Dos grandes agencias espaciales acaban de alcanzar una decisión histórica que implica la colaboración en dos importantes proyectos: las misiones que estudiarán los planeras Júpiter y Saturno y sus alrededores. La Agencia Espacial Europea (ESA) y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) estadounidense han acordado fusionar sus planes, hecho que supone un gran avance como asociación industrial y, más importante todavía, abre unas interesantes posibilidades de cara a profundizar nuestros conocimientos sobre el Sistema Solar.
Lo que comenzó como planes por separado de misiones desarrolladas casi de forma simultánea por las dos agencias, ha acabado en una unión cuidadosamente planeada que pretende aprovechar lo mejor de cada una de las partes. Para la investigación planetaria, esta asociación crea la posibilidad de resolver una de las incógnitas que más intrigan a los investigadores: ¿se dan condiciones de habitabilidad fuera de nuestro propio planeta?
«Esta misión conjunta es un nuevo y maravilloso desafío exploratorio y supone un hito en la ciencia planetaria del siglo XXI«, señaló David Southwood, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA.
«Tengo la absoluta convicción de que la cooperación transatlántica que hemos mantenido hasta ahora y que vemos prorrogada entre Estados Unidos y Europa, la NASA y la ESA y entre las comunidades científicas respectivas, es del todo acertada. Así que a trabajar.»
En 2008 la NASA eligió dos de las cuatro propuestas de misión que habían sido presentadas en 2007. Una planteaba la exploración de Europa (la luna de Júpiter) y su océano de agua subsuperficial, y la segunda proponía volver a visitar Titán, una luna de Saturno. Por su parte, a raíz de un concurso celebrado en 2007, la ESA eligió una propuesta para su misión estrella de entre dos finalistas. Una proponía orbitar alrededor de Júpiter (y quizás aterrizar en Europa), mientras que la otra consistía en circundar y explorar tanto Titán como Encélado, otra de las lunas de Saturno.
Representantes de la ESA y la NASA se reunieron en la capital estadounidense de Washington para estudiar las propuestas de ambas partes y debatir sobre la viabilidad de la cooperación en las misiones conocidas como «Misión al Sistema de Europa y Júpiter» y «Misión al Sistema de Titán y Saturno«. Se acordó que la primera de ellas se pondría en práctica antes y se estableció la fecha de su lanzamiento para 2020. La reunión fue el primer paso de un proceso que necesitará ser estudiado y planeado al detalle antes de proseguir con él de forma oficial.
«Con esta decisión todas las partes salen ganando«, declaró el Administrador Asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Ed Weiler. «Aunque la misión al sistema de Júpiter ha sido elegida para despegar antes, no cabe duda de que la misión al sistema de Saturno sigue siendo prioritaria para la comunidad científica.»
Para la misión a Júpiter, el plan propuesto consiste en que la ESA y la NASA construyan cada cual una aeronave y que ambas despeguen en 2020. Las aeronaves alcanzarán su destino en 2026, y permanecerán allí tres años más realizando experimentos. El estudio consistirá en un examen detallado de Júpiter y de sus lunas Io, Ganímedes, Calisto y Europa (luna especialmente interesante en lo que a habitabilidad se refiere debido a la posible existencia de un océano).
La contribución europea a la misión a Júpiter estará supervisada por la Dirección de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, mientras que el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA gestionará el trabajo de la Dirección de Misiones Científicas de la misma.
Para más información: Agencia Espacial Europea (ESA), Portal Espacial de la Comisión Europea y National Aeronautics and Space Administration (NASA).
Fuente: Cordis
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