La nueva generación presentada por Apple del Mac Mini ha conseguido enfurecer a los usuarios de ordenadores de Apple. El Mac Mini, un ordenador que Apple retiraría si pudiera, responde a una solicitud del consejo de accionistas que pidió en su momento un Mac que fuera accesible a aquellas personas que estaban interesadas en comprar un ordenador de Apple pero que no estaban dispuestas a hacer una gran inversión. Con ese espíritu (y la desgana de Apple) nació el Mac Mini, un patito feo en Cupertino que desde el primer momento ha conseguido reunir a una comunidad de fieles usuarios entre los que me incluyo.
El Mac Mini, en sus primeras versiones (con G4) era una máquina que tenía graves problemas de rendimiento. De hecho, ha habido que esperar varias generaciones (por no decir muchas) conforme Apple ha ido actualizando (de tarde en tarde sería la expresión más adecuada) este pequeño ordenador para empezar a conseguir un rendimiento aceptable y razonable sobre todo para uso general y en la mayoral de los casos administrativo. En 2011 y 2012 el Mac Mini comenzó a ser una opción que empezó a aglutinar a una mayor cantidad de usuarios ya que el devenir de actualizaciones empezó a ofrecer dentro de la pequeña caja de este ordenador el hardware suficiente como para que con algunos pequeños retoques se convirtiera en una máquina como para no tener que comprarte un iMac y simplemente apostar por un Mac competente en términos generales para los siguientes 3 o 4 años en un entorno de uso general con la suficiente potencia como para cumplir expectativas razonables de uso.
“Los retoques”, evidentemente, eran la parte más interesante del Mac Mini. Así, como usuario de estas máquinas, lo primero que hice cuando mi 2011 cayó en mis manos fue cambiar la RAM de los 4 GB a 8 GB y añadir en la segunda bahía un SSD. Esto supuso algo más que una dosis de esteroides a esta supuesta máquina discreta para convertirla en una pequeña estación de trabajo de la que estoy más que satisfecho y que fue capaz de empezar a dar beneficios antes de un año, con un ROI excelente incluso cuando al Coste de la Inversión tuve que añadir la nueva RAM, un cable especial para el segundo disco interno, un adaptador de vídeo para un segundo monitor, un cable Thunderbolt y otros periféricos como un Dock Thunderbolt, otro SSD para sustituir el triste disco de 500 GB a 5400 rpm original del Mac Mini (que utilicé durante mucho tiempo como unidad de almacenamiento) y otros trastos de uso general como un nuevo teclado.
No soy el único en actuar así: para los que no jugamos, no hacemos grandes ediciones de vídeo o audio y necesitamos una máquina de uso administrativo, un Mac Mini “retocado”, aún con la inversión adicional, suponía un Coste de Inversión bastante por debajo de un iMac con un rendimiento muy superior euro-a-euro.
Pero esto se ha acabado. En 2014, Apple ha lanzado una nueva gama del Mac Mini con la RAM soldada y con un único disco duro o con la posibilidad de usar un disco duro SSD con conector PCIe y un disco duro tradicional (o un SSD, cambiado por el usuario). El nuevo Mac Mini trae alguna mejora adicional como un segundo puerto Thunderbolt, pero hace desaparecer el Firewire y baja el precio de la unidad 100 dólares que es simplemente un eufemismo, porque para conseguir algo de rendimiento de estas máquinas debes hacer un desembolso adicional para conseguir más de RAM.
Así la unidad más baja de la gama se convierte en un desatino. Con 4 GB de RAM, a todas luces insuficientes para gestionar el sistema y varias aplicaciones y con un disco duro a 5400 rpm que no ayuda nada con los archivos de intercambio por esa ausencia de RAM que ahora no se puede cambiar y un procesador a todas luces cortito, devuelve al Mac Mini más básico a la Edad de Piedra. Por muchos euros “que nos ahorremos”.
El siguiente paso es considerar el intermedio de la gama, con una configuración algo más decente y con el precio original: un procesador algo mejor, 8 GB de RAM (al que hay que sumar 200 euros por los 16 GB de RAM) y un disco de 1 TB, pero no te hagas ilusiones, también a 5400 rpm.
