A medida que el cerebro envejece, se producen una serie de cambios funcionales, como la degeneración o la reducción de la actividad celular. Estos cambios pueden afectar a las funciones cognitivas. Realizar actividades –como hacer puzzles, por ejemplo- que ayuden a mantener el cerebro “en forma” resulta por esta razón muy importante.
En el estudio fueron analizados 24 voluntarios de edades comprendidas entre los 55 y los 76 años. Todos tenían un estado neurológico normal. A los participantes se les pidió que hicieran búsquedas en Internet. Las exploraciones de resonancia magnética funcional (fMRI) revelaron un aumento de la actividad neuronal durante dichas búsquedas.
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