Es realmente difícil describir un juego como Agar.io (este enlace). Por su aspecto y sencillez tiene todo el aspecto de remontarse a la antigua era de la informática, en la época de los procesadores 68030 y 040, LCII y Macs que posible no has visto en tu vida.
Pero tiene algo atrayente, además de ser gratuito, y es que es capaz de captar nuestra atención con una jugabilidad aparentemente sencilla, una carga inmediata y una capacidad de adicción que ya le gustaría a Angry Birds.
Agar.io suele describirse como un “MMO”, pero es en sí un arcade de partida rápida. Empezarás como una sola célula, sí, un organismo microscópico, una especie de bola de color. El objetivo es simplemente absorber células más pequeñas, crecer de tamaño, y vivir tanto tiempo como le sea posible. Por el camino te encontrarás otros jugadores, ya que es un juego multijugador en red (necesitas conexión a internet para jugar). Si su célula es más grande, serás absorbidos. Si la tuya es más grande, corre a por el y cómetelo. Si te absorben, se acabó el juego y empezarás desde el principio.
Al ser un juego en línea, la mayoría de esas otras células que pugnan por comer y ser comidas son en realidad otros jugadores y la cosa puede ponerse muy intensa y competitiva, ya que estás continuamente rodeado por jugadores dispuestos a digerirte mientras otros huirán de ti para evitar ser comidos. A esta mecánica simple se añade la posibilidad de que puedes “dividirte en dos” y realizar ataques por velocidad.
Cuando hay tantos jugadores y decisiones a tomar en pocos segundos, empiezan a aparecer tus propias estrategias de juego aprendidas a base de repetir y repetir partidas.
Para moverte por la pantalla solo has de mover el cursor o en el caso de la aplicación móvil, tocar en la pantalla, con la opción de disparar pedazos tu célula o dividirte en dos entidades. Además, hay un zonas neutrales para esconderse, pero es siempre una apuesta, ya que puede ser un enemigo más grande esperando allí dispuesto a absorberte. Una vez más, la premisa es absurdamente simplista, pero hay un montón de estrategia en el juego.
Agar.io es divertido de jugar más allá de las primeras partidas porque tiene personalidad y puedes añadir la tuya a la partida. Los jugadores pueden usar emblemas y frases en sus células individuales, permitiendo así localizar a jugadores que nos fastidiaron una buena partida y perseguirlos para acabar con ellos.
Agar.io es uno de esos juegos que aparentemente no requieren mucho esfuerzo de aprender por su mecánica simplista, pero son tan adictivos que solo esperas echar “una más”, “la última” y así hasta que te das cuenta que has echado un par de horas persiguiendo células. Y ya viciado, buscas cosas como por ejemplo, skins para el juego y personalizar más la experiencia.
Puedes probar el juego (en una web donde encontrarás otros muchos juegos) y ya nos contarás si esos 5 minutos para echarle un vistazo no se han convertido en media hora. O puede que más.
