Algún día me sentaré plácidamente en el porche de casa y les contaré a mis nietos cómo ganamos la guerra más importante de la historia de la humanidad. Les hablaré de los jóvenes valerosos que perdieron sus vidas en la playa de Omaha, en medio de un infierno de mortero, nidos de ametralladoras y explosiones por todas partes. Y les contaré también como terminamos con la amenaza nazi que se cernía sobre el mundo. Luego, cuando estén jugando al Medal of Honor, sabrán perfectamente de qué les hablaba su viejo abuelo.
Requisitos del sistema:
– Mac OS 9.0 o posterior (recomendado 9.1 o posterior), Mac OS X 10.1 o posterior.
– Power Mac G3/G4/iMac/PowerBook G4
– 450 MHz o posterior.
– 128 MB de RAM física y 300 MB de RAM total usando memoria virtual. 256 MB físicos en Mac OS X.
– Necesaria aceleración gráfica (ATI Rage 128, radeon, o NVidia GeForce).
– 16 MB de VRAM.
La Segunda Guerra Mundial fue un acontecimiento atroz que convulsionó al mundo. Por eso es normal que hoy día siga siendo una importante fuente de inspiración y el trasfondo de cientos de novelas y películas. Enemigo a las puertas o Salvar al soldado Ryan son de las más notables entre una extensísima lista de obras cinematográficas basadas más o menos fielmente en capítulos de la contienda.
Los juegos, claro está, no han sido inmunes a esta tendencia: hace ya más de una década, cuando los 8 bits dominaban la tierra y con tan sólo 48k (o incluso 16) podías vivir aventuras interactivas que no tienen tanto que envidiar a las actuales, el magnífico The Great Scape me dejó literalmente pegado al teclado de goma de mi Spectrum tardes y tardes enteras.
Pero los tiempos cambian, las tecnologías evolucionan y una nueva generación de jugadores, ávidos de polígonos y efectos especiales también merecen su ración de historia. Y es aquí donde títulos como éste entran en escena. A la espera de la inminente llegada de la próxima entrega de la saga, vamos a desentrañar en las siguientes líneas los defectos y virtudes de este aclamado videojuego.
Medal of Honor: Allied Asault (MoH en adelante, que mira que soy vago para escribirlo entero :D) es básicamente un juego de disparos en primera persona , o como dicen los angloparlantes y la gente fina First Person Shooter (FPS para los amigos). Y esto, unido al telón de fondo del juego nos hace pensar directamente en otro título reciente con nazis y aliados pegándose tiros por las esquinas, Return to Castle Wolfenstein. Si embargo, al poco de jugar a ambos descubres que son muy diferentes: en MoH el realismo se ha cuidado mucho, justo hasta donde podía hacer peligrar la jugabilidad. Aquí no encontrarás ni armas sobrenaturales, ni zombis ni nada por el estilo. Sólo cientos de nazis más listos que los ratones colorados dispuestos a darte boleto a las primeras de cambio.
¡Cuerpo a tierra!
MoH te pone en la piel del teniente Mike Powell, miembro del primer batallón de Rangers en un momento clave de la contienda, 1942. Durante 20 misiones lucharemos en varios frentes: desde el norte de África hasta Noruega. Si quieres puedes acceder a una misión tutorial muy práctica para hacerte con el interface del juego, los movimientos y el uso del armamento.
Tras esto entramos directamente en harina. Te encuentras en un furgón repleto de soldados que avanza por el desierto. Mientras tu superior os está dando instrucciones puedes ver como el conductor del siguiente vehículo del convoy tiene problemas de entendimiento con un alemán. La cosa parece ponerse fea por momentos… y sin comerlo ni beberlo te encuentras de pronto en medio del intercambio de disparos entre aliados y nazis. Las balas silban por todas partes a tu alrededor y comprendes que lo mejor es no apartarte de tus compañeros y correr hacia los muros de la ciudad en busca de refugio.
Desde estos primeros minutos de juego comprendí que este no era un FPS más. La facilidad con la que te sientes realmente en medio de un conflicto con soldados de ambos bandos repartiendo metal a diestro y siniestro y lo rápido que te ves siguiendo la dinámica del grupo, aprovechando cuando te cubren para ganar posiciones y preocupándote por proteger la vida de tus compañeros dice mucho de la extraordinaria ambientación que este juego consigue crear.
Las misiones son muy variadas y tendrás que desplegar distintas habilidades en cada una de ellas para salvar el pellejo. En algunas tendrás el apoyo de tus compañeros de batallón, en otras deberás infiltrarte hasta el corazón de las filas enemigas disfrazado de soldado nazi o pilotar un tanque (una de las fases más divertidas). Se agradece especialmente la diversidad de objetivos, alejando cualitativamente este título de otros FPS más orientados al “mata-mata” sin más ni más.
