Intuos3, un paseo por la nueva tableta gráfica de Wacom, III

Casi parecía que teníamos abandonado este mini tutorial, pero entre las Navidades (y luego, los Reyes Magos en forma de nuevas presentaciones en la Keynote de Jobs) nos había retrasado un poco con este trabajo. Hoy lo terminaremos, aunque aún nos queda un artículo más… para la semana que viene.

En la segunda parte del tutorial nos quedamos presentando como primera fase la creación de la textura en un programa vectorial. La versatilidad a la hora de dibujar elementos técnicos de este tipo de programas lo hacen mucho más apropiado para abordar los inicios de este tipo de proyectos. En todo caso, para el diseño de nuestra nave espacial hemos empezado trabajando con Freehand 10 y el ratón de la tableta.

El ratón en las tabletas Wacom siempre ha adolecido (hasta este modelo) de un tacto … extraño. El problema era que el roce de dos piezas de plástico (las patitas del ratón) con la superficie de la misma resultaba exteaño y en algunos casos, desagradable. En la Intuos3, Wacon ha debido de escuchar a los usuarios, ya que ha sustituido la superficie de contacto del ratón con la tableta con un fieltro que hace que su uso resulte extraordinariamente cómodo. Además la posibilidad de programar cada uno de los botones (y son unos cuantos, en total 5 más la rueda) además de poder asignar un perfil específico a los mismos según la aplicación que estemos usando lo convierten en una herramienta extraordinariamente poderosa: en nuestro caso para Freehand hemos asignado cada uno de los botones laterales con teclas modificadoras opción y comando, la tecla alternativa con un atajo de teclado (undo ó comando – Z), el doble click de la ruleta a ajustar en pantalla (comando – mayúsculas – W) y la ruleta a diferentes comandos de aumento o disminución de la previsualización. El ratón así personalizado ofrece una versatilidad muy grande a la hora de trabajar con los diferentes elementos, a los que podemos añadir, por supuesto, los botones de la misma tableta, accediendo a un conjunto muy superior de comandos sin la necesidad de tener un teclado a mano, lo que es verdaderamente importante cuando andamos “algo cortos de espacio” y tenemos que retirarlo para poder trabajar con ella.

textura_basica.jpg
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Para esta nave espacial hemos creado una estructura básica realmente sencilla: cada zona está separada por capas (como se ve en la paleta de capas) que luego exportaremos a Photoshop para seguir con el trabajo.

Trabajando en Photoshop

Ya estamos en el programa donde le sacaremos partido a la textura. Como vamos a trabajar con dos herramientas muy diferentes (primero el aerógrafo) y luego el pincel, repasaremos las técnicas y tácticas que usaremos primero con el aerógrafo y luego con el pincel.

Aerografo-02.jpgEl aerógrafo real es en realidad (explicado de una manera muy simplificada) un depósito de pintura (más o menos diluida) que sale expulsada gracias a una corriente de aire que suele proporcionar un (ruidoso e incómodo) compresor. La gestión de la cantidad de pintura que sale se realiza a través de un pequeño pistón que al pulsarse gestiona la cantidad de aire que pasa (en algunos modelos) y en otros la apertura de la boquilla del depósito de la pintura (en otros). Su uso requiere bastante entrenamiento y sobre todo, al terminar de usarlo, requiere una limpieza extrema.

El aerógrafo de Wacom hace una aproximación muy diferente a la herramienta tradicional, sustituyendo el pulsador “de toda la vida” por una ruleta con 512 niveles de presión. Esto hace que los usuarios que han usado el aerógrafo tradicional necesiten una “adaptación” a esta nueva forma de repartir la pintura, aunque se encontrarán también con ventajas que no tiene el aparato físico: las gotas de pintura por una pintura poco o excesivamente diluida, la imposibilidad de que se generen gotas (los típicos churretones) y sobre todo .. el comando -z. 🙂

La textura inicial sobre la que hemos trabajado está a 250 puntos por pulgada: es una resolución muy alta para una textura en un proyecto tan sencillo (luego la bajaremos de resolución) pero trabajar con una resolución alta al principio nos permitirá afinar detalles al extremo.

base1.jpg

Sobre las diferentes capas de la imagen en Photoshop hemos empezado añadir manchas primero sobre la base con diferentes tonalidades: desde un ocre oscuro (para el óxido) hasta amarillentos y anaranjados par simular diferentes estados de corrosión. Con el uso de los diferentes parámetros de los pinceles de Photoshop (aquí hay que tener muy claro como usar las diferentes características para obtener los resultados adecuados) el uso del aerógrafo de Wacom se convierte en una auténtica maravilla: las “largas pasadas” para generar diferentes grados de oxidación en las zonas adecuadas se convierte en una tarea fácil y muy sencilla: además, la potencia de Photoshop ayuda a generar efectos realmente convincentes con excesivamente poco trabajo.

