Hay un gusano en mi manzana.
SÃ, me han disparado, acuchillado, ametrallado, golpeado, empujado por un barranco, usado como blanco de misiles tierra a tierra y he visto impotente como una oveja explosiva saltaba inexorablemente hacia mÃ. Y justo ahora, cuando pensaba que me habÃa ganado un merecido descanso, me suben a una frágil canoa y me lanzan contra lÃneas y lÃneas de peligrosos bloques de colores. Asà de dura es mi vida. Y para colmo todo el mundo me trata como a un gusano.
Requisitos del sistema
– PowerPC a 333 MHz.
– Mac OS 9.1 / Mac OS X 10.1.1.3 o superior.
– 64 MB de RAM.
– 500 MB de espacio libre en el disco duro.
– CD-ROM a 4x.
– Tarjeta gráfica aceleradora (OpenGL compatible) con 8 MB de VRAM.
Desde 1995 los gusanos belicosos creados por Team 17 han paseado su armamento pesado por prácticamente todas las plataformas de juego durante varias entregas en las que la escalada bélica era pareja al aumento de la complejidad y diversión de sus tÃtulos. Con un sentido del humor completamente gamberro, las dosis adecuadas de imaginación y una galerÃa de gusanos con carácter propio actualizaron el clásico videojuego de los tanques en el que debÃamos medir el ángulo e intensidad de los disparos para acabar con los enemigos.
Sin embargo, el tÃtulo que distribuye Feral y ahora nos ocupa se ha desligado parcialmente del planteamiento inicial de estrategia/acción de sus predecesores, para convertirse en un explosivo cóctel de grandes clásicos de los juegos de puzzle y habilidad. Bust-a-move, Arkanoid (aún retumba en mi cabeza la repetitiva musiquita que “beep” a “beep” desprendÃa mi prodigioso Spectrum), Colums o Puzzle Fighter son sólo algunas de las inspiraciones más conocidas de Worms Blast.
A grandes rasgos, se podrÃa decir que el juego consiste en lanzar proyectiles que inteligentemente dirigidos acabaran con unos bloques que se acercan peligrosamente desde el extremo superior de la pantalla. Básicamente lo que ofrecÃa el adictivo Bust-a-Move, el clásico de los dos dinosaurios ¿? que lanzaban proyectiles contra esferas de colores.
Gusanos de armas tomar
Sin embargo la cosa no se queda aquÃ. Worms Blast ofrece tres modos diferentes de juego: la misión, el torneo y el uno contra uno. En el primer caso guiaremos a nuestro gusano predilecto por varias islas y un total de 60 fases (lo que supone horas y horas de juego). Nuestro protagonista prueba en esta entrega un nuevo medio, ya que se ha pertrechado de una canoa que le servirá de vehÃculo a lo largo del juego. Sobre su cabeza, bloques de colores irán descendiendo secuencialmente y amenazan con aplastarnos si no acabamos nosotros antes con ellos. Sin embargo, nuestro arma irá también cambiando de color a cada disparo, lanzando cada vez proyectiles sólo útiles contra un color determinado. Es por eso, que es imprescindible definir una estrategia de acuerdo a la secuencia de colores.
El sistema de disparo es el mismo que en los Worms anteriores. Antes de lanzar un proyectil elegiremos el ángulo de tiro y determinaremos la fuerza del mismo según el tiempo que pulsemos el fuego. Sin embargo, la cosa se complica cuando el tiempo apremia, ya que tendremos que controlar simultáneamente el ángulo de tiro y el desplazamiento de nuestra canoa.
Una de las grandes bazas de éste tÃtulo es que, misión a misión, nuestros objetivos irán variando. En ocasiones bastará con acabar con los bloques, en otras tendremos que conseguir un número determinado de estrellas en un tiempo lÃmite o enfrentarnos a una serpiente de bloques que te perseguirá con verdadera vocación asesina. Y esto dota al modo Puzzle de una variedad que pocas veces se da en otros tÃtulos de este género y ayuda considerablemente a que no nos aburramos rápidamente de pasar fases idénticas en las que lo único que varÃa es el tiempo que tenemos o la velocidad a la que bajan las piezas.
