El lanzamiento de Chromecast por parte de Google ha vuelto a poner en evidencia que existe la posibilidad de que haya un mercado de 100.000 millones de dólares en conectar un dispositivo al televisor y reproducir contenidos. Google no es la primera en intentar hacerse un hueco en este mercado y posiblemente no será la última: la lista de dispositivos es tan amplia que tratar de citarlos a todos (incluso a los que fallaron) llevaría demasiado tiempo (y haría este artículo inútil). Sin embargo, este no es un negocio como tal, sino un anti-negocio.
Cuando “alguien”, cualquier fabricante, intenta venderte un set-top-box, la mayoría de las veces su argumento e compra es “Conecte este dispositivo a su televisor y podrá ver de todo“. El gran problema de este argumento es que se nos está vendiendo hardware cuando realmente el negocio de estos dispositivos es que son servicios. Chromecast, Apple TV, tac… son dispositivos incapaces de crear nada: son simplemente un transporte entre un punto in/determinado y nuestro televisor. Son un servicio. Su valor técnico no va más allá de las correctas capacidades de poder mostrar contenidos a una calidad razonable y que puedan ser controlados a distancia.
No es la primera vez que se intenta rentabilizar, bajo estos parámetros de hardware, el mercado de los sewt-top-boxes. Hace algunos años hubo un inmenso despliegue de un dispositivo, el disco duro multimedia, que permitía a los usuarios poder reproducir contenidos en los televisores en cantidades importantes al disponer tanto de la conectividad como de grandes capacidades de almacenamiento. Pero fracasaron y su mercado se ha ido reduciendo conforme las grandes marcas lo han ido abandonado por dos causas.
La primera de estas causas era que el usuario se convertía en el servicio con todo el trabajo que ello conlleva al tener que buscar, descargar e incluso preparar el contenido para que este fuera visible a través del disco duro multimedia. Ser “el servicio” es un trabajo muy dedicado que al final cansa al usuario y acaba abandonando la tarea porque lo que quiere es sentarse delante del televisor, encenderla y con el mando acceder a contenidos. Y nada más.
La segunda es que los fabricantes de televisores, viendo el impacto de este tipo de dispositivos, incluyeron (pero no publicitaron ampliamente) la inclusión de descodificadores de los formatos más utilizados en internet para que los usuarios simplemente conectaran unidades de almacenamiento al televisor y pudieran ver sus películas. Ahora, simplemente, añaden una muy discreta pegatina para indicar que el televisor cuenta con soporte USB y permite ver ese tipo de archivos… pero saben y son muy conscientes que muchos usuarios buscan esa característica como diferencial frente a otras que si están identificadas por “pegatinas mucho más grandes”.
Lo que busca realmente el usuario en un set-top-box es precisamente eso: un servicio. Un dispositivo que le permita acceder a contenidos de forma rápida y con una calidad de visionado razonable. Si, además, le permite reproducir otros tipos de contenido con facilidad, es decir, sin complicadas argucias técnicas sino simplemente pulsando un botón para acceder a la biblioteca de su ordenadoro a internet, mejor.
En esta circunstancia, muchos de los fabricantes de set-top-boxes, además de tratar de encontrar un buen equilibrio entre hardware y facilidad de uso, buscan (desesperadamente incluso) llegar a acuerdos con quien realmente lleva las riendas de este negocio, los proveedores de contenidos. Y estos proveedores están manteniendo el control estirando de las riendas de forma torpe y exagerada.
Un claro ejemplo de cómo los proveedores están atando muy fuerte la distribución de sus contenidos es la estrategia de distribución de contenidos a la carta de Canal +, Yomvi. Bajo esta estrategia, ampliamente publicitada por televisión, los usuarios pueden utilizar casi cualquier dispositivo para poder conectarse y ver sus programas, series o películas favoritos. Las características técnicas de estos dispositivos, capaces en un momento determinado de convertirse en set-top-boxes (iPad o iPhone vía adaptador de vídeo o Airplay, por ejemplo) sin embargo, molestan a los proveedores de contenidos.
Así, en una reciente actualización de la aplicación para iOS, Yomvi ha desconectado esta posibilidad en el código debido a los requerimientos de los proveedores de contenidos… que evidentemente quieren cobrar licencias adicionales por reproducción en el televisor si es el caso.
La reacción de la gente ha sido, por otra parte, muy negativa a esta actualización pero Canal+ no es el único culpable de esta situación: de hecho, la culpa de las múltiples quejas de los usuarios solo pueden achacarse a la codicia de los proveedores de contenidos.
Y este es el problema, la codicia. Mientras sigan manteniendo estrictas políticas de reproducción de sus contenidos (básicamente, cobrando una licencia de reproducción por tipo de dispositivo), los set-top-boxes no acabarán de despegar porque los tratos con los fabricantes parametrizarán el comportamiento de los propios dispositivos. Por ejemplo, un set-top-box podría servir como punto de entrada para que cada persona de la casa pudiera ver, en su dispositivo y de forma independiente, cualquier contenido. Sin embargo ésto, que técnicamente es factible (y relativamente sencillo), es una aberración para los proveedores de contenidos y las licencias que solicitarían para este tipo de servicio, trasladadas al usuario final, serían lo suficientemente altas como para que nadie se plantease su contratación.