Y el gran problema es que esos 200 euros adicionales por la RAM son un atraco. Con cada una de sus letras en negrita, cursiva, en color rojo y subrayado. ATRACO. Apple se ha caracterizado siempre por excederse en el precio de la RAM adicional y mientras hemos podido cambiar nosotros mismos esa memoria tampoco ha sido un problema, pero ahora sí lo es. Se podría entender que la desaparición de los sockets para RAM supongan eliminar pasos de fabricación y un ahorro en costes y sobre todo, la posibilidad de hacer Macs con forms factors más reducidos, pero Apple, el tamaño del Mac Mini no se ha reducido como en el caso de los MacBook Pro y el precio de esa RAM adicional no es que sea un problema de balanceo del Retorno de la Inversión hecho con antelación porque no lo es, es que repito de nuevo, es un atraco.
Y un detalle más: el máximo para este Mac Mini es de 16 GB cuando a estas alturas todos los usuarios sabemos que la realidad nos dice que es factible desde hace muchas generaciones doblar la cantidad máxima de RAM anunciada por Apple sin problemas. Así, mientras indica que el máximo disponible es de 16, casi con toda seguridad el Mac Mini podría gestionar 32 GB.
Para la comunidad de fans del Mac Mini, acostumbrados a comprar un Mac a un precio reducido y “reconvertirlo” en una unidad de medio rendimiento y con posibilidades, esta nueva generación del Mac Mini es a todas luces una puerta abierta y un dedo señalando fuera que apunta a otros Macs.
El problema es que no nos da la gana de comprar un iMac. Afróntalo Apple. No queremos un iMac.
Todo este desbarajuste con el Mac Mini (y por extensión, con otros Macs) se podría arreglar al menos con un poco de vergüenza torera por parte de Apple ofreciendo a los usuarios de todas las gamas la posibilidad de acceder a una caja externa para discos duros de 3,5 y 2,5 pulgadas Thunderbolt a precios asequibles. Algo que justificara toda esa RAM soldada y la incapacidad de añadir un segundo disco duro al Mac Mini o los exagerados precios por el almacenamiento adicional SSD. Sí, será posible añadir un SSD PCIe de terceras partes a una unidad básica del Mac Mini, pero “a un precio” y eso si algún fabricante se decide a dar ese salto.
La última opción es acceder a los 1.000 euros (999) de un Mac Mini armado con una unidad Fusion Drive y añadir otros 200 euros para disponer de 16 GB de RAM lo que parece que te empuja (de nuevo, ese dedo señalando) al iMac más bajo de la gama.
En nuestro siguiente artículo, mañana, nos vamos a centrar en precisamente esta unidad, el top de gama de serie (sin 16 GB de RAM) y vamos a ver si es factible equilibrar ese Retorno de la Inversión en futuras compras o tendremos que volver al papel y la calculadora para encontrar otro Mac que suponga que los “Mineros” tengamos una opción a nuestras pequeñas y eficientes “unidades R2”.
La consecuencia inmediata es que los últimos Mac Mini con procesador i7 no se depreciarán gran cosa. Y si Apple persiste en este camino, acabaremos explorando el camino de los ubuntu y compañía. Para el trabajo administrativo son más que satisfactorios, aunque den un poco más de trabajo que los Mac.
Yo acabo de comprar un mini de 2011 por poco dinero y le estoy poniendo esteroides. El modelo 2014 no vale lo que cuesta.
No olvidemos que a estos precios habría que añadir ratón, teclado y monitor. Cosa que el Imac ya trae. Si por seguir con la estética compramos ratón y teclado de apple sumamos entre 118 – 138 €, más un monitor baratillo unos 200 €. Vamos que otros 300 € no te los quita nadie.
Nunca me fije en el MacMini porque necesito de una gráfica “potente”. Pero entiendo que es un patito feo de narices.
#3 Por eso estaba pensado para switches, porque podían aprovechar su teclado, monitor y ratón.
No estoy de acuerdo con la afirmación de que el Mac Mini G4 tuviera graves problemas de rendimiento. La versión de 1.42 MHz y 1 Gb de RAM se desenvolvía con bastante diginidad corriendo Panther o Tiger. Mucho mejor que cualquier otro PC Windows de la época. La historia vino después cuando Leopard se cargó en silencio a tantos Power PC. Era evidente que la versión Leopard para Power PC no estaba bien trabajada, “a cosa hecha”. Nada reprochable por cierto; el futuro en esos momentos era Intel. Una pena ver correr Leopard en un MacMini G4 o en un iBook G4 de 2005.
#5 Desgraciadamente el Mac Mini G4 sí tenía graves problemas de rendimiento. Con un procesador extremadamente justo y una grave carencia de RAM, el sistema recién instalado podía ejecutarse medianamente bien, pero más allá de eso, no se le podía exigir nada si no era a base de múltiples (y poco productivas) esperas a que se decidiera a arrancar programas y terminar procesos. Y no vamos a hablar de las gráficas.
