Observan una explosión estelar en 3D

Astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han obtenido por primera vez una visión tridimensional de la distribución del material interno expulsado por una estrella que estalló recientemente, la supernova 1987A.

La explosión original no sólo fue muy potente, sino que se concentró más hacia una dirección, lo que indica que la supernova debe haber sido muy turbulenta y refuerza la validez de los últimos modelos computacionales.

Nuevas observaciones realizadas con el instrumento SINFONI del Very Large Telescope (VLT) de ESO en Chile han proporcionado nuevos datos sobre la explosión de la supernova 1987A (SN 1987A), permitiendo a los astrónomos obtener la primera reconstrucción en 3D de las partes centrales del material en explosión.

Detectada en 1987, esta supernova situada en la Gran Nube de Magallanes, fue la primera observada a simple vista en 383 años. Debido a su relativa cercanía, los astrónomos pudieron estudiar la explosión de una estrella masiva y sus secuelas con más detalle que nunca. A diferencia del Sol, que morirá de forma más bien tranquila, las estrellas masivas que llegan al final de sus cortas vidas explotan como supernovas, arrojando una amplia cantidad de material.

SN 1987A ha permitido conseguir notables “primicias” a los científicos, como la detección de neutrinos desencadenando la explosión en el inestable centro estelar, la identificación de la estrella en placas fotográficas de archivo antes de su explosión, los signos de una explosión asimétrica, la observación directa de los elementos radiactivos producidos durante el estallido, la observación de la formación de polvo en la supernova, así como la detección de material circunestelar e interestelar.

La visión tridimensional obtenida ahora muestra que la explosión fue más fuerte y rápida en algunas direcciones que en otras, provocando una forma irregular que en ciertas partes se extienden aún más hacia el espacio. Los detalles de la investigación se publicarán en Astronomy & Astrophysics.

El primer material eyectado de la explosión viajó a 100 millones de kilómetros por hora, cerca de 100 mil veces más rápido que un avión de pasajeros. Incluso a esta enorme velocidad, tardó 10 años en alcanzar el anillo de gas y polvo generado por la estrella moribunda antes de la explosión. La imagen demuestra además que otra ola de material está viajando diez veces más despacio y está siendo calentada por elementos radioactivos creados en la explosión.

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One Comment

  1. juandesant

    Hay que decir que, en este caso 3D no tiene nada que ver con lo que habitualmente llamamos 3D (percepción en volumen), sino que junto a los datos de posición y brillo se recoge un espectro, por lo cual es posible saber la velocidad (en la dirección entre la estrella y la Tierra) a la que se mueven los diferentes componentes, de donde se pueden obtener las asimetrías que se comentan en el artículo.

    Así que más bien es una asimetría dinámica (que genera después una asimetría en la forma) lo que se detecta.

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