Impulsar las compras transfronterizas y permitir que los ciudadanos puedan beneficiarse más fácilmente de las diferencias de precio de un país a otro es el objetivo de la propuesta de la Comisión Europea para reforzar los derechos de los consumidores que compran a través de Internet en toda la UE. Bruselas prevé que los ingresos del comercio electrónico asciendan a 128.000 millones de euros en la UE en 2008 y que crezcan un 230% en cinco años, hasta alcanzar los 291.000 millones de euros en 2013.
El vendedor deberá proporcionar al usuario una información completa sobre el producto (que incluya, por ejemplo, sus características, dirección e identidad del vendedor, precio con todos los impuestos adicionales y coste del envío) para que pueda elegir con conocimiento de causa, según la propuesta de Bruselas, que todavía tiene que ser aprobada por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo. Además, cuando un consumidor no haya sido informado de antemano sobre todos los costes extra y las tasas adicionales, no estará obligado a pagarlas y tendrá derecho a que se le devuelvan. Igualmente se prohibirá que en una página web aparezca preseleccionada una casilla que suponga un pago extra.
La nueva norma también obligará a la empresa a entregar el producto al consumidor en un plazo máximo de 30 días laborables a partir de la fecha de compra. Asimismo, el vendedor deberá asumir todos los riesgos y costes de deterioro o pérdida del producto hasta el momento en que llegue a las manos del comprador. Si la entrega se retrasa, el cliente tendrá derecho a que se le devuelva el importe en un plazo máximo de siete días a partir de la fecha en que estaba prevista la llegada del artículo.
Periodo de reflexión de 14 días
El Ejecutivo comunitario propone también un periodo de reflexión común de 14 días laborables durante el cual el consumidor puede cambiar de opinión y retractarse de la compra sin coste alguno. Se establece además una lista común de posibles soluciones a las que podrá recurrir el cliente que haya comprado un producto defectuoso. La norma introduce también un listado de cláusulas contractuales abusivas que quedan prohibidas en toda la UE y otro de cláusulas dudosas cuya bondad deberá demostrar la empresa en cada caso.
Las nuevas reglas, sobre todo las que refuerzan las obligaciones de información, se aplicarán también a las subastas on line para evitar que los productos que llegan al comprador no sean como estaban descritos en la web. No obstante, en este caso no se aplicará el derecho a un periodo de reflexión de 14 días.
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