la parte del artículo que se refiere a internet porque el paralelismo que usted ha usado con la conquista de América me ha molestado.

Creo que no me equivoco si digo que revisar la Historia con los criterios actuales es un error -muy al uso- pero de bulto.
Díganme ustedes qué fase de la Historia, en cualquier parte del mundo, no ha sido lograda a base de “atrocidades” según nuestra perspectiva y moral actual.
El Imperio Romano, las pirámides de Egipto, la Reconquista Española,…
Las culturas precolombinas incluían los sacrificios humanos y tantas guerras territoriales como las que hubo a este lado del Atlántico.

La demonización de la colonización es inaceptable. Si es global, es inaceptable por simplista.
La Conquista de América Española -además de la búsqueda de territorios y riqueza-tuvo un marcado carácter evangelizador. En cambio, la del Norte, sólo un puñado de años posterior, ya fue totalmente distinta. Baste como ejemplo que en el Sur el mestizaje fue total, mientras que en el Norte, las culturas no se mezclaron y una acabó sometiendo y aislando a la otra.
Si se refiere sólo a la colonización de Hispanoamérica es inaceptable por ser sesgada.

Lamento decirlo, Don Carlos, pero me temo que su razonamiento está infestado de propaganda. Admito que es una propaganda elaborada y que a fuer de inyectarla durante años ha calado muy hondo.

Como muestra de que esa propaganda ha triunfado en su pensamiento está el convencimiento al que ha llegado usted de que tiene que pedir perdón.
¿Por “lo de América”? ¿Y qué hay de lo que hicieron sus antepasados fenicios cuando llegaron a la Península Ibérica?¿Y lo que hicieron sus tataratataraabuelos los moros durante la invasión? ¿Y lo que hicieron sus tataraantepasados durante la reconquista?

No recuerdo los protagonistas, pero en una discusión en televisión, un sudamericano no paraba de decirle a un español que “ustedes hicieron esto”, “sus antepasados hicieron aquello”… Hasta que el español se cansó y dijo: “mis antepasados, no. ¡Los suyos! Que mi familia nunca salió de Segovia.

Mañana, una vez me he sacudido este picazón de encima leeré su análisis de la colonización de Internet.

Saludos.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Articulo muy cierto y hasta profetico diria yo, pero hay una cuestion que falta agregar, y segun a mi parecer es importante, la colonizacion fue un hecho, el saqueo el robo, y de alguna manera la modernizacion (para unos cuantos) pero todo tiene un fin, poruqe la descolonizacion llego, y con ella la libertad, el imperio se derrumbo y de que manera, surguieron nuevos imperios, (Inglaterra, Austria Rusia etc) y tambien se derrumbaron, a internet le quieren poner reglas y leyes, surgiran nuevos heroes y caeran nuevos imperios, hasta que llegue algun otro evento que cambie el mundo; solo espero que cuando ese tiempo llegue, todavia exista un mundo que cambiar.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

“Mañana, una vez me he sacudido este picazón de encima leeré su análisis de la colonización de Internet.”

¿No sería lo lógico leerse el artículo y luego opinar?

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Menos mal que ha escrito su comentario, estaba abochornado con esa especie de aparente artículo tecnológico.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Mandibul, Gracias por tu comentario, estaba abochornado con la exposición hecha por Carlos Burges.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Yo sí he leído el artículo y sus argumentos y, en bastantes puntos, debo estar de acuerdo con la crítica que expone Mandibul.

Creo que hay que tener cuidado con reescribir la historia en nombre de los supuestos vencidos, porque no son éstos realmente quienes lo hacen, sino los mismos vencedores que han descubierto cómo seguir manipulando a la sociedad occidental actual: el sentimiento de culpa.

Por supuesto que se hicieron barbaridades. Por supuesto que antes de llegar los colonizadores, aquellos pueblos ya las hacían. Hay una frase en torno a la película “Apocalypto” que me parece muy reveladora: una civilización es conquistada cuando ha llegado a un punto determinado de autodestrucción. Con eso, no quito responsabilidad a los conquistadores. Así fue con egipcios, griegos, romanos, árabes, … La lista es larga.

