Sabre nos envía la Crónica de su accidente a la vuelta de la Campusmac. menos mal que la sangre no llegó al río.
Mollina desaparecía definitivamente en el retrovisor de Sabre. Su espíritu, henchido de satisfacción y gozo tras la CampusMac, era totalmente ajeno a la tragedia que, volando rauda hacia él con negras y prestas alas, se le avecinaba.
La primera escala en su periplo le llevo a recoger a su noble parentela en la ilustre villa de Madrid, cuna de reyes, príncipes, villanos y limpiabotas. Esa idílica estampa de reencuentro familiar rebosante de dicha y amor que llegaría a empalagar al más meloso de los guionistas de “La casa de la pradera” pronto se tornaría en una escena de sirenas, caos, tensión y destrucción.
Subiendo la Autovía del Mediterraneo desde Valencia se produjo el desastre a la altura del peaje de Sagunto. Illana llevaba una velocidad de crucero de 110 Km/h (iba con mama) y tenía un camión delante a considerable distancia que se desplazaba a velocidad algo inferior, por lo que pasó al carril rápido para así sobrepasarle. En esto que se ve a un Peugeot 205 blanco totalmente parado en el arcén derecho y que se incorpora a la vía desde posición de reposo sin siquiera acelerar mínimamente por el arcén.
El camión empieza a frenar en seco y viendo la inminencia del choque empieza a invadir el carril rápido cerrando a Sabre. Al mismo tiempo, el frenazo tan brusco y la orientación del camión hacia el carril rápido hace que se desplome en él la carga que llevaba (despojos de matadero) que fueron a caer en el parabrisas y capó del Sabremóvil, además de cubrir el asfalto que transitaba con vísceras.
Illana, que en todo momento llevaba una velocidad moderada y mantenía sobradamente la distancia de seguridad tuvo tiempo pese a todo de frenar con la prontitud requerida y así evitar el choque. No pudo decirse lo mismo del coche que venía tras él a toda velocidad y sin guardar las distancias y que le dio de lleno. El impacto fue tan fuerte que el Sabremóvil pasó de estar en el carril rápido a aparecer montado sobre el quitamiedos del arcén derecho y mirando hacia atrás. Es decir, que su recorrido fue un trompo de 180 grados atravesando carril rápido, lento y arcén para acabar montándose en el quitamiedos.
El momento del impacto fue traumático para Sabre. En ese instante notó en su cara unas gotas de líquido caliente en su cara y pensó lo peor. Afortunadamente descubrió tras el golpe que eran unas gotas de cerveza de una lata vacía que su copiloto padre llevaba en la mano y no la savia vital de ninguno de sus progenitores. Ahora la cosa tiene su gracia. En aquel momento, no.
Illana no sintió en ningun momento pasar la vida por sus ojos. Todo el mundo sabe que su cerebro se compone de dos únicas neuronas mal avenidas que rara vez realizan sinapsis. Si no puede recordar un cumpleaños… ¿como va a recordar toda una vida? Tampoco oyó ninguna voz de vieja demente diciendo “Caroline, acercate a la luuuuzz”. Vaya fraude.
No obstante, en esos críticos momentos oía a cámara lenta la voz de Kanas que le decía “Saaabreeee, eeeereeeees eeeel meeeejooooor. Saaaabreeeee, eeeeereeeees uuuuun Diiiiiioooos…”. Espoleado por tan sentidas arengas, nuestro héroe (tras tomar unas fotos de la escena con su digicam recomendada en su dia por gente tan ilustrada como ripo o nomada) se lanzo épicamente a correr por el arcén con el cuello dolorido para señalizar a los coches que iban llegando de que disminuyeran su velocidad para evitar un accidente múltiple, salvando innumerables vidas, quién sabe si la nación entera incluso. Tráfico le agradeció tan noble gesto, poniendolo como modelo a imitar por generaciones y generaciones de accidentados y accidentadas (que poco le conocen).
Total, que al final la culpa era de todo el mundo excepto de Illana y sin embargo terminaba siendo enculado una vez más (literalmente, el choque fue posterior). El 205 blanco que se dió el piro se incorporó indebidamente provocando el accidente en parte, el camión llevaba mercancia tóxica al aire en vez de llevarla en un compartimento cerrado y frigorífico y por ello se salió la carga que también tuvo parte en el accidente, y el coche que dió por detrás al sabremóvil llevaba velocidad inadecuadamente excesiva y no guardaba la distancia de seguridad. Por eso le golpeó, mientras que Sabre que sí que guardaba velocidades y distancias no daba al camion.
Podeis ver las fotos del antes y el después tanto de Sabre como del Sabremóvil. La gracia del asunto es que en ese destrozado maletero estaba el SabreiBook y el SabreiPod entre muchos adminúsculos informáticos y cacharros varios más. Las Samsonites duras quedaron como acordeones, unas gafas Alain Mikli destrozadas, la GameBoy Advance dañada, El frasco de Eternity reventado dentro del necesser Samsonite duro, el PDA HP Jornada parece que tiene problemas en la pantalla …. bueno una autentica pijodebacle, pero ….
… parece ser que el iBook más o menos aguanto. Y el iPod también. No es increible? Si es cierto que han fallado un poco y todavía están en observación así que Illana no canta victoria todavía, pero seguro que un Airis no hubiera aguantado tanto.
En fin, de lo que es capaz Sabre para llamar la atención. Sin duda estaba celoso de la popularidad que adquirió Roni tras su accidente en la barbacoa. Y hablando de “barbacoa” no os podeis hacer una idea del hedor que despedían esos despojos de matadero a las 6 de la tarde desperdigados por la carretera. Afortunadamente Sabre había llevado al aeropuerto de Málaga el día anterior a merlucín, kanas y marianitu, por lo que su pituitaria ya estaba preparada para aguantar cualquier cosa tras compartir sabremóvil con esta gente.
El tema de seguros, gruas y talleres está siendo un infierno. Y eso que Illana tiene seguro a todo riesgo sin franquicia y no fue culpa suya. Creo que Sabre preferiría otro golpe a tener que seguir hablando con esa gentuza. No esta muy claro todavía que el accidente no vaya a dejar secuelas, pero por el momento con dolores, collarines, antiinflamatorios y relajantes musculares Sabre y Sabrefamily van tirando.
Bueno, hay que mirar las cosas por el lado bueno: el accidente se produjo 400 metros antes del peaje de Sagunto, por lo que Illana se ahorró pagar peaje. Todos pueden contarlo y Sabre escuchó ininterrumpidamente el tema Protection de Massive Attack unas 52 veces en el camino de vuelta a casa en taxi desde Sagunto a Valladolid. No todo iba a ser malo.
Para finalizar presento las prometidas fotos del antes y después de Sabre y el Sabremovil, para los mas morbosos:
Sabre antes
Sabre después
Sabre-Móvil antes
Sabre-Móvil después
Cortesía de Sabre
