iSad, tributo a Steve Jobs. Por Raúl Rodríguez

Llevo días esperando. Quería dejar pasar unos días para ponerme a escribir. No quería hacerlo en caliente. Ha llegado el momento. Todavía me cuesta creer que haya muerto. Cómo nos has podido hacer esto, Steve. Dejarnos ahora, así, de esta manera :)… Steve llevaba 7 años luchando contra el cáncer. Yo tenía la sensación de que, no sé… de que todavía quedaba mucho tiempo. Es verdad que cuando anunció que dejaba la dirección ejecutiva de la Compañía, empecé a pensar que su estado de salud podría ser muy delicado, pero la verdad es que no esperaba un desenlace tan rápido. Ahora mismo, recuerdo muchas cosas… reflexiones, presentaciones, campañas de marketing… la guerra con la todopoderosa IBM, en los 80, o la omnipresente Microsoft, en los 90… la resistencia llegó a niveles de verdadera épica… Ha muerto Steve Jobs. Una de las personas que más admiraba y todo un referente para mi generación.

Para muchas personas, entre las cuales me incluyo, es como si se hubiese muerto John Lennon, Bob Marley o Michael Jackson. Una figura irrepetible, que deja un gran legado tras de si, pero también un enorme vacío, imposible de llenar. Porque, por mucho que se nos diga que nadie es imprescindible, la realidad es que hay personas que sí lo son. Hay personas que cambian el Mundo, que cambian la Historia. Y, cuando se van, ya nada es igual. Steve Jobs era una de esas personas. Capaz de ir dos o tres pasos por delante de los demás. Capaz de ver cosas que otros no eran capaces ni de intuir. Cuando tú ibas, él ya había vuelto y te acompañaba por el camino jajaja :).

Algunas personas dicen que hizo productos que les cambiaron la vida. A ver, cambiarte la vida… no estoy de acuerdo.

Lo material no es tan importante. Un ordenador, un iPod, o un iPhone, no pueden cambiar la vida de nadie. Lo que realmente cambia tu vida es lo que haces en ella. Lo que luchas. Lo que afrontas. Las decisiones que tomas y los movimientos que haces. Lo que realmente marca la diferencia, es lo que haces y la actitud que tienes en la vida, no usar un ordenador o un teléfono de una determinada marca. No demos a las cosas más importancia de la que tienen. Steve era muchas cosas. Para muchos era un referente. Una persona que inspiraba en sus presentaciones y con los productos que creaba. Todo era importante para él. Todo. Hasta los detalles más aparentemente banales e insignificantes.

Steve me inspiraba. Sí, me inspiraba. Es un orgullo poder decirlo. Es un orgullo poder decir que tuve la suerte de conocer sus ideas, su manera de pensar. Su forma de ver y entender la vida. Porque es importante que haya personas que te inspiren y te hagan pensar que, sí, que tú también puedes hacerlo. Para otras personas, en cambio, Steve era un déspota. Una persona que se aprovechaba del talento de sus ingenieros, y un charlatán que sabía vender mejor que nadie la chatarra electrónica que su empresa creaba. Todos tenemos defectos y virtudes. Todos tenemos una historia, un pasado, lleno de luces y sombras. Steve no era el santo que muchos nos han querido vender. Pero tampoco era el anticristo que a muchos otros les ha interesado mostrar.

Steve Jobs era, para mí, por encima de todo, una persona que amaba profundamente lo que hacía. Estaba enamorado de su profesión y de Apple, su empresa. La empresa que creó de la nada, con 4 cañas, en el garaje de la casa de sus padres. 35 años después, aquél bebé, por el que tanto luchó, que empezó a dar sus primeros y titubeantes pasos en aquel garaje, es la segunda empresa más valiosa del mundo. Hacer lo que le gustaba, sentir pasión por lo que hacía, ÉSE era el verdadero secreto de su éxito. La pasión impregnaba todo lo que hacía. Y eso le ayudó a superar todos los obstáculos que la vida iba poniendo en su camino. Cuando reflexionaba sobre su vida, sobre las cosas que había hecho y las decisiones que había tomado, me inspiraba. Su célebre discurso a los estudiantes de la Universidad de Stanford, me acompaña siempre. Pase lo que pase y vaya a donde vaya. Desde que lo escuché, intento unir mis propios puntos. Encajar las piezas de mi rompecabezas. De momento, sin éxito 🙂 Steve Jobs era electrónica, programación, trabajo… era compromiso, dedicación, lealtad… era creatividad, diseño, ilustración, arte… era… era CULTURA.

Para muchas personas, era un visionario, una persona adelantada a su tiempo. Un genio. Steven Spielberg ha llegado a decir de él que era el mejor inventor que ha habido desde Thomas Edison. Que alguien como Spielberg diga algo así, te ayuda a hacerte una ligera idea de la dimensión que tenía la persona en cuestión. Otras personas no menos importantes lo han llegado a calificar como el Leonardo da Vinci del Siglo XX. Para mi, era una persona que tenía un don. Sí, un don. Eso es algo que no se aprende. No se enseña en ninguna universidad. Se tiene o no se tiene, y él lo tenía. Steve nos enseñó que el camino más fácil entre dos puntos era la línea recta :). Que eso no era sólo una teoría. No, porque él era capaz de hacerlo realidad. Él podía hacerlo. “Voy a hacer un teléfono que tenga un solo botón. Por mis cojones”. Y el tío lo hacía, lo conseguía :).