Es un Mac dirigido a usuarios que tienen un iPhone pero que no tienen un mac. Un usuario de esos:
¿Memoria soldada? Normal, como los iPhone. Es algo que siempre hace Apple.
¿100 € por doblar la memoria? Normal, como los iPhone. Es algo que siempre hace Apple.
¿Disco lento? Seamos realistas, compro el mac porque es cool. Solo lo quiero para entrar en el facebook… Aunque eso ya lo hago desde el iPhone… No creo que vaya a usar mucho el ordenador… ¡Ni me voy a enterar si es lento!
¿Y apostar por un hackintohs?
Ya estaba tardando en dar su opinión algún experto en Tripodología Felina.
Y conste que, en mi opinión, hacer que un modelo de entrada sea una mala entrada sería un grave error por parte de Apple.
Seguro que hay alguna cuestión estadística de hábitos de compra y uso que se nos escapa. Detrás de las decisiones aparentemente más peregrinas de Apple siempre solía haber cosas de éstas y sólo se perjudicaban como excepción.
En realidad el problema del Mac Mini G4 residía en la comunicación del procesador con la placa base. El bus frontal de tan solo 167 MHz era un auténtico cuello de botella… que Leopard se encargó de acentuar. Con la RAM ampliada a 1 Gb nunca tuvo problemas de memoria. Curiosamente tuvo más problemas con el chipset gráfico dedicado ATI Radeon 9200 de 32MB… que también se encargó Leopard de dejarlo en evidencia.
#9 ahí te doy toda la razón. Hay un motivo para todo esto. Otra cosa es que “el motivo” sea algo más que un fastidio para los usuarios.
#11 En ningún momento he hablado de fastidio al usuario, Carlos. Por el contrario el abandono de los procesadores Power PC me pareció en su momento una política lógica por parte de Apple, aunque a los usuarios (entre los que me encontraba) nos fastidiara un poco (o un mucho). Pero volviendo al tema, el Mac Mini G4 nunca fue un mal equipo, teniendo en cuenta que hablamos del año 2005 y la competencia a la que se enfrentaba.
A mi siempre me había tentado el mini, pero el 2014 no lo toco ni con un palo.
Y lo del i7 de 2 núcleos… no lo entiendo, los de 4 daban problemas de recalentamiento o así? Por qué recortarlo?
Para mi, es imprescindible poder cambiarle el disco y la memoria a un ordenador. Ya sea Dell o Apple. Los iMac ya el disco nanai, y los mini ahora nada de nada (lo de usar una caja thunderbolt externa no me convence tampoco, que son carísimas y un trasto más).
Después de un “blanquito” de los primeros, pillé un Mini en 2007 al que le puse 4 GB de RAM (aunque sólo direcciona 3), un SSD de 120 GB (de la época) e incluso cambié la CPU por la máxima soportada. Fui subiendo el SO hasta Snow Leopard y ahí me quedé.
Con él, he llegado a tener abiertos Firefox y Chrome (simultáneamente, con varias pestañas y muchas extensiones anti anuncios, mejora de privacidad etc.), TextEdit, Vista Previa, EyeTV, iTunes a veces, y hasta edición de audio con XLD más Amadeus Pro o iZotope RX2.
Sólo cuando, con el paso de los años, los navegadores se han convertido en devoradores de RAM he empezado a notar que le costaba más cerrar alguna ventana o terminar una edición, así que hace dos años adquirí otro mini con i7 a 2,8 GHz, Fusion Drive y 16 GB de RAM, al que acabo de actualizar con Yosemite.
Bueno pues sólo arranco este último cuando tengo que hacer algo de vídeo o cuando el RX va a tomar mucho tiempo, para todo lo demás y a diario (como ahora mismo) sigo con el primero y el Snow Leopard. Además, la gráfica del nuevo será mejor, pero no me gustan en absoluto los colores y no los consigo calibrar bien.
No olvidemos que el iMac básico desde el 2012 viene tan capado como el Mac mini actual, de escoger un iMac voy por el modelo tope de 27″ que se le puede ampliar la ram a futuro…..
Menos mal, veo que no soy el único que considera un ATRACO el precio de la RAM por parte de Apple.
Tengo un Mac Mini ampliado a 16gb (aprovechando la oferta típica de Ktuin) y posteriormente le monté un disco adicional SSD como unidad principal que lo convierten en un cohete y no lo cambio por los nuevos ni borracho.