La siguiente versión de la distribución Debian de Linux debía salir hacia el 4 de diciembre, lo que significa que ya lleva más de dos semanas de retraso.
Barth y su colega gerente de edición, Steve Langasek, han estado en el centro de una controversia durante los pasados meses, habiendo aceptado cada uno hasta 6.000 dólares como financiación para trabajar a tiempo completo en Debian versión 4, que se llama por código Etch.
La financiación para Barth y Langasek ha sido utilizada para desarrollar un “experimento” llamado Dunc-Tank, que pretende apresurar la salida de Etch.
Pero para el afianzamiento del grupo puede haber salido el tiro por la culata, porque han enfadado mucho a los desarrolladores no pagados. Ellos argumentan que Dunc-Tank está volviendo a Debian en un sistema de dos clases, lo que puede tener un efecto negativo en la distribución. Algunos han pedido la dimisión de los dos directivos.
Fuente: ZDNet News