Establecer un paralelismo entre esto e Internet sí es interesante, y ahí debo alabar el artículo original. Sin embargo, la pregunta importante creo que vuelve a ser la de la película: ¿ha llegado Internet a un grado de autodestrucción suficiente como para ser colonizada?

Ahí está la primera cuestión.

La segunda no es la política de la avestruz, pero… Ninguno de nosotros somos seres virtuales. No se trata de que no se puedan poner puertas al campo, sino de que no vivimos en Internet, sino en un mundo muy real, donde la Red debe ser sólo un medio de comunicación. Ese es el meollo. No es un territorio. Debemos luchar porque siga siendo un medio, y que sea accesible a todos.

Saludos.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Independientemente de las imprecisiones históricas, no graves, creo que es un buen artículo: es un paralelismo, un análisis de las mismas tácticas y circunstancias llevadas a nuestros días que demuestra que no hay nada nuevo bajo el sol y se siguen usando, elevadas a la enésima potencia, las mismas estrategias para momentos históricos que aparentemente no deberían guardar relación … pero la guardan.

Lo que no comprendo es cómo, sin leer el artículo (Mandibul), directamente se empieza a manipular la situación y que haya gente que lo jalee aparentemente sin haberlo leído.

A mi no me ha parecido malo, de hecho, es bastante revelador, y no debo ser el único al que se lo ha parecido: llego aquí desde un retweet del Bufet Almeida.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Exactamente: es un paralelismo. Y está bien llevado. Lo demás es perderse en disquisiciones históricas que como siempre. dependen mucho de cómo y quien interpreta la historia.

Mandibul
Mandibul
13 years ago

Sí me he leído el artículo.
Lamento que haya dado pie a la confusión mi forma de expresar que las referencias revisionistas me parecen desatinadas.

Quería llamar la atención sobre esa parte del artículo, sin entrar en la opinión del autor sobre Internet.

Saludos

Anónimo
Anónimo
13 years ago

A mi también me parece un artículo brillante, independientemente de la aproximación histórica. Es un gran paralelismo que me ha abierto los ojos al respecto de que la Ley Sinde es solo la punta del iceberg de lo que está ocurriendo, especialmente cuando recuerdo las patochadas de César Alierta hablando de Internet y cómo Google ha hincado la rodilla ante los proveedores. Está claro que nos están enfrascando en una guerra, la de los contenidos, que es una tremenda maniobra de distracción por objetivos mucho mayores: el control de internet.

Anónimo
Anónimo
13 years ago

Me aburren estos artículos llenos de filosofía personal y sin un dato o referencia si quiera…no es lo que espero encontrar en FAQ-MAC cuando entro, pero cada vez más parece que sirve de desahogo de algunos…

mikeunimac
mikeunimac
13 years ago

Tengo claro que en este artículo nada importa la precisión de la comparación, sino la realidad de la lucha de intereses respecto a Internet.
Un ejemplo:
En Elche mataron una red inalámbrica local que era gratuita mediante no recuerdo qué argumento legal.
Podíamos hacer videoconferencia dentro de los kms. de la ciudad pagando sólo el coste de la electricidad de nuestras antenas, p.e..

Bueno, lo que más ganas tengo de hacer es agradecer a faq-mac el que son deliciosamente reflexivos. Un placer despertar con vosotros (para los que no se educan más allá de las aulas, explico que no me refiero a que leo las noticias por las mañanas, sino que la lectura de los artículos que sólo encuentro en faq-mac, consigue que mi mente encuentre respuestas y relaciones lógicas que me interesan mucho.)

Me gustan también los sitios que “sólo” informan de novedades y dan trucos, pero este sitio se está dirigiendo a un punto de sublimación intelectual que es mucho más interesante.

Bravo, redactores.

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