Este hecho induce a pensar que el déficit de sal puede provocar uno de los síntomas clave asociados con la depresión, explican los investigadores: la pérdida de interés por actividades que habitualmente nos resultan agradables.
Por otro lado, si la sal fuera realmente una sustancia que sube el estado de ánimo se explicaría porqué siempre tendemos a consumirla en exceso, a pesar de sus contraindicaciones para la presión sanguínea o las enfermedades coronarias (se calcula que consumimos de media 10 gramos de sal al día, cuando lo recomendable serían 4 gramos).
Los experimentos realizados con las ratas mostraron asimismo cambios similares en la actividad cerebral tanto si las ratas estaban expuestas a drogas como si lo estaban a un déficit de sal. Estos resultados sugieren que la sal puede incluso ser una sustancia adictiva.
Más información. Fuente: Tendencias 21
¿Qué es eso de sodio cloruro? ¿Cloruro de sodio? O una traducción del inglés hecha por alguien que no aprobó química en el BUP.
Lo de que la sal es una sustancia adictiva lo sabía hasta mi abuela.