Así, los países de la UE que más utilizan conexiones WiFi son Luxemburgo (75 por ciento), España (68 por ciento) y Francia (67 por ciento), muy por encima de la media europea (46 por ciento); mientras que los que menos se benefician de esta tecnología son Letonia, Hungría y Lituania (por debajo del 25 por ciento).
En este sentido, los fabricantes de soluciones de conectividad más pioneros incluyen ya de manera estándar en sus switches y routers los últimos protocolos de conectividad y seguridad.
Aunque el protocolo 802.11n basado en tecnología MIMO (Multiple Input Multiple Output) aún constituye un estándar cuya aprobación final por el consorcio IEEE se espera para junio de 2009, algunos fabricantes como Edimax, Belkin, Buffalo o Netgear se han adelantado y ya ofrecen la primera adaptación a esta conectividad junto al resto de opciones 802.11 a/b/g sin coste añadido para el usuario.
Las redes MIMO usan varias antenas dentro de un mismo dispositivo que cambian continuamente de polaridad, lo que permiten trabajar con protocolos mas lentos sin tener que degradar una red al adaptador con la frecuencia más lenta, permitiendo un ecosistema de adaptadores de varios protocolos sin reducir la velocidad y aumentando la cobertura.
Actualmente, la adaptación del protocolo 802.11n en su versión draft (borrador) 2.0 ya soporta velocidades de acceso a Internet de hasta 300 Mbps, frente a los 100 Mbps como máximo que alcanzan las conexiones efectuadas a través de 802.11g.