El Parlamento Europeo ha votado apoyar las recomendaciones del Comité de la Unión Europea sobre el Mercado Interno y la Protección al Consumidor sobre el «Derecho a reparar», incluyendo un sistema de etiquetado obligatorio en productos electrónicos de consumo que ofrezca información explícita sobre el nivel de reparación y la duración estimada del producto (iFixit)
La propuesta pedirá que la Comisión de la Unión Europea «desarrolle e introduzca etiquetas obligatorias que ofrezcan una información Clara, visible y fácil de comprender a los consumidores sobre la duración estimada de la vida útil del producto y el nivel de reparación que permite el producto en el momento de compra». Esto incluirá una puntuación de reparación que deberá mostrarse en un lugar visible en el punto de venta. Francia podría ser la pionera si desarrolla la normativa que tiene planeada para la puntuación de reparación en teléfonos móviles, ordenadores portátiles y otros productos a partir de Enero de 2021.
«Al hacer suyo este informe, el Parlamento Europeo está mandando un mensaje claro: crear un sistema de etiquetado universal que indique la durabilidad y combata la obsolescencia prematura en toda la Unión Europea es el camino a seguir» dice David Cormand, parlamentario europeo francés, perteneciente al grupo de los Verdes.
Según una reciente encuesta realizada en la Unión Europea, el 77 por ciento de los ciudadanos de la UE preferirían reparar sus dispositivos en vez de tener que cambiarlos por uno nuevo y el 79 por ciento piensa que los fabricantes deberían estar obligados por ley a facilitar la reparación de los dispositivos electrónicos o a permitir que se puedan sustituir piezas individuales.
«Esperamos que esto se traduzca en una acción determinante para la creación de una calificación obligatoria de reparabilidad para todos los productos eléctricos y electrónicos que se vendan en la Unión Europea, para ayudar a que los ciudadanos europeos puedan comprar con confianza» ha manifestado Ugo Vallauri, Co-fundados del Restart Project y de la Campaña europea por el derecho a reparar.
Apple ha sido criticada de manera repetida por los desproporcionados precios que cuestan las reparaciones, como los 79€ que cuesta reparar el HomePod mini (que cuesta 99€ nuevo) y los límites arbitrarios en las reparaciones, como impedir la reparación de cámara del iPhone 12, al no permitir que se acceda a la app System Configuration de Apple.
El Comité de control medioambiental del parlamento británico ha publicado un informe acusando a Apple de crear una «cultura del desperdicio» a base de «productos de vida corta».
La propuesta de la Unión Europea es probable que haga florecer todo un sistema de políticas orientada a la facilidad de reparación y de categorización del nivel de reparación que permite cada producto, pero aún está por ver cómo podrá la Comisión Europea crear un sistema que vincule a los fabricantes y que haga cumplir el mandato de sus ciudadanos.
Hay una corriente que está cogiendo cada vez más fuerza con respecto a la vida útil de los productos informáticos, que recibe el nombre de alargascencia, que tiene como objetivo alargar la vida útil de los dispositivos reparando y cambiando las piezas que sean necesarias.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.