La inteligencia artificial de aliados y enemigos está bastante desarrollada y es frustrante ver hasta que punto los nazis pueden sorprenderte con acciones tan lógicas como inesperadas, como devolverte una granada antes de que explote. También aprovechan perfectamente los accidentes del terreno y los objetos como parapeto y saben esconderse y esperar el mejor momento para atacarte.
Un punto fuerte del juego es la minuciosidad con la que todos los vehículos y armas (más de 20 distintas a lo largo del juego) han sido copiados fielmente de la realidad. Aunque, si bien es cierto que la cantidad de armas y explosivos que se pueden usar a lo largo de cada misión dan mucho juego, es muy probable que te acabes aficionando a usar sólo dos o tres diferentes. La ametralladora Thompson y el rifle de mira telescópica acabarán siendo, sin lugar a dudas, el aceite y el vinagre de todas las ensaladas de tiros en las que te verás involucrado.
Como el juego no va sólo de matar a todo lo que se te cruce por delante, los prismáticos van a ser realmente útiles a la hora de planificar a larga distancia la forma de deshacerte de tus enemigos o, en según qué fases, enviar un ataque aéreo sobre determinadas posiciones.
Es de justicia reconocer el magnífico trabajo que se ha hecho en el diseño de los niveles, creando mapas y misiones realmente divertidas y que configuran una curva de dificultad bastante acertada. Sólo algunos niveles aislados desentonan en la tónica general por su desmedida (y, en ocasiones frustrante) complejidad.
El día D, la hora H
Desde mi punto de vista, entre todas las misiones destaca poderosamente la del desembarco en la playa de Omaha. Es una experiencia que ningún amante de este tipo de videojuegos debe permitirse perderse. Desde tu barcaza ves como decenas como la tuya llevan el mismo camino hacia las playas francesas. De pronto, una lluvia de mortero lo inunda todo y una embarcación cercana estalla lanzando a sus ocupantes por los aires. Cuando llegáis a la orilla las balas de los nidos de ametralladoras alemanes inundan el frío aire de la mañana. Los soldados aliados caen como moscas y mires donde mires todo es muerte y humo. Llegas a duras penas a un parapeto y cuando miras adelante y ves la playa convertida en un infierno comprendes que va a ser un día muy largo.
La sensación que me dejó está fase me hizo recordar inmediatamente los apabullantes 20 primeros minutos de Salvar al soldado Ryan. La desorientación y desolación que se siente cuando no tienes apenas donde guarecerte y todo estalla a tu alrededor ya justifica, para mí, la adquisición de este título.
La guerra en la pantalla de tu mac
A mi entender (y como comprobarás, no me canso de repetirlo :D) una de las grandes bazas de este título es su extraordinaria ambientación. Pocos títulos consiguen atraparte en el escenario de juego como lo hace éste.
Y el méritos es a partes iguales de unos magníficos gráficos y un aspecto sonoro difícilmente igualable.
Los gráficos están basados en el veterano motor de Quake 3 que tantas alegrías nos ha deparado a los aficionados al género, pero con modelado y texturas de lo mejorcito que se ha visto en un Mac. Las caras están realmente cuidadas y aunque las expresiones faciales no brillan precisamente por su variedad el resultado es bastante bueno. Los decorados son considerablemente realistas (especial mención al pueblo semiderruido por los bombardeos, a la playa de Omaha y a los bosques alemanes) y la interacción con el entorno está a la altura de los mejores del género.
Claro está que esto sólo podrán disfrutarlo los que posean un ordenador bastante potente, ya que los requisitos del sistema para poder jugar sin ralentizaciones ni problemas de textura en nivel medio/alto de gráficos son muy elevados.
A cambio al menos han aportado las suficientes posibilidades de configuración como para poder permitir al resto de los mortales una experiencia de juego más o menos decente.
La información en pantalla durante el juego está presentada de manera muy práctica, mostrando todo lo necesario en muy poco espacio y no interfiriendo en absoluto con el desarrollo del juego. Así el “briefing” previo a cada misión está planteado también claramente y aporta toda la información que podamos necesitar (eso sí, en inglés solamente).
El sonido es, simplemente, para quitarse el casco. Los alemanes, por lo pronto, hablan en alemán. Esto que parece una perogrullada deja de serlo tanto cuando comprobamos en otros títulos que los nazis se limitan a hablar en inglés pero con acento alemán. Los sonidos de todas las armas son diferentes y alejados de la espectacularidad de otros títulos. Aquí suenan tan secas como supongo que deben sonar en la realidad.
