La rumorología oficial, destapada por el Wall Street Journal, con la afirmación de que Steve Jobs había recibido un trasplante de hígado, ha tenido continuación en un informe publicado ayer en el New York Times, en el que se describen las rutinas permanentes que sufren aquellos que trabajan en los nuevos productos para intentar que nadie tenga una visión completa de qué es lo que se va a presentar o siquiera un atisbo de su aspecto final.
Según una persona entrevistada por el diario, esta cultura de secretismo paranoide (en el cual va mucho del impacto publicitario que los anuncios de nuevos productos pueden tener en la evolución del mercado de la empresa de Cupertino) comenzó desde el original Macintosh en 1984. Según esta persona, esta conducta se desarrolló después de comprobar el daño que había provocado a la empresa que empresas como Microsoft o Sony estuvieran familiarizados con los plazos y modelos de productos que se iban a lanzar.
Hoy en día, los empleados trabajando en áreas de producción «sensibles» tienen que pasar por incontables puertas de apertura a través de su tarjeta de identificación hasta llegar a una final que requiere un código numérico, que ya permite acceder a las oficinas, según ha relatado un extrabajador a The New York Times.
Incluso dentro de las oficinas, existen cámaras de vigilancia no para los intrusos, sino para los trabajadores. El objetivo es asegurarse de que nadie hace nada raro o deja expuesto a la vista de cualquiera su trabajo. Incluso mientras trabajan en un producto, se les recomiendan que lo hagan cubiertos por un trapo negro (creando una especie de cámara oscura). Y si tienen que trabajar fuera del paño, encienden una luz roja que avisa que en esos momentos nadie puede entrar en la zona, porque algo secreto está al aire…
Este sistema de aislamiento tecnológico permite (o más bien, provoca) que los propios ingenieros sepan qué se presenta en el momento de hacerlo, ya que nunca tienen todas las piezas juntas y a la vista para saber qué uso se va a dar a la pieza en que están trabajando.
También The New York Times comenta el [representativo] caso de un trabajador despedido por filtrar una copia de un producto de software aún no lanzado a un cliente como favor. De hecho, como «auténtico agente del mal», aparece Phil Schiller, que ejerce uno de los principales cargos de persecución y rastreo de empleados sospechosos, e incluso mantienen reuniones internas selectivas donde se dan detalles falsos de los productos en los que se trabaja para poder determinar de qué grupo salió la filtración (en caso de producirse) a la prensa.
En uno de los máximos episodios de gansterismo tecnológico que se han conocido, Apple demandó a los titulares de las webs de rumores de más éxito del mundo Apple, alegando que no se les podía reconocer los derechos a los que tienen acceso los periodistas «de verdad» y que no podían acogerse a la ley de protección de fuentes a la que se acogen los periodistas para no revelar quién les pasó la información.
Afortunadamente, Apple perdió el caso (un episodio vergonzante para empresa con el perfil de la de Cupertino) y el juzgado le condenó, ejemplarmente, a pagar 700.000 dólares, el doble de las minutas de los abogados de la EFF (los abogados de los demandados) , para que no volvieran a sentir la tentación de presionar al eslabón más débil para tapar sus carencias. Por supuesto, ninguna de las webs tuvo que desvelar de dónde obtenían la información.
Desde esa experiencia, Apple utiliza una táctica diferente, usando una división interna de seguridad o diseminando información claramente inexacta para manipular a los [crédulos y ávidos de notoriedad -N. de la R.] analistas de Wall Street que, como los periodistas, intentar predecir los movimientos futuros de Apple.
Tal y como comentábamos al principio, el último paso en este muro de silencio interno que Apple echa sobre sus actividades ha tenido lugar con la trascendencia del presunto trasplante de hígado de Steve Jobs, sin duda uno de los grandes activos que tiene la compañía. Se podría decir que Apple ha hurtado la explicación a accionistas y clientes (probablemente siguiendo los deseos de Jobs de no tener que dar explicaciones sobre su estado de salud o esperanza de vida) quitándole temporalmente de la cabeza de la empresa y dejando que su equipo se ocupe de mantenerla en marcha mientras él solucionaba sus problemas de salud.
A pesar de todo, el debate sobre si Steve Jobs, persona antes que CEO, tiene que explicar cómo está y hasta cuándo, sigue abierto y no tiene fácil disquisición, especialmente a la vista de que la empresa ha seguido funcionando sin resentirse y que las acciones de Apple han seguido subiendo en estos seis meses sin Jobs.
Fuente: Appleinsider
no creo que sea un debate el saber si steve jobs tiene que contar si le trasplantan el hígado
es la ley, debería hacerlo
y, precisamente, cómo iban las acciones al ocultar este hecho refuerza esa idea, si no pasa nada, que lo digan
y si al decirlo pasa algo, pues que no oculten esa información y los inversores hagan lo que les parezca con esa información
Pues seré un fanboy de esos, me da igual, personalmente me gusta que se preocupen de esa forma por sus productos, por desarrollarlos en el más absoluto secreto, todo esto no demuestra otra cosa que valoran realmente su trabajo y que quieren presentarlo ellos mismos, creando el mayor impacto posible. No me imagino a Spielberg mostrando los diferentes procesos de su próxima película, guión, efectos especiales, actores, etc.., antes de que esté preparada para ser anunciada.
serás un fanboy, pero obviamente no eres accionista de apple o querrías saber algo mas de lo que ocurre
por cierto, puede ser que este modo de trabajo en el que cada uno hace su parte por separado sea el que al final dé el resultado de:
coño, quien se encargaba de ponerle el firewire?
ó
nadie le iba a poner una ranurita para pci express?
ó
joder, creía que tu le pondrías un hdmi
ó
estaba todo el día con la telita negra puesta para que nadie me viese trabajar y no me di cuenta de los reflejos de la pantalla!!!
jajajaja
juro que soy usuario de mac y comprador de apple!!!
y luego lo que hacen la mayoria de las veces es reinventar. Como pasa con las pelis, «Nueva adaptacion que mejora la original».
para que luego digan que trabajar en Apple mola mucho