Por qué debería de haber un Licenciado en Historia en los equipos de marketing, por Carlos Burges

Messerschmitt-Bf-109.jpgEntre julio y octubre de 1940, escuadrillas de aviones británicos y alemanes se disputaban el control aéreo de los cielos de el Reino Unido. Alemania sabía que dejar una base aliada a menos de 30 kilómetros de suelo conquistado podía ser la punta de lanza de una invasión en masa. Hitler y su estado mayor confiaban que con la neutralidad norteamericana, la negativa de Rusia a enfrentarse (en ese momento) al poderío militar alemán y su dominio sobre gran parte de Europa. los ingleses se rendirían. pero no fue así. Esta es una lección histórica de tecnología bélica de la que se puede extraer una valiosa enseñanza: por muy avanzados que sean tus dispositivos, una sola característica te puede hacer perder una guerra.

Frente a la férrea postura de Winston Churchill, Primer Ministro británico, Hitler se vio obligado a seguir adelante con las hostilidades, y comenzó a diseñar un plan de invasión denominado “Operación León Marino”. Hermann Göring, Comandante de la Luftwaffe y segundo hombre del III Reich, estaba exultante. Su aviación sólo había cosechado hasta ese momento aplastantes victorias sin sufrir prácticamente bajas, y prometió a Hitler acabar con la aviación inglesa en pocos días. La estrategia desarrollada se basaba en una completa aniquilación de la RAF que permitiera un desembarco sin contratiempos en las costas británicas.

Hitler, confiado en la estrategia de Göring, ordenó a sus generales prepararse para la invasión. Como condición indispensable para el éxito, la Luftwaffe debía conseguir durante tres días seguidos una superioridad aérea total en el sudeste de Inglaterra. Una vez conseguido esto, la unidad de paracaidistas de Kurt Student (la primera de la historia y la única en aquellos momentos) caería sobre Dover para establecer una gigantesca cabeza de puente y comenzar con el traslado de tropas por vía marítima.

Durante los primeros momentos pareció que el plan de Göring se cumpliría ya que los aviones alemanes eran superiores a los ingleses y los pilotos alemanes, a diferencia de los británicos, estaban bien entrenados y tenían bastante experiencia en combate. Los objetivos de las bombas alemanas en aquella primera etapa no eran las poblaciones civiles, sino las instalaciones industriales cercanas a la ciudad de Londres, aeródromos militares y la red de estaciones de radar (Home Chain).

Operación Día del Águila

Sin embargo, la producción masiva del Supermarine Spitfire, un caza llamado a convertirse en leyenda, llevó vientos de esperanzas a la RAF. El Spitfire, aparte de estar bien armado, poseía mayor maniobrabilidad a la del Me109. El Spitfire rápidamente se ganó una reputación entre los pilotos de la Luftwaffe.

Puesto que los pilotos ingleses rechazaban siempre que les era posible el duelo en el aire, Göring, a mediados de julio de 1940, decidió cambiar de táctica y combatir no sobre el Canal de la Mancha, sino sobre el suelo británico. Los objetivos variaron y dejaron de concentrarse en las industrias para pasar a dedicarse a los bombardeos en los aeródromos. Los aviones ingleses eran más fáciles de destruir si se les impactaba antes de haber despegado.

El inicio de esta nueva operación, denominada por Göring “Día del Águila”, comenzó el 15 de agosto de 1940. La Luftwaffe contaba con más de 1.000 bombarderos y unos 700 cazas para la operación y se calcula que realizaron 2.119 acciones aquel día. Tras este primer día de operaciones, cuarenta aviones alemanes fueron derribados, pero las consecuencias del bombardeo fueron devastadoras; decenas de aviones destruidos en tierra, sin contar con los derribados por los cazas alemanes.

La operación “Día del Águila” continuaba su curso con excelentes resultados hasta que el 24 de agosto de 1940 los puertos de Londres fueron bombardeados por error. Aquella fue la primera vez que se atacaba a una población civil desde el aire desde que en 1915 varios zepelines bombardearon Londres. Pese a las disculpas alemanas (aún no estaban en tiempos de guerra total, y se seguían ciertas reglas de honor), Churchill aprovechó el error preparando un ataque aéreo sobre Berlín.

Este bombardeo fue más que nada un golpe de efecto para subir la moral británica, ya que la RAF no estaba aún en condiciones de realizar un verdadero ataque sobre suelo alemán. Con la inmensa presión ejercida por la Luftwaffe sobre los aeródromos británicos, el poder de fuego de la RAF era ínfimo.

La fecha del bombardeo fue escogida con mucho cuidado, haciéndola coincidir con la entrevista del ministro de Asuntos Exteriores del Reich, Joachim von Ribbentrop, en Berlín con su homólogo soviético, Molotov, para demostrar a la Unión Soviética el triunfo alemán y realizar nuevos acuerdos. La entrevista debió interrumpirse para bajar a un refugio antiaéreo, lo que hizo que Molotov no diera crédito a las palabras de von Ribbentrop (en aquel momento Molotov pronunció una frase que pasaría a la historia: “En vista de lo que está cayendo del cielo de Berlín, no parece normal que los ingleses estén en las últimas“).

Punto de inflexión

Si bien los daños fueron prácticamente irrisorios (al menos comparados con los daños en suelo británico), Churchill consiguió lo que buscaba. Hitler, herido en su orgullo, ordenó a la Luftwaffe abandonar la estrategia de bombardeos a aeródromos británicos para concentrarse en las ciudades; principalmente sobre Londres. Fue entonces cuando empezó el Blitz, bombardeo sostenido de la aviación alemana sobre las ciudades británicas, que tuvo lugar entre el 7 de septiembre de 1940 y el 16 de mayo de 1941, y cuyo objetivo fue la población civil.

Aunque este cambio de táctica en la guerra aérea implicaba casi la destrucción de Londres, Churchill estaba dispuesto a afrontar el sacrificio a cambio de que la RAF tuviera el tiempo necesario para rearmarse. Porque como dijo Napoleón, “nunca interrumpas a tu enemigo cuando está realizando una maniobra equivocada“.

Aquí empieza nuestra lección

Los alemanes, durante la época de preguerra, habían preparado una estrategia de combate para arrasar sin compasión los países por donde avanzaba. Llamada Blitzkrieg (del alemán y literalmente, Guerra Relámpago) era una estrategia basada en una excelente coordinación entre las tropas de tierra y la fuerza aérea en la que se avanzaba rápidamente haciendo movimientos de pinza para derrotar al enemigo. Una vez derrotado, se hacían avanzar todas las bases de aprovisionamiento y los aeródromos y se continuaba el ataque.

Esa cercanía de los aeródromos al frente, junto con la superioridad tecnológica del que entonces fue el caza más avanzado de la guerra durante los primeros compases de la misma, el Messerschmitt Bf 109, hizo de este caza el más temible de los cielos europeos.

Pero volvamos a los cielos británicos. Cuando Hitler decidió bombardear las ciudades británicas se encontró con un grave problema: no se había contemplado aumentar la autonomía de los cazas, con lo cual, solo podían permanecer protegiendo a los bombarderos sobre suelo británico durante una fracción del tiempo del que estos necesitaban para lanzar sus bombas … e incluso no podían acompañarlos a zonas mas profundas de las islas británicas. De hecho, aún adelantando sus bases aéreas sobre la costa francesa, los Messerschmitt Bf 109 sólo disponían de 10 minutos de combustible para el combate aéreo sobre Londres.

Me109_G-6_D