Para Steve, lo importante no era crear un ordenador que tuviera no se cuántas gigas de disco duro, no se cuántas gigas de memoria RAM y una pantalla de no se cuántos millones de píxeles. No, lo importante era lo que ibas a hacer con ese ordenador y qué ibas a sentir haciéndolo. No era una cuestión de cantidad. Era una cuestión de calidad. Si creas una experiencia de usuario muy satisfactoria, lo que haces acaba trascendiendo lo físico, para entrar en el terreno de lo emocional. Todo era, por lo tanto, una cuestión emocional. Se trataba de llegar a la gente a través de las emociones, no a través de todo el dinero que, supuestamente, ibas a ganar usando sus productos.

A Steve no le importaba el dinero. Obviamente, el producto, al final, se tenía que vender, claro, pero él no hacía las cosas por dinero. Buscaba la excelencia, la perfección… el ARTE. Obsesionado con los pequeños detalles y la perfección, era capaz de cancelar el inminente lanzamiento mundial de un producto o retirar del Mercado uno ya existente. ¿Y por qué?, pues porque, para él, no era lo bastante bueno :). Muchas de sus creaciones iluminan el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MOMA. Porque sus creaciones, como el iMac G3, o el Cube, eran verdaderas obras de arte del diseño industrial.

Las escuelas de negocios y las facultades de comunicación, deberían estudiar sus presentaciones y sus campañas de marketing. En caso de que no lo hagan ya, claro :). Dominaba el escenario y los tiempos como nadie. Sabía cómo atraparte, cómo atraer tu atención, desde el principio hasta el final. Era uno de los mejores comunicadores que he visto en toda mi vida. Transmitía y contagiaba su entusiasmo. Decir que Steve Jobs era una persona inteligente es una obviedad. No, yo, más bien, diría que estaban las personas inteligentes y, después, comiendo aparte, Steve Jobs 🙂

… Supongo que todos, alguna vez, hemos tenido la sensación de que, si hacíamos tal o cual cosa, íbamos a aportar nuestro granito de arena, hacer nuestra modesta contribución, para cambiar el Mundo. Steve no era una persona como todas las demás. Porque las personas como tú, que me estas leyendo ahora, y yo, difícilmente vamos a ser capaces de cambiar el Mundo. Pero él SÍ que era capaz. Él podía hacerlo. Cambió el Mundo. Porque tenía todo lo necesario para hacerlo. Tenía los medios y no sólo eso. Porque tener los medios no es suficiente. También tenía la actitud, la motivación, las ideas, la experiencia… y un equipo de colaboradores increíble. Hacían, y hacen falta, más personas como él. Personas capaces de inspirar a los demás, de demostrar que todo es posible. Es por eso que pienso que su muerte es una gran pérdida. Todas las muertes lo son, claro, pero esta lo es especialmente. Se ha ido una persona que, a su manera, haciendo lo que mejor sabía hacer, era capaz de conseguir que el Mundo fuera un lugar mejor para vivir.

Pienso que todos deberíamos intentar imitar, dentro de nuestras posibilidades, claro, todo lo bueno que tenía. Todo lo bueno que hacía. Tenemos que LUCHAR, para ser capaces de hacer algo que nos guste. Para encontrar nuestro sitio. No hay que conformarse. No hay que rendirse nunca. Hay que esforzarse, para mejorar cada día, en lo personal y en lo profesional. Todo el mundo debería saber que Steve Jobs no nació en el seno de una familia rica y adinerada. Por lo tanto, no heredó NADA de nadie. Nadie le regaló nada. Todo lo que consiguió, lo consiguió a base de currárselo, de currárselo mucho. Con los medios que tenía y como podía. Voy a decir más: su madre biológica no quiso hacerse cargo de él. Sí, era huérfano, y fue adoptado por una pareja de clase media. Lo que quiero decir con todo esto, es que los orígenes de la persona no tienen porqué determinar su futuro. No tienen porqué marcar la diferencia que hay entre el éxito y el fracaso. Steve Jobs era y es la prueba de que todo el mundo puede hacer grandes cosas en la vida. Todo el mundo. No hace falta ser rico, hijo de una persona importante o heredar una gran fortuna.

No, el secreto está en luchar. En trabajar. En esforzarse cada día para ser un poco mejor. Steve nos enseñó que, si trabajas duro y confías en ti mismo, todo es posible. Esta es, seguramente, de todas las muchas cosas que nos llegó a enseñar durante su vida, la más importante. Para mi, es lo más valioso del enorme legado que nos ha dejado. El destino, el futuro o como lo quieras llamar, depende de nosotros. Está en nuestras manos. En las manos de todos y cada uno de nosotros. Podemos escribirlo y cambiarlo cada día. Siempre hay esperanza. Siempre. No hay que rendirse nunca. Las cosas siempre se pueden cambiar. Gracias, Steve. Por ser como eras. Por inspirarme. Por ayudarme a aprender cosas que nunca olvidaré. Por todo.

Ya te echamos de menos. Raúl.

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Anónimo
Anónimo
12 years ago

Yo creo que si, míralo desde el punto de vista de los discapacitados, a ellos si les cambio la vida enormemente al usar un ipad, a los niños la forma en que aprenden…….hay a muchas personas que les cambió la vida.  Saludos desde Colombia

Anónimo
Anónimo
12 years ago

hice este video homenaje, espero que les guste, saludos. http://www.youtube.com/watch?v=XKk7HuL4rH8

erretxea
erretxea
12 years ago

Un amigo que vio el artículo de Faq-mac antes que yo me lo envió.

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