Tal día como hoy, hace treinta años, Steve Jobs, el soltero de oro, el personaje que había rehuido toda su vida el compromiso, celebró una ceremonia de unión con Laurene Powell.
Fue una ceremonia un tanto atípica, en consonancia con la trayectoria y las creencias/influencias del visionario de la tecnología.
Amigos y la familia estuvieron presentes en la ceremonia, que tuvo lugar en el Hotel Ahwahnee del Parque Nacional de Yosemite.
Jobs conoció a Laurene Powell en Octubre de 1989, poco después de presentar el ordenador de NeXT Computer. Did una conferencia en la Stanford Business School, llamada “View From the Top” (Una vista desde las alturas).
Laurene Powell, que estaba terminando los estudios en la escuela de negocio, llegó tarde a la conferencia y tuvo que sentarse en la primera fila. Una vez terminada la conferencia se quedó charlando un rato con Steve Jobs.
Steve Jobs tenía que ir a una cena formal, pero se quedó tan … ¿prendado? de Laurene que canceló su asistencia y le pidió que salieran a cenar.
A partir de ahí comenzaron a salir, y Steve Jobs le pidió en matrimonio el primer día de 1990. Sin embargo, muy en la línea de Steve Jobs, una vez que consiguió el «sí» ya no volvió a mencionar el compromiso.
Después de meses de desencuentros, Steve Jobs compró el anillo que formalizaría el compromiso en Octubre de 1990.
La boda de Jobs-Powell se celebró el 18 de Marzo de 1991. Unas cincuenta personas fueron invitados, incluyendo el padre adoptivo de Steve Jobs, Paul Jobs y su hermana Mona Simpson.
La ceremonia fue presidida por el monje budista zen Kōbun Chino Otogawa, que golpeó un gong y encendió incienso, dejando a los presentes algo desconcertados.
Después de la ceremonia, el grupo disfrutó de una tarta nupcial vegana con la forma de la montana Half Dome, en el propio parque Yosemite. Después hicieron una excursión por la nieve.
En el momento de la boda, Laurene Powell estaba embarazada del primer hijo de la pareja, Reed. Después tendrían dos hijos más, Erin Sienna y Eve.
Jobs y Powell se mantuvieron unidos hasta la muerte de Steve, a los 56 años, a finales de 2011.
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