Hablar de Worms es siempre hablar de un arsenal absolutamente desproporcionado: explosivos, metralletas, escopetas o bazokas son sólo algunos “juguetitos” habituales para nuestros rosados amigos. Y esta entrega no podÃa ser menos. Asà que podremos obtener estas armas que nos facilitarán mucho la vida. Eso sÃ, como todo no podÃa ser un camino de rosas, si fallamos en nuestros disparos lo mejor que podemos hacer es poner pies (o lo que sea que utilicen los gusanos :-D) en polvorosa a todo meter, porque es más que probable que si no te aplaste una lavadora o una caja de caudales de esas que suelen caerte encima cuando menos te lo esperas.
Un gran detalle que ha tenido Team 17 con los incondicionales de la saga es la inclusión de personajes habituales en entregas anteriores. AsÃ, podrás optar por encarnar, entre otros, a Boggy B, Suzette, Chuck o a ese carnero carismático que arrebató los corazones de todos los jugadores el primer dÃa que explotó en nuestras pantallas llamado Calvin. Algunos están bloqueados y sólo tras pasar determinados retos será posible utilizarlos. Elegir personaje es más que una cuestión de preferencias animales, ya que cada uno de ellos tiene sus propias caracterÃsticas y según nuestro tipo de juego será conveniente ponerse en la piel de uno u otro bichejo.
Esto tiene mucho que ver con el tipo de entretenimiento que han programado los creadores de la saga, pues aunque es básicamente un juego de puzzles en el que la estrategia tiene un muy importante la herencia de los Worms anteriores introduce en su planteamiento muchos factores propios de los juegos de habilidad y acción que lo enriquecen considerablemente.
Más madera
El Torneo incluye algunos minijuegos bastante divertidos y supone una alternativa a tener en cuenta cuando la dificultad del modo Puzzle empiece a afectar a nuestra autoestima. Algunas de estas fases se desbloquean en el modo Puzzle y podrán a prueba nuestra punterÃa y nuestra habilidad para esquivar los más estrafalarios objetos.
Llama la atención la fase en la que los creadores de Worms Blast han decidido mirarse un poco el ombligo. Tendremos que acertar al mayor número de estrellas que podamos que caerán ni más ni menos de un logo gigante de Team 17.
Cara a cara
La joya de la corona de este tÃtulo es, sin lugar a dudas, el modo uno contra uno. Aquà es donde se le saca todo el jugo a Worms Blast y la diversión llega a sus cotas más altas. Podremos elegir enfrentarnos contra el ordenador pero es más que aconsejable medir las fuerzas con algún amigo (si buscas al más torpe de todos casi mejor).
El modo uno contra uno incluye diversos juegos competitivos, pero de ellos el tradicional enfrentamiento es el que permite realmente descubrir de qué pasta están hechos estos gusanos.
La pantalla aparecerá dividida en dos y cada uno tendrá que buscarse las castañas para sobrevivir al ataque de los bloques de colores. Sin embargo, las acciones de cada uno afectarán al adversario y es posible enviar “regalillos” que compliquen mucho la vida al enemigo.
Además, en ocasiones la separación entre las dos áreas de la pantalla desaparecerá y entonces será el momento de descargar todo el arsenal acumulado contra nuestro competidor.
La diversidad de sistemas de juego del modo multijugador y las variantes introducidas en este tÃtulo con respecto otros grandes del género, como Puzzle Fighter por ejemplo, lo colocan en una posición favorable para cualquier amante de los puzzles. Lástima que el modo multijugador no haya ido un paso más allá, incluyendo la posibilidad de juego en red, porque el potencial de este modo (que ya de por sà es mucho) se hubiese multiplicado considerablemente.
¿Ay, quién maneja mi barca?
Posiblemente uno de los puntos débiles del juego es el control del personaje con el teclado, sobre todo en las primeras partidas. La razón: mi mente aceptaba que al ir nuestro gusano en una canoa la inercia de nuestros movimientos en el agua han de ser tenidos en cuenta, pero mis dedos no. Y eso se traducÃa en un torpe intento de hacerme con el timón de la embarcación, ya que la respuesta era demasiado lenta.
