Rome: Total War es un videojuego de estrategia en tiempo real de la desarrolladora británica Creative Assembly, perteneciente a la serie de videojuegos Total War, de esta misma empresa, publicado en 2004.
El juego trata sobre los principios del aumento del poder de Roma, en el 270 a. C., y el jugador ha de encaminar su facción hacia la dominación del imperio. Todas las facciones a escoger son romanas (aunque si se derrota alguna facción, podrá ser elegida al inicio de una nueva campaña), familias que influyeron en algún momento en la historia de Roma: los Brutos (Brutii), los Julios (Julii) y los Escipiones (Scipii). Cada una de ellas comienza en un lugar diferente y cuenta con distintos objetivos: los Brutos comienzan al sur de Italia, y deben conquistar Grecia; los Julios en el norte de Italia y deben conquistar algunos enclaves galos y Cerdeña; y los Escipiones comienzan con una ciudad en el centro de Italia y otra en Sicilia y deben conquistar Sicilia, y más tarde, Cartago. Cuando la familia que diriges se vuelve demasiado poderosa puede marchar sobre Roma e iniciar una guerra civil.
Rome: Total War combina la estrategia de gestión por turnos y batallas en tres dimensiones y en tiempo real. El apartado gráfico es muy atractivo.
El juego está situado cuando el poder de Roma crecía hasta el fin de la República Romana con diversas facciones de la época. Hay 2 diferentes modos para jugar: Campaña y Batalla. Y también batalla histórica/rápida/personalizada.
Las campañas consisten en un mapa en que tu objetivo principal es conquistar todo. Hay dos tipos de campaña. Los hijos de Marte (tutorial) es en el siglo IV a.C, el Senado ha cedido un ejército a la familia romana de los julios para que conquisten tierras para el Senado. Básicamente es una campaña para aprender. La Campaña Imperial se inicia en el 270 a. C. Abarca toda Europa, el Norte de África y Asia Menor. Al principio solo se pueden jugar las facciones romanas (ver sección de Facciones) pero se puede desbloquear algunas de las facciones conquistando el último de sus enclaves. Hay dos tipos de objetivos: La Campaña corta, que es conquistar 15 provincias o tener al menos un enclave cuando ciertas facciones desaparezcan (depende la facción usada) o la Campaña larga, que es tener 50 enclaves y conquistar la ciudad de Roma.
Rome: Total War permite a los jugadores luchar en diferentes escenarios históricos. El jugador toma el control de un general del ejército al que superan en número o perder, y debe luchar duro por la victoria. Los Tutores ayudan en este tipo de batallas.
En el iPad
Una de las grandes ventajas del iPad es que ha ido creciendo hasta hacerse lo suficientemente mayor y poderoso como para ejecutar juegos de este tipo con bastante fluidez. Total War requiere un iPad Air de primera generación o superior, un iPad mini 2 o superior, o cualquier iPad Pro, así como algo menos de 4GB de espacio libre para instalarlo. Necesitarás tener iOS 9.3.5 o superior.
ROME: Total War es una portabilidad completa para iPad, por lo que retiene todo el espíritu del juego original, llevado ahora a un dispositivo portátil. Esto, claro, tiene su precio: como cualquier juego AAA, la batería sufre con lo que es necesario tener claro que vamos a tener una ubicación donde recargar el iPad o llevar una batería portátil.
La jugabilidad es a veces, compleja, sobre todo la selección de unidades en el campo de batalla y su orientación cuando hay muchas, por lo que hay que estar muy atento a los gestos multitáctiles durante las campañas y la curva de aprendizaje no es precisamente suave, requerirás de tiempo para acabar de cogerle el tranquillo al juego aunque la aplicación te ofrece un tutorial para que te acostumbres a los elementos y movimientos básicos que luego utilizarás durante el juego. Feral ha trabajado mucho en la gestión del interfaz táctil para el iPad, y ha creado una sección especial dentro del minisite en la que explica cómo se ha desarrollado este cambio entre una interfaz para ordenador y la que corresponde al iPad.
ROME: Total War está disponible en la App Store al precio de 9,99 euros y será para muchos una compra obligada, no solo por su precio, sino por tener en la punta de los dedos un gran clásico con el que echar horas y horas de diversión.
