Se me había quedado esta anotación en el tintero, pero es importante, sobre todo si te mueves en entornos donde la mayoría de la gente tiene iPhone.
Desde la llegada de iOS 16.2, ya no puedes tener permanentemente activado Airdrop para aparecer en la red de cualquier iPhone o iPad que esté en las cercanías.
Personalmente siempre lo tenía así, abierto a todo el mundo. Primero porque si te mueves en grupos de gente para ir a sitios a los que conoces circunstancialmente y hacen fotos, era una forma fantástica de no tener que interactuar con ellos nada más que para recibir la imagen, sin tener que recoger sus datos personales -sabiendo que muy probablemente nunca van a superar ese nivel de “coincidencia puntual”. Y por otro, sinceramente, nunca me han enviado spam a través de AirDrop y, si lo hicieran, hasta me haría gracia.
Pero se ve que no es políticamente correcto, y había gente enviando fotos inapropiadas a desconocidos. Dado que no sabes quién es el receptor (sólo aparece en tu red) supongo que es más por el escándalo y la perturbación que por presumir de algo, ya que seguramente no vas a ver su reacción, ni tienes forma de saber si has causado risa, llanto… o arcadas.
Así que Apple, ese padre que nunca hemos pedido, pero que aparece de vez en cuando para imponer sus reglas -también lo hemos visto en muchas películas americanas, eso de “es mi casa, son mis reglas”, ha decidido imponer un control “parental” en esto de tener AirDrop abierto a cualquier desalmado que transite en nuestras cercanías, y ha puesto una limitación de diez minutos a la apertura total.
Comprenderás que básicamente sólo nos ha puesto más trabas a los que queremos tenerlo abierto, obligándonos a visitar cada diez minutos los ajustes.
Qué se le va a hacer. Ahora por omisión se pone en “Sólo para contactos” y si lo pasas a “Todos durante diez minutos”, pues eso, a los diez minutos volverá a solo para contactos. Doy por hecho que no lo tienes desactivado.
Lo más lógico, si Apple fuera un padre dialogante y comprensivo, es que esta nueva opción fuera “además de”. Es decir, dejar a aquellos que no quieren sorpresas poner una limitación de diez minutos (¿por qué diez minutos y no cinco o quince?) y los que vivimos inconscientemente felices con nuestras barreras bajadas, seguir así, dejando que cualquiera que lo desee pueda intentar enviarnos algo.
En cualquier caso, tenemos que aprobar el envío antes de que se produzca, así que si no conocemos quién nos manda qué, podríamos denegar la transferencia.
Pero bueno, era para que lo sepas. Que ahora, pasados diez minutos, tienes que activarlo deliberadamente, y si estás con extraños, tienes que cambiarlo de Contactos a todos.
Dicho queda.
