En 1997 la patente en particular permitía a los usuarios ingresar a un sistema electrónico y construir una lista de productos o partes para formar un formulario, incluyendo texto o descripciones visuales de cada opción y un sistema que se encargaba del pago del resultado combinado. La base de datos en el corazón del sistema también permitiría a la compañía anfitriona actualizar la información de cada producto sin tener que reconstruir el sistema entero.
La descripción de CWC al menos superficialmente se parece a los métodos de configuración personalizada utilizados por Apple y HP para vender sus respectivos productos. Ambos permiten a los usuarios elegir entre diferentes opciones de rendimiento para sistemas antes de que hagan una orden, y están construidos en plataformas de software que permiten al usuario fácilmente añadir o quitar nuevos artículos de inmediato y cambiar precios u opciones.
Sin embargo, el método descrito muestra signos de su edad y no sugiere una transacción en línea: la compañía en vez de eso imprimiría la oferta personalizada y trataría de vender el producto en persona. La queja de CWC tampoco toma en cuenta ejemplos de otras compañías anteriores como la venta directa en línea de ordenadores de Dell en 1996.
Aún así, el demandante tiene la confianza de que pueda congelar las ventas de ambos gigantes con un requerimiento judicial permanente en sus servicios y pedir que Apple y HP paguen daños “aumentados” por los que alega es infracción deliberada. CWC apoya este argumento al hacer notar la exitosa defensa de sus dos patentes del vendedor de artículos de oficina Staples.
Ni Apple ni HP han comentado sobre la nueva demanda.
Fuente: AppleInsider