Bien es cierto que , tras algunas partidas, acabas dominando la embarcación y comprendiendo que has de moverte lo justo y no dedicarte a la navegación deportiva mientras que peligrosÃsimos bloques de colores amenazan con caerse sobre tu cabeza. Y también es verdad que la experiencia de juego gana sensiblemente con un gamepad en las manos. Sin embargo creo que en este punto podrÃan afinado haber más el control, ya que la dificultad de algunos niveles reside más en el manejo adecuado de la canoa que en la propia complejidad del puzzle.
Colores de guerra
Los gráficos de Worms Blast son, en general, más que correctos. Sobresalientes son las encarnaciones de nuestros gusanos de batalla, modelos 3D renderizados con un aspecto de tebeo divertido y muy adecuado al tono general del videojuego y con una animación elaborada con detalle. Los fondos bidimensionales tienen la virtud de estar llenos de colorido pero no molestar en absoluto, algo muy de agradecer en un juego con un desarrollo tan frenético como éste.
En cuanto al sonido, es especialmente reconfortante para los seguidores de la saga reencontrarnos con los improperios que nuestros gusanos sueltan a las primeras de cambio. Tanto las locuciones como los efectos sonoros son nÃtidos, divertidos y perfectamente ajustados al estilo gráfico.
Y la banda sonora es realmente variada si nos ceñimos a este tipo de tÃtulos (veinte temas diferentes, que además puedes escuchar desde fuera de Worms, sólo has de buscar en la carpeta del juego) y el estilo de música cambia según la isla en la que nos encontremos, aunque mantiene por lo general el tono acelerado y el predominio del sonido electrónico que tanto abunda en los juegos de puzzles.
Especial mención merece la traducción de todos los textos al castellano. Es todo un detalle a agradecer que se nos haya tenido en cuenta a los hispanohablantes. Ojalá este granito de arena en el desierto de tÃtulos sin traducir que llegan cada año sea un ejemplo a seguir por otras distribuidoras.
Concluyendo
Worms Blast es un juego con grandes aciertos y algunos inconvenientes. El control no es todo lo ajustado que podrÃa ser, pero una vez salvado este escollo la diversión está asegurada. Especialmente en el modo uno contra uno y compitiendo contra un humano (y si ese humano es un amigo, pariente o conocido al que le tenemos ganas bastante mejor).
Team 17 ha arriesgado, desviándose del tipo de juego que marcaba la saga para acercarse a los puzzles y la habilidad. Es difÃcil saber cómo le sentará a los incondicionales de la saga el cambio de tono, pero yo considero que es un giro novedoso y un buen homenaje a los grandes tÃtulos del género.
Eso sÃ, si alguien busca un auténtico “megahit” lleno de espectaculares gráficos, sofisticados efectos especiales y una gran historia de fondo se ha equivocado de juego. Worms Blast es un tÃtulo sin más pretensiones que las de entretener, con unos aspectos gráficos y sonoros perfectamente adecuados al tipo de juego de que se trata y un sistema de juego fácilmente asumible por casi todas las edades.
De hecho, sus vivos colores, los divertidos protagonistas y la sencilla mecánica lo hace ideal para disfrutar de él junto a los hijos. Siempre y cuando sepan encajar con buen humor la segura paliza que les vamos a dar.
Estamos ante un tÃtulo algo irregular pero que cumple básicamente lo que promete: entretener. Y eso hoy dÃa es ya bastante. Si tu vida no serÃa la misma sin el Arkanoid, el Bust-a-move o el Mr. Driller y has jurado vengarte de la última vez que te ganó tu compañero de trabajo jugando al Puzzle Fighter este tÃtulo no deberÃa faltar en tu juegoteca. Sin embargo, si miras por encima del hombro a todos aquellos que no saben contar cuántos polÃgonos por segundo mueve el engine de Quake 3 mejor que te lo pienses dos veces.
Lo mejor
– La traducción en castellano (ojalá cunda el ejemplo).
– La entretenida combinación de géneros.
– El modo 1 contra 1, especialmente cuando se compite contra un humano.
Lo peor
– La ausencia de juego online: ¿por qué humillar sólo a tus colegas cuando el mundo está lleno de gente dispuesta a sufrir una cruel derrota?
– El control del teclado.
hola quiero que pongan mas informacion de worms y que pongan informacion de rayman2
denme por favor el worms blast
quiero el worms porfa es lo mejor q existe