Los viajes en el tiempo son idílicos, y dada la posibilidad, muchos de nosotros lo intentaríamos. Pero no arranques todavía, que no irás a ningún sitio en un rato.
Pero, los científicos rusos han afirmado en un periódico de investigación, los viajes en el tiempo podrían ser posibles en sólo unos meses.
Un par de matemáticos, Irina Aref’eva e Igor Volovich, se percataron de un fenómeno como producto de usar Large Haldron Collider (LHC) de Cern. El LHC es el instrumento científico más grande del mundo, un gigantesco lazo de 27 kilómetros dirigido internacionalmente localizado bajo Francia y Suiza.
Afirman que la rotura de átomo del LHC crea condiciones para abrir un agujero de gusano en el futuro.
Fuente: DigitalTrends
Lo que realmente han hecho estos rusos es especular sobre un modelo teórico, que además sólo se produciría si se dan tres condiciones improbables: que el modelo de gravedad cuántica que utilizan sea cierto (no existe aún una buena teoría de gravedad cuántica); que exista materia exótica, con masa negativa (algo con lo que se especula a partir de la supuesta existencia de energía oscura, también aún por probar); y la violación de una condición que sabemos que se cumple a grandes escalas, pero podría no cumplirse en escalas cuánticas.
Así que lo que nuestros amigos rusos han hecho es suponer que esas condiciones (improbables) se den, calcular las probabilidades de que se pueda crear espontáneamente un agujero de gusano, y en ese caso, decir qué firma dejaría en los detectores del LHC.
Eso sí, si en el LHC se producen los fenómenos que ellos predicen, se habrán formado agujeros de gusano microscópicos, que además son inestables. En ningún momento se habla de que esa conexión pasado-futuro (o violación de la causalidad) sea permanente, ni siquiera dentro del LHC.