La huída de las cucarachas es impredecible pero no aleatoria

Un equipo de investigadores de Italia, Reino Unido y Puerto Rico ha descubierto que cuando las cucarachas huyen de sus predadores optan, en apariencia de forma aleatoria, por una de cuatro rutas de escape predilectas. Los descubrimientos, publicados en Internet en la revista Current Biology, arrojan luz sobre la evolución animal y aumentan nuestro conocimiento sobre las relaciones entre presa y depredador. En la naturaleza, todos los organismos se ven atraídos hacia estímulos positivos (un pastel por ejemplo), pero huyen de los negativos como los depredadores.

No obstante, si un animal utiliza siempre la misma ruta de escape, su depredador llegará a aprenderla, predecirla y atrapar a la presa. El éxito de las cucarachas para eludir a sus predadores es notorio debido a que sus rutas de escape comportan una gran variabilidad, lo que las convierte en un tema de estudio ideal.

«Si realiza un modelo de comportamiento animal, descubrirá que siempre existe una estrategia de escape óptima«, explicó el Dr. Paolo Domenici del CNR-IAMC («Instituto para el entorno costero del Consejo Nacional de Investigación«, Italia). «Siempre se puede crear un modelo matemático que indique la mejor forma de escapar. Pero si lo repite, un depredador llegará a aprendérselo y le atrapará, por lo que necesita una forma de aumentar la variabilidad.»

Si se traslada esta idea al entorno natural, la selección de una ruta de escape de forma aleatoria proporcionaría en teoría una impredecibilidad absoluta, pero también supondría, si fuera en realidad completamente aleatoria, que la presa podría girarse hacia su depredador, cosa que no ocurre. Los investigadores buscaron crear un modelo de las trayectorias de escape de las cucarachas para determinar el verdadero comportamiento de estos insectos.

Los investigadores utilizaron modelos animales ya existentes para comprobar las reacciones de las cucarachas ante varias amenazas (por ejemplo, les soplaron ráfagas de aire desde distintas direcciones mientras andaban), pero el estudio de los resultados se realizó mediante un modelo estadístico «circular» (en lugar del modelo cartesiano tradicional). Utilizaron el mismo modelo estadístico para volver a analizar los datos de varios estudios publicados con anterioridad y compararon los resultados con su nuevo estudio. Descubrieron que en todos los estudios las cucarachas amenazadas eligieron entre un grupo de rutas de escape de su predilección (aunque estas rutas no eran idénticas en todos los casos) y variaron su elección de forma impredecible para mantener a sus depredadores en la incertidumbre.

De acuerdo con el Dr. Domenici, los resultados muestran que los patrones de comportamiento impredecibles en la naturaleza pueden estar en realidad bastante estructurados. Los animales que aparentan seguir un único patrón de comportamiento en el que se da gran variación, en realidad podrían estar eligiendo entre múltiples estrategias.

El mecanismo neuronal en el que se basa la exitosa impredecibilidad de las cucarachas no se ha logrado determinar todavía. Los investigadores sugieren que sería beneficioso profundizar en esta cuestión y también recomiendan aplicar su modelo al estudio de otros animales para así poder establecer una teoría general de cómo los animales generan trayectorias de escape impredecibles.

«La importancia de crear un «modelo» del comportamiento animal en circunstancias normales radica en la capacidad para determinar cuándo el sistema no está funcionando como es debido«, declaró el Dr. Domenici a CORDIS Noticias. «Si se tiene un modelo del funcionamiento real, se puede analizar los efectos de la variación ambiental, por ejemplo las variaciones de temperatura debidos al cambio climático. Entonces se puede comprobar si los cambios ambientales reducen su eficacia.»

¿Tiene en casa una plaga de estos insectos? Por si decide aventurarse, armado con una zapatilla, a anticiparse a la ruta de escape de una cucaracha, los autores informan que su grupo de insectos eligieron con mayor frecuencia un ángulo de huída de noventa a ciento ochenta grados con respecto al ataque. «Ahí podría dirigir su zapatillazo«, afirmó el Dr. Domenici, «aunque nosotros sentimos simpatía por las cucarachas y recomendaríamos no aplastarlas«.

Para más información, consulta Current Biology y Consejo Nacional de Investigación de Italia (CNR)

4 Comments

  1. Anónimo

    Yo llevo tiempo «estudiando» el comportamiento de las cucarachas porque en mi calle sobre las 2 de la madrugada hay cientos. Y si das un golpe al menos la mitad de las veces la cucaracha corre hacia tu zapato. No estara pidiendo que la aplaste pero si que es aleatorio 100%. Vuelves a dar otro golpe y va en otra dirección.

    No se que drogas toman.

  2. plastidecor

    Cuando el dr. Domenici acabe con las cucarachas podria hacer el estudio con las moscas cojoneras, que éstas si que no hay forma de aplastarlas, lo mas eficaz hasta el momento que he encontrado es un sprai de cola, que tiene un alcance superior a su recorrido en el momento de la huida.

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