Mientras medios especializados y generalistas se maravillan de la maniobra de Apple frente a sus competidores, dando 36 horas de tiempo para que desembarcaran en el WMC 2012 con todas sus novedades para a continuación dar una sonora y general patada en la entrepierna con el anuncio de un evento en el que muy posiblemente se presentará el iPad 3 (o el iPad 2S) este próximo 7 de marzo, la importancia en si de esta presentación no debe (o debería) centrarse en el hardware del dispositivo, sino en los servicios asociados al mismo. A pesar de que Apple es una compañía que fabrica hardware, ese hardware es absolutamente inútil sin servicios verticales asociados y la falta de ellos es el motivo por el que otros fabricantes no están teniendo el éxito que esperaban a la hora de comercializar sus propias versiones de estos dispositivos móviles.
El éxito de los productos de Apple ha basado siempre en ofrecer los mejores servicios de software asociados a su hardware. Al controlar totalmente toda la cadena, desde la fabricación del hardware hasta el desarrollo y distribución del software y servicios, sus competidores encuentran muy duro poder introducirse en los nichos en los que ha metido cuña y tratar de competir en términos de igualdad, ya que no disponen de esos mismos recursos dependiendo de terceras partes.
Para Apple no existe este problema y junto con su hardware puede lanzar servicios asociados con mucha facilidad, incluyendo por ejemplo software que no estaba disponible en una plataforma (Siri en el iPhone) en otra, lo que supone para el usuario final un elemento de valor añadido diferencial. Sin esos servicios, el iPad (cualquier iPad), tendría el valor del hierro con el que está construido y por muy rápido y potente que fuera, sería un dispositivo inútil (y solo hay que ver el fracaso del PlayBook de HP para tener un buen ejemplo de la importancia de este punto).
Si llevamos esta premisa a la presentación del próximo 7 de marzo, junto con un iPad 3 (o iPad 2S) mejorado, deberíamos ver nuevo software asociado al mismo por parte de Apple, aprovechando las nuevas características para conseguir marcar una distancia mayor con sus competidores. No solo los típicos ejecutivos de terceras empresas presentando demostraciones de nuevo software: hablamos de hechos diferenciales que permitan obviar las diferencias frente a sus competidores gracias a versiones mejoradas de algunos programas claves de la compañía (especialmente iWork y las versiones para iPad de iLife) y nuevas incorporaciones como iBooks Author para el iPad. Adicionalmente, Siri debería estar disponible en el iPad, más y mejores opciones para iCloud, y alguna nueva sorpresa en forma de aplicaciones que lleven dos escalones más allá las capacidades y prestaciones del dispositivo.
Conviene, esta vez más que nunca, estar al tanto de todos los detalles de esta presentación: con una marcada diferencia frente a sus competidores (Samsung, como principal competidor de Apple en el mercado de los Tablets, ha reconocido que “no está funcionando bien”), los anuncios de Apple de este próximo 7 de marzo pueden ser el golpe de gracia para todos sus competidores que pueden verse abocados al papel de “eternos segundones” en un nicho que promete ser el más importante en cuando a movilidad de las próximas décadas.
Interesante artículo, y totalmente de acuerdo.
Por cierto, respecto a la invitación al evento, yo hay una cosa que veo bastante sospechosa y en la que nadie se está fijando: el texto de la invitación dice: “Tenemos algo que realmente tenéis que ver. Y TOCAR”. Pongo “Y tocar” en mayúsculas porque esa es la parte que me intriga. Y no lo han puesto de forma gratuita, nunca lo hacen, es una pista sobre algo. Hacen referencia a algo. La pregunta es ¿el qué? ¿Qué tenemos que tocar? No se si se pueden referir a que ahora todo será táctil como algunos apuntan (desaparición del botón “home”), aunque a mí me viene a la cabeza una patente de hace un tiempo: Apple patentó una pantalla “con relieve”, que cambiaba el tacto de la pantalla según lo que hubiese en ella. Ojalá nos sorprendan con algo así, totalmente revolucionario 🙂