Apple dice que Apple TV es un hobby porque tiene muy claro que jamás podrá ser un gran negocio mientras los contenidos estén en manos de las empresas que los tienen. Podrá, al igual que Google, tratar de hacer más fácil la reproducción, o la búsqueda de contenidos, o incluso el uso de aplicaciones adicionales, pero al final, a las 9 de la noche, cuando la gente se sienta delante de la tele y enciente para ver una película, los que sujetan las cadenas de este negocio son los proveedores. Y no tienen intención, bajo ninguna circunstancia, ni de facilitar ni de abaratar el servicio.
Apple, al menos, puede convertir Apple TV en una consola de juegos. Tiempo al tiempo.
Upss! Pues le estaba yo dando vueltas a Canal+ con Yomvi, pero ahora que sé que no se podrá ver en la tele por AirPlay acabas de estropearme la película que tenía montada.
Aún así gracias por la info, que me ve viene muy bien,
Lo de Yombi ha sido una perrada más, que casi ni me impresiona viniendo de quien viene. Sobre todo porque durante muchos meses sí que hemos podido disfrutar de AirPlay sin problemas y al eliminarlo creo que sabían la que se les venía encima. Solución? Gastarse unos millones en publicidad que cale hondo.
El set-top box tiene cabida en el mundo… mientras no sea en España, país al que llegó Nexflix y salió por patas cuando les pusieron al día de las cantidades a pagar por derechos a las mafias correspondientes. Para arreglar esta situación sólo es posible una salida: piratead. Piratead todo lo que os sea posible y pirateadlo todo, y compartidlo con familiares y amigos. Facilitad las descargas, no les deis un duro. Dejad de ir al cine (esto ya está teniendo efectos y a 5€ la entrada sí que estoy volviendo) y no uséis ni uno de sus servicios. Pagad, sin embargo, por los pocos servicios que no os tratan como idiotas o ladrones.
De acuerdo en general con el artículo.
En cuanto a Yombi hay una cosa que no entiendo: Yombi va asociado a Digital+ así que ¿quién quiere recibir C+ en el iPad para enviarlo a la tele cuando el propio codificador de Digital+ ya lo hace? A no ser que lo queráis usar fuera de casa, pero eso ya es rizar el rizo, creo, sobretodo porque Yombi también funciona en el ordenador, ¿y quién no tiene un ordenador que pueda conectar a la tele?
El codificador de T10 de Digital+ no sólo recibe los canales en directo sino que también tiene acceso a Yombi lo que permite ver y almacenar sus contenidos. Eso sí, hay que conectar el cable Ethernet del codificador al router, cosa que los instaladores suelen olvidar frecuentemente.
#3 Muy sencillo, pongamos que te vas el fin de semana y te llevas tu iPad/iPhone. Están impidiendo que veas sus contenidos en otra tele que no esté conectada a tu TV, y eso que lo venden como servicio de valor añadido. Para mi es un servicio de valor sustraído.
A mi me picó la curiosidad con Yomvi, y entré en la página del Plus.
No hace falta ser cliente del Plus para acceder al servicio.
Yo elegí un paquete (cine + series), y hasta Septiembre lo estoy probando gratis.
Por desgracia no llegué a poder reproducir el contenido por AirPlay, pero fué la primera prueba que hice.
Solo por ese motivo no pienso pagarles los 12€/mes que en teoría costará el servicio a partir del mes de septiembre.
El servicio se limita a las películas que están emitiendo durante el mes en curso en canal Plus, no hay una temporada completa de una serie, por ejemplo, está bien el poder ver en vivo los canales, pero el no poder enviarlo del iPad al Apple Tv es lo que no me gusta.
Para ver una peli en el ipad en la cama, no pago ese dinero, y tampoco se me ocuriría ver un episodio de Juego de tronos “en el trono” (como muestran en el anuncio), por que se te quedaría el culo plano…..
Estoy de acuerdo que lo que impide que, no solo el negocio, avance son las distribuidoras, que están muuuy cómodas tal y como lo tienen montado.
Luego los piratas somos nosotros….
Apple (y los demás), deberían negociar directamente con los estudios, y los estudios deberían ser lo suficientemente inteligentes como para abrir todo su archivo a estos dispositivos, y por un precio lógico que cada uno tubiera acceso a toda esa biblioteca. Lo mismo para canales como Discovery, y demás…
Saludos
Airplay mirroring, mai fren …
¿no?
#6 Que va, AirPlay mirror era como lo hacíamos antes, que no tenían la decencia de implementar AirPlay video directamente en la app. Ahora al arrancar Yombi y poner AirPlay mirror se queda la tele en negro. Unos genios.
Hombre Alquimista, tienes razón. Siempre se puede conectar un portátil, pero no es lo mismo. Y sobre todo si queremos que lo utilicen personas mayores, como es mi caso, que sólo gracias al iPad están conociendo qué es esto de “Interné”.
Quizá nos estemos volviendo muy cómodos aunque, entre otras muchas cosas, para eso está la informática, ¿no? 🙂