Que se preparen los usuarios de PCs

El pasado SIMO me confirmó lo que hasta ese momento sólo sospechaba. Apple ha pasado de las palabras a los hechos. La primera fase fue una preciosa campaña de argumentos testimoniales (Switch) la segunda (y tímida -recordemos que primero se pasó por MusicMatch) fue un iTunes para PC… y la tercera y definitiva, la campaña para colonizar al otro 98%.

Apple es una empresa cabezota, liderada por un cabezota, que le duele más reconocer un error que la extracción de un cáncer. El objetivo número 1 de la empresa, expresado por su mandamás (y de ahí para abajo) es el crecimiento. Van a intentar con todas sus fuerzas dejar de ser un “nicho”.

En un principio pensaron que podrían crecer dentro del depresivo y deprimido sector de la informática. La campaña “por el cambio” demostró que generaba interés y todo lo más, curiosidad, pero no conseguía el objetivo (que se reflejaran en una curva ascendente en la cuota de mercado). Mucho visitante curioseando pero poco comprador. Como quien va a una exposición: lo miras, te gusta, tal vez te llevas el catálogo, pero no acabas de verte con algo de eso en tu casa.

El iPod. Ese intrigante objeto de deseo. Nadie sabe exactamente cuál es su secreto, por qué resulta tan atractivo, qué hace que gente que iba tan contenta escuchando la radio o leyendo el periódico, ansíe repentinamente introducir auriculares en sus orejas para escuchar la misma música que tiene en casa.

¿Será, como decían los griegos, algún tipo de proporción aúrea? ¿Tendrá ese aspecto de ladrillo blanco, virginal, ave maría purísima, en el MP3 concebido, algún tipo de relación con amuletos indígenas que hacen que la gente desee hacerse con uno para imbuirse su halo y protegerse de los idus de marzo aislándose de todo contacto con el exterior?

Diseñado originalmente con una mezcla de los colores del iBook y del PowerBook (blanco y metal), era un complemento dirigido al usuario de Mac. Un periférico más orientado a aprovechar el (supuesto) perfil tecnológico de las almas capaces de apreciar la mezcla de tecnología y comodidad que Apple siempre ha aplicado a sus diseños. Tampoco se puede negar que se dirigía a la (presunta) capacidad adquisitiva de los usuarios de ordenadores con una manzana por logotipo.

Tan periférica era su orientación, que su característica de funcionar como disco duro externo sin necesidad de fuente de alimentación era menciona (si es que se hacía) de pasada, y tardó mucho en aparecer en los argumentarios de venta del producto.

En algún momento, alguien (y todos tendemos a pensar en la misma persona) pensó que merecía la pena hacer el experimento de ver qué tal acogida tendría entre los usuarios de sistemas basados en Windows, y se forjó una alianza con MusicMatch, un programa equivalente a iTunes (que también existía para Mac) con un interfaz verdaderamente atroz.

La cosa debió funcionar aceptablemente, porque en la siguiente revisión Apple presentó su iTunes para PC. El resto, como se suele decir, es historia.

Nadie, ni siquiera en la propia Apple (según reconocía el propio Schiller), puede determinar en qué momento la masa de usuarios con música en su ordenador tomo consciencia del iPod y empezó a buscar tiendas Apple como si allí se vendiera la nueva religión en un precioso embalaje cúbico.

El caso es que se encontró, por fin, una vía de penetración en la mente de los usuarios de Windows, para meter el estilo de vida digital, visto por Apple, en sus aburridas vidas beiges (que, como chiste fácil, se puede decir que para entrar tiene más puertas que ventanas).

Tantos años intentando convencerles de que utilizaran ordenadores de Apple y al final resulta que empiezan a usar un periférico. La vida tiene estos giros.

Por fin Apple ha conseguido que haya cientos de miles (millones) de personas, sin importar la plataforma que utilicen (menos Linux -por ahora) dispuestas a postrarse ante un producto fabricado en Cupertino y reconocer su superioridad. Si son capaces de asociar iPod con la marca Apple es otro debate que aún está por decantarse.

Posteriormente, sale una base inalámbrica para Mac y PC que permite emitir la música desde tu ordenador a la cadena sin cables (bien es cierto que la bola del iPod sigue siendo tan grande que no ha merecido la pena intentar armar ruido con ella, y de momento se vende, aparte de entre los usuarios de Mac -early adopters donde los haya- por el boca a boca y como añadido a la venta del iPod)

Y después del iPod, llega el iPod photo. A priori, una ampliación elemental de la gama por la parte de arriba (más caro y con más prestaciones). Sin embargo, si miramos la historia que acabamos de enunciar, en PC primero fue el iPod con MusicMatch y luego el iPod con iTunes.

Ahora tenemos el iPod photo con Photoshop Elements y con la carpeta Mis imágenes de Windows. El siguiente paso debería ser… iPod photo con iPhoto. Parece una consecuencia lógica ¿no?

Algunas características de .Mac ya son compatibles con las últimas versiones de Windows. ¿Podría empezar a comercializarse una “suite” .Mac para PC con los mismos servicios que hay para Mac?

Para nuestros amados ordenadores ya hay varios programas multiprotocolo, que permiten tener todos los sistemas de mensajería instantánea activados simultáneamente. ¿Cuánto le costaría a Apple hacer lo mismo con iChat y de paso vender más iSight? (Mis amigos peceros están encantados cada vez que ven las fotos de los contactos, los bocadillos, la limpieza del interfaz, la música que escuchan otros, etc.)

Desde mi punto de vista, el objetivo actual de Apple es “colonizar” los PCs progresivamente, hasta que lo único que quede sean los programas (que ya están para Mac, como Office), el siempre problemático Windows y las horrorosas y enormes cajas de los pecés.

Un dato importante a tener en cuenta es que Apple no tiene la menor intención de desarrollar programas -al menos inicialmente- si no puede adjuntarlos a un producto que le reporte un retorno en la inversión de desarrollo de programas para Windows, sin lugar a dudas mucho más costosa y compleja (si se quiere hacer al estilo Apple, es decir “hemos creado el mejor programa para Windows”) que hacer lo mismo para Mac.

No creo que Apple tenga interés en desarrollar un Mail, o un Safari, con lo concurridas que están esas áreas, sabiendo que son productos más de imagen que de venta.

Ya sea por disimular ante el mercado, ya sea por convencimiento empresarial, no parece que Apple vaya a presentar programas que no tienen un producto a la venta que los complementa y mejora.

El razonamiento último parece ser: si al final todo lo que utilizas y que te encanta y que no te da problemas, y funciona a la primera, etc. es de Apple ¿no será más lógico que tu próximo ordenador sea marca Apple?

No sé si será lógico, pero si entiendo que el cambio al pecero resultará menos traumático si la mayoría de los programas del “día a día” que utiliza ya los ha probado primero en su PC.

Si estoy acostumbrado a iTunes, iPhoto, iChat… (¿por qué no iMovie?) pasar de un PC a un Mac se parecerá más a “simplemente” comprar un ordenador nuevo y menos a cambiar de plataforma.

Y eso es justamente lo que necesita Apple para que haya más switchers. Romper la barrera que separa un mundo de otro, difuminar la frontera y que comprar un Mac no se vea como una ruptura, sino como una evolución.

En resumen, que se preparen los peceros porque ahora, Apple va a por ellos. El tiempo dirá si lo consigue o no.

Seguiremos informando.