El tamaño del equipo de investigación de Siri, por ejemplo, se ha triplicado o cuadruplicado en los últimos años según Reuters y aún así hay 100 puestos de trabajo para expertos en aprendizaje de máquinas, un subcampo de la inteligencia artificial para el desarrollo de tecnologías que permitan tomar decisiones a una máquina basándose en el análisis de acciones anteriores o datos.
El problema es que Apple protege celosamente los datos de los usuarios y por lo tanto, a muchos investigadores no les resulta especialmente atractivo trabajar con la compañía de Cupertino al disponer de muestras muy pequeñas de información en campos muy específicos. Con servicios como Mapas, que eliminan los datos anteriores cada 15 minutos, resulta complejo disponer de datos de usuarios, lo que acaba siendo un problema para estos especialistas que necesitan de esa información para poder comprobar sus desarrollos.
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