Probando el iPod mini, por Silta

En faq-mac se han enterado,

breve crónica de lo sucedido.

Un joven amigo llamado Borja, a una amiga común encargó que en su viaje a Nueva York le trajera su ansiado iPod. Ya que era en Nueva York -donde sí hay-, que es algo más barato y que sólo lo quiere para música decidió que fuera un iPod mini.

La primera sorpresa: la inútil de esta amiga no hizo fotos de la Apple Store del Soho; “pa matarla”. La segunda sorpresa, lo puedes escoger azul o azul, no me queda otro color. Me lo llevaré Azul, dijo ella. El precio, al cambio, 232€. 249$ más impuestos (279$). No lleva base y lleva cables USB y FireWire (algo que no lleva el de 15 GBs, cable USB).

La verdad es que es muy bonito en azul, aunque no se si más o menos que en otros colores. El acabado del aluminio anodizado (brushed metal) mola un montón y seguro que se estropea menos que el acero pulido en la trasera del iPod anterior. El 3ª generación que véis en las fotos es mi iPod 15 GB (bueno era, mi mujer lo descubrió hace unos días y me sugirió regalárselo) con el que pude comparar esa joyita de iPod mini y, aunque es cierto que yo soy un poco bruto, en 2 meses dejé la trasera hecha cisco.

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Comparando

Siempre he pensado que los botones del iPod de la tercera generación son horrorosos, así que ese cambio en el iPod mini, volviendo a una rueda con los botones integrados me parece un gran avance. Es sorprendente como soporta diferentes presiones, puesto que el botón no es una pieza independiente de la rueda sino que se integra en la misma, de modo que puedes pasar el dedo por encima del botón en el desplazamiento por una lista y no se activa. Luego lo presionas específicamente y actúa. Una maravilla de la ingeniería.

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Por lo demás, el funcionamiento es como el de cualquier iPod: sencillo, elegante, cómodo y perfecto. El sonido.., pues para mi suficiente -que hay mucho freak, que quiere alta fidelidad para andar por la calle o ir en el coche (lo que quita toda la fidelidad)-. Suena igual que el iPod (a mis oidos) y los auriculares son aparentemente los mismos. Sí es posible que al venir de USA sonara más alto, porque reñimos al chaval para que lo bajara que se iba a quedar sordo.

En cuanto al tamaño (que parece ser que importa) es menos de todo: ancho, alto y profundo, pero sin llegar a a ser algo tan pequeño que resulte incómodo. Ligeramente más alto que ancha una tarjeta de crédito y más estrecho que alta una tarjeta, el iPod mini se maneja con gran facilidad y comodidad. Aún con una pantalla sensiblemente más pequeña.

En lo referente a su funcionamiento, con mi iMac… perfecto! Lo único es que se monta en el escritorio con icono de disco, no de iPod, porque es de PC. Ya, ya, qué queréis… no es mio, si no sería un iPod maquero. Pero os cuento una cosa, creo que sí ayuda a vender más Macs el iPod, por lo menos con iTunes 4.5 para PC.

Experimentando en la pecera

Todo lo bien que funcionó con el iMac, ni de coña con el iTunes en un PC “barebone” recientillo. Y tampoco con la pecera de Navidades “full-equip” del propietario. El caso es que instalamos el último iTunes para que funcionara todo mejor, pero daba varios problemas:

1.- Alternativamente y a gran velocidad, recién conectado el iPod, decía que no lo desconectáramos y que ya lo podíamos desconectar. !!!

2.- Ralentizaba el iTunes cuando tratabas de reproducir desde el iPod. Supuestamente funcionando por USB 2.0. Hasta que lo colgaba. Un horror utilizarlo en el PC, algo exagerado.

Esta tarde me ha dicho que ya va bien de todo, explicándome un montón de cosas complicadas sobre el botón derecho y las iPod options. Son peceros y se complican la vida. Yo en mi iPod arrastro un album, un tema o una lista de reproducción y a volar.

Vaya que igual cuando le pillan el tranquillo los peceros se acostumbran a hacer difícil lo fácil y no se venden más Macs, pero este chico la otra tarde me decía que qué costaba un Mac.

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Resultado

En fin… ¿cuál quedarse? La cuestión es que el iPod mini entra por la vista. Es una pasada. Y, la verdad, poder llevar 100 CDs de 10 canciones no está nada mal. Es música como para no aburrirse. Pero si quieres llevar el contenido de un par de DVDs (ya me explicaréis para qué) pues se queda corto, muy corto. Así que el iPod mini es una pasada para llevar sólo música pero si te planteas la compra de un iPod como un disco duro que además reproduce “.mp3”, la mejor opción precio-capacidad es el iPod “grande” (al menos el de 15 GBs). En fin, como siempre, hay que elegir entre un diseño más simple y eficaz (a mi juicio) o una compra equilibrada en capacidad-precio.

El iPod mini en mi opinión es “o sea, ideal”, pero una pijadilla menos práctica que el iPod.