Tim dice que eso de mezclar el Mac y el iPad, nones

«No creemos en diluir el uno por el otro«, dijo Cook, hablando con Peter Wells, del diario The Sydney Morning Herald. «Una de las razones por las que ambos son increíbles es porque los empujamos a hacer lo que hacen bien. Y si empiezas a fusionar los dos… empiezas a hacer compensaciones y compromisos

«Así que tal vez la compañía sería más eficiente al final del día, pero no se trata de eso«, agregó. «Se trata de dar a la gente cosas que puedan usar para ayudarles a cambiar el mundo o expresar su pasión o su creatividad. Así que esta fusión en la que algunos están obsesionados, no creo que sea lo que quieren los usuarios«.

Cook reiteró que generalmente usa un Mac en el trabajo, y usa un iPad en casa y para viajar, pero agregó «Uso todo y amo todo«.

El jefe de Apple también reveló que un Apple IIc, lanzado en 1984, fue su primer ordenador. «Primero lo usé para un proyecto, como estudiante de último año en la escuela de ingeniería, haciendo un programa de control de inventario o para un negocio de alquiler que estaba cerca«, dijo Cook, quien se especializó en ingeniería industrial en la Universidad de Auburn.

Los comentarios de Cook se hacen eco de los que compartió con el Irish Independent en 2015, cuando dijo que Apple no está interesada en crear un «Mac y iPad convergentes«.

«Lo que eso terminaría haciendo, o lo que nos preocupa que suceda, es que ninguna de las dos experiencias sería tan buena como el cliente quiere. Así que queremos hacer la mejor tableta del mundo y el mejor Mac del mundo. Y la unión de esos dos tampoco lo lograría. Comenzarías a comprometerte de diferentes maneras

One Comment

  1. Yules

    Yo sigo sin entender la obsesión con que los sistemas operativos sean multidispositivo, especialmente porque puedan ejecutarse en máquinas que apenas podrían con ellos ¿Y luego qué, el Photoshop y el Autocad con los deditos? Pero si los sistemas operativos de escritorio son un cáncer, una aberración de tejidos hipertrofiados para que luego el usuario use el Word como si fuera una máquina de escribir.

    Yo tengo un portátil con Windows 7 que, gracias al SSD con el que reemplacé su HD, pide la contraseña en 16 segundos (porque «arrancar» es otro tema, la letra pequeña de la que nadie habla). Como lo uso de higos a brevas, me doy con un canto en los dientes sí han pasado sólo 20 minutos hasta que me deja escribir la primera coma (una de las últimas veces pasó una hora porque empezó a írsele la pinza al antivirus y lo tuve que cambiar por otro después de media hora de congelaciones arbitrarias y mensajes de error). Si fuese una tableta ¿Lo podría tener en reposo en un cajón como tengo los iPads? Yo no quiero eso en una táblet. Una de las peores compras informáticas de mi vida fue una Blackberry Playbook, antes de que existiera el iPad Mini. En unos días me di cuenta de que no podía dejarla en stand-by como el iPad porque de un día para otro podía haber fundido entre el 30% y el total de la batería. Sí la apagaba, tardaba 3 minutos de reloj en volver a arrancar, más que mi portátil de entonces y sólo eso la convirtió en un trasto inútil.

    Yo insistiría, porque creo que ya lo he dicho alguna vez, en que lo importante es la compatibilidad entre los documentos que generan las aplicaciones: que aunque la aplicación para táblet no tenga todas las opciones de la de escritorio o algunas opciones se ejecuten con una lentitud que desaconseje su uso, puedan abrir el documento generado en la aplicación de escritorio sin pérdidas, permitan modificarlo, guardarlo y exportarlo y pueda volver a abrirse en la versión para escritorio sin pérdidas. También esto podría incluir que táblets y sistemas de escritorio pudieran hacer edición colaborativa gracias a la nube.

    En este sentido, creo que Microsoft lo ha hecho bastante bien con sus aplicaciones para táblet, que no son en absoluto lo mismo que las de escritorio pero respetan los documentos independientemente de la máquina en la que se generaron. Aún así, no se puede comparar la experiencia de la edición con los dedos en un Word o un Excel de táblet con la de un ratón en escritorio, por ello creo que la concesión que han terminado haciendo en táblets con el lápiz, tarde o temprano, debería hacerse con un modo-ratón, con ratones inalámbricos ultraportátiles, que activasen un puntero al ser conectados, porque esto, no sólo daría muchas facilidades en la edición de documentos, sinó que sería un gran puente para la migración de aplicaciones de escritorio.

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