Un estudio elaborado por la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos asegura que el uso de teléfonos móviles, ordenadores portátiles o consolas puede afectar a la capacidad para dormir de sus usuarios.
Y no se refiere precisamente a que no puedan dormir pensando en las próximas actualizaciones, los problemas de seguridad o ese email importante que nunca llega, sino más bien a causas fisiológicas por las que los gadgets alteran a sus usuarios.
Según este estudio, usar los dispositivos justo antes de irse a dormir aumenta el estado de alerta y suprime la liberación de melatonina (hormona que induce el sueño) por exponer al individuo a la luz artificial. Más información en Inquirer