Y los efectos de sonido son soberbios y envolventes: el ruido de tus pasos según por donde vayas andando, el “click” del arma al recargar, los trastos metálicos que llevas colgados golpeándote al moverte de esquina en esquina… todo está diseñado para dar la mayor sensación de viveza posible.
La banda sonora, compuesta por Michael Giacchino, está al nivel de las grandes producciones bélicas de Hollywood y hace un homenaje a los clásicos del cine bélico, aportando los elementos de tensión y el tono épico que el juego necesita. En ocasiones merece la pena dedicarse simplemente a disfrutar de su gran calidad.
Grupo salvaje
El modo multijugador es quizás uno de los principales “peros” que tiene MoH. Y es que es una auténtica lástima que con el potencial que tiene el juego se hayan dedicado a hacer un modo multijugador con tan pocas posibilidades. En este apartado sí que Return to Castle Wolfenstein le gana la partida.
Los tradicionales modos de juego, incluyendo el combate en equipos y el clásico “last man standing” (un todos contra todos, para que nos entendamos) no llegan a la altura de otros títulos del género, pero sí son un complemento más para el que esté buscando básicamente un FPS individual.
Concluyendo
El modo individual es una auténtica gozada, absolutamente inmersivo y con una ambientación magistral. Es uno de esos juegos que no puedes dejar pasar si te gustan los FPS. Eso sí, ten muy en cuenta que aunque evidentemente no es 100% realista (si no no duraríamos ni un par de minutos en el campo de batalla) no se permite tantas licencias como otros títulos de su género. Y es ahí donde, a mi parecer, radica la principal virtud de este título.
El manejo del juego no es ni más ni menos complejo que la media, pero requiere manejar un buen número de teclas además del ratón y la experiencia de juego no será completa a menos que dispongas de un ordenador considerablemente potente.
Pero si estás buscando un juego con grandes prestaciones en modo multijugador este no es tu título. Mejor será que optes por otros como Return to Castle Wolfestein o esperes la inminente llegada del que promete ser el auténtico bombazo del año, Unreal Tournament 2k3.
Lo mejor
– La mejor ambientación que he visto en un FPS
– El extraordinario diseño de niveles
– Una banda sonora de cine
Lo peor
– El pobre modo multijugador, una lástima viendo el potencial del juego
– Los elevados requisitos del sistema para poder disfrutarlo en (casi) todo su esplendor
– La falta de traducción
Un par de cosas o más:
Muy buen articulo, me ha gustado mucho. Respecto al modo multijugador, no se a que te refieres con pobre, sobretodo en su expansion, tienes suficientes armas para dar y tomar, muchisimos escenarios, algunos tan grandes que como no jugueis con un minimo de 10 personas os sera imposible. Incluso puedes usar las armas pesadas de la artilleria como los cañones antiaereos y los antitanque (en la expansion). A parte de eso, las 8 veces que me he pasado el juego, sigo sin aburrirme, mis armas favoritas son la BAR de la alianza y el revolver y el mark(de la exp.) Ademas de la STG y springfield o la alemana de francotirador. Vamos que es un juegazo. Ah y lo de la traducción, ami modo de ver, esta muy bien como está, solo esta traducidas las cosas necesarias como las misiones y los titulos, si quieres le pones los subtitulos y ya esta, lo de que este en aleman e ingles esta bien para que le de un toque mas realista.
Pues con la expansion la han cagado, con la misma calidad que el allied assault el spearhead se arrastra en mi powerbook. Algo tienen que haber hecho, porque ha mejorao en gráficos pero no creo que para tanto.
Eso si, este juego merece mucho la pena si. A ver cuando echamos un multiplayer jejejeje
este juego es de los que hacen historia…
Genial el articulo.
os comento que tenemos formado un grupo de usuarios(GUM) de este juego y que nos reunimos para jugar multiplayer en el ichat, el nombre de la sala se llama medalspain.
Jugamos contra otros clanes
mi nick de ichat por si quereis localizarme natzan@mac.com
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Ah pues yo aparecere por la sala esta 😉
bueno mi nombre es Franco soy de Buenos Aires (Argentina)
yo juego a el medalla de honor pertenesco a el clan method mi nombre en el es -(V)ethod-*$*|LA|.:Quilmenio:. la pagina web es http://www.method-la.com soy hincha del glorioso QUILMES ATLETICO CLUB q es mi vida!!! AGAUNTE QUILMES mierda carajoo!!!