30 años de ZX Spectrum y algunas lecciones que aprender

El 23 de abril de 1982 el ZX Spectrum veía la luz en Inglaterra y daba salida a la revolución de la microinformática. Por aquel entonces, con 19 años y un futuro incierto por delante (entonces todavía teníamos que hacer el servicio militar para “convertirnos en hombres”), se despertó mi interés por los ordenadores tras haber estado jugueteando con el padre del Spectrum, el ZX. Echando la vista 30 años atrás recuerdo con cariño aquella máquina y algunas lecciones que me enseñó.

 

En aquella época, y sobre todo en España, los ordenadores eran cosa de empresa … y no de todas las empresas. No había, como tal, informática personal y por entonces los fabricantes de agendas todavía hacían su agosto cada enero ofreciendo sus blocs de notas fechadas recubiertos de lujosas tapas de piel con bolígrafo incluido. Esa era la “informática personal” de entonces que basaba además la comunicación en el par de cobre de Telefónica. No había más. Y menos para el usuario de la calle.

El único sitio donde se vendían (y podías tener acceso) a una de estas pequeñas maravillas eran los grandes centros comerciales donde se vendían y tenían una o dos unidades “en exposición” conectadas a unos infames televisores de tubo. Como en todas las exposiciones de los centros comerciales, simplemente el Spectrum estaba encendido con una pantalla vacía que indicaba que el intérprete BASIC se había cargado … y poco más.

En aquella época no tenía mucho que hacer durante el día: trabajaba de noche y tenía mucho tiempo libre durante el horario comercial de uno de esos grandes almacenes que además estaba a apenas 10 minutos de mi casa. Así que tras pasar 3 o 4 veces por la sección de informática, un día escribí unas cuantas líneas de BASIC que me había preparado para que al menos en la pantalla apareciera algo de “contenido”. Nada demasiado estrambótico: algunos PRINT y un GOTO para hacer que aquello diera la vuelta nada más terminar.

Como nadie me dijo nada, un par de días después volví con algunas líneas más, esta vez con gráficos y un par de pruebas de código que no tenía muy claro si acabarían funcionando y que había que testera y hacer un debug. La cosa no fue mal y los correspondientes comerciales “me dejaban hacer”. Durante algunas semanas, ocasionalmente me acercaba con mis apuntes y chuletas a hacer alguna “demo” cada vez más complicada y con más gráficos hasta que llegó el momento en el que mis conocimientos de BASIC eran lo suficientemente buenos como para empezar a programar cosas sin la necesidad de un exhaustivo pre-desarrollo inicial: simplemente sentarse y escribir código.

El caso es que conforme esas “demos” se iban haciendo más complejas, más gente se arremolinaba alrededor de los ordenadores que antes solo mostraban una pantalla vacía. Y sobre todo, mientras escribía el código, mucha gente se acercaba a “ver como se hacía eso” e incluso preguntaban. Evidentemente la situación llegó a un punto en el que el centro comercial o me echaba para no montar “esos pollos de gente” o me contrataba. Y optó por lo segundo.

Así que pasé a formar parte del personal comercial de aquella gran superficie durante una campaña de Navidades (que al final se extendió durante las rebajas y no más porque no quise) con el objetivo de vender cuantos más Spectrum, mejor. Y sin experiencia comercial previa, utilicé las dos mejores herramientas posibles que tenía a mano: conocer muy bien el producto y hacer cosas con el.

Y al final, no fueron malas aquellas Navidades. Gané más dinero con las comisiones que con el propio sueldo (y de hecho, me pude comprar un Spectrum 48K, el más alto de la gama de aquella época además del adaptador para Joysticks, un cassette, un televisor, y hasta una ampliación de RAM). Al año siguiente repetí (me volvieron a llamar para la campaña) pero “mis compañeros” consiguieron desplazarme a vender ordenadores a la planta de juguetes (les había hecho polvo el año anterior) así que de repente descubrí que la cuestión no era solo vender, sino que aquello era una jungla de intereses creados y canallas de todo tipo dispuestos a acuchillarse por solo la posibilidad de estar bien situados para un ascenso  a “jefe de sección”. Así que a pesar de que me ofrecieron un contrato para quedarme, con mis 19 años (y el Servicio Militar obligatorio sin hacer) lo rechacé.

Sin embargo, el Spectrum, mucho más allá de enseñarme BASIC, me enseño un aspecto fundamental de la relación entre las personas y las máquinas por aquel entonces: las máquinas son simplemente máquinas y sólo cuando se interactúa con ellas es cuando se genera interés. Jamás he comprendido como aquella técnica de venta que me funcionó tan bien como era simplemente “ponerse a hacer cosas” delante de la gente y explicarlas para demostrar que realmente esa extraña caja negra que parecía alienígena (mucho más por entonces) era accesible a todo el mundo, no se utilice hoy en día: tienes que estar harto de pasar por delante de escaparates con montones de ordenadores expuestos a los que haces poco o nada de caso pero … ¿y si hubiera una persona interactuando con ellos? Haciendo cosas, produciendo, mostrando las capacidades del mismo … simplemente nuestro espíritu cotilla, como funcionaba entonces y como funcionaría ahora, se haría cargo de la situación para quedarse “algo más que una lánguida mirada” al ordenador.

Aún guardo mi ZX Spectrum 48k. Y en alguna ocasión, lo enciendo contra un viejo televisor aunque solo sea para escribir

10 CLS
20 PRINT RND
GOTO 10

Y soltar una lagrimilla. En binario.

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abaskiat
abaskiat
11 years ago

Creo que hemos pasado por lo mismo con el mismo centro comercial haciendo lo mismo ( en este caso en el lado de Apple ), pero no en el 1982 sino en 2002. Esa empresa de grandes almacenes es una jungla donde matas o te matan. Yo me largué en cuanto pude, ningún trabajo vale una úlcera.

wenmusic
11 years ago

Hey, bonito post. Supongo que por eso funcionan bien las Apple Stores, los equipos están encendidos y puedes probar lo que quieras en libertad, y encima hay personal con actividades y demás.

Alquimista
Alquimista
11 years ago

¿Hay trabajos que no producen úlcera? Vaya, eso me pasa por no preguntar antes…

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