AERO1.jpg
Uso del aerógrafo y del ruido

Ruido y más ruido

Uno de los detalles que ayudan a que una textura se convierta en “realista” es el ruido gaussiano. Para añadir ruido a nuestra textura hemos usado un método “inverso”. En vez de usar el aerógrafo y un pincel personalizado para añadir un ruido consistente, hemos hecho al revés: hemos creado una capa con una cantidad de ruido adecuada, levemente desenfocado, lo hemos superpuesto como “multiplicar”, ajustando perfectamente la transparencia, para a continuación usar una máscara de capa y usar allí el aerógrafo para “tapar” con diferentes escalas de grises las zonas donde el ruido debía ser menos marcado. El resultado es bastante aceptable y permite usar el aerógrafo mucho mejor que tratar de hacer el ruido “a mano”.

Otra cosa maravillosa que Photoshop hace (y que el aerógrafo tradicional no permite es la creación de pinceles personalizados). La conjunción de estas dos “herramientas” es simplemente … bestial. Los efectos que se pueden conseguir (por ejemplo el “humo de los motores”) es simplemente crear un pincel personalizado y luego tener la paciencia de crear cada detalle. Este efecto lo hemos usado por ejemplo en los motores, donde necesitaba un ensuciado mucho más específico.

Cómo se crea un pincel personalizado?

El proceso es realmente sencillo: crea un documento en escala de grises y una vez allí genera con el pincel, el aerógrafo, etc .. en escala de grises o en color compacto el tipo de pincel que necesitas. A continuación realiza una selección y ves al menú edición/definir pincel … y listo. El comportamiento será casi como el de un pincel de Photoshop (algunas especificaciones no estarán activasen función de la versión de Photoshop que utilices) pero la posibilidad de generar un tipo de pincel específico para una tarea determinada evita el uso d los pinceles tradicionales y muchas horas de trabajo.

Los lavados son otra historia muy diferente. Técnicamente, un lavado es la aplicación de una capa de pintura muy diluida que se deja escurrir, pero que se queda y se mantiene en los bordes de los resaltes de la textura de manera que simula un ensuciado en las zonas de más difícil acceso. Para realizar lavados “digitales” lo mejor es usar tos tácticas mixtas: una, la aplicación de largas pinceladas con el aerógrafo por toda la textura para a continuación usar el efecto sombra sobre una selección en varios niveles: el primero más extendido y más transparente, para a continuación ir aplicando este efecto con pinceles más pequeños y con una mayor opacidad (e incluso con variación de colores, empezando por un gris, siguiendo con un azul oscuro y acabando con un ocre óxido) y con menos cobertura.

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Aplicación de diferentes tipos de lavados

En general el aerógrafo de Wacom es una herramientas excelente, una vez te acostumbras a “regular el flujo de aire” con una ruleta en vez de con un pulsador. Además su ergonomía ambidiestra (gracias Wacom por acordarte de los zurdos).

Pinceles secos

Otra de las técnicas de ensuciado típico es el pincel seco, que consiste en el uso de un pincel (en el mundo real) al que hemos retirado casi toda la pintura de manera que la textura del pincel al pasarlo repetidamente sobre la superficie crea un efecto conviencente.

Para esta técnica hemos preferido el uso del pincel tradicional, que en conjunción con los pinceles personalizados realiza perfectamente su tarea.

Hemos trabajado en dos zonas concretas: una la creación de óxido con 3 ó 4 pinceles personalizados con más opacidad en los bordes y mucho más transparentes en las zonas centrales con un color rojizo y variación en la presión de manera que el efecto queda muy convincente.

OXIDO.jpg
Oxido y más óxido

Para el otro efecto (una textura cruzada con algo de ruido) el uso es prácticamente el mismo, aunque en realidad, para mejorar su aspecto le hemos hecho una segunda aplicación con un pincel y un color más claro, de manera que el contraste entre ambos colores resulta más “realista”.

pinncel_seco.jpg
Uso de dos capas de pincel seco

Ya tenemos nuestra textura montada. Ahora es simplemente aplicarla con el programa en 3D. Antes (tal como habíamos comentado) la hemos bajado de resolución a 110 puntos, suficiente para el tipo de trabajo que vamos a realizar. Una vez aplicada (y añadidas unas “calcomanías”) y levemente iluminada para sacarle el mejor efecto posible tendremos nuestra nave espacial con un aspecto mucho más “profesional” que la simple aplicación de colores planos o texturas predefinidas por el programa 3D.

final.jpg
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Anónimo
Anónimo
19 years ago

Ya era hora, caray.
¡Ya hacía semanas que no leía contenido de calidad en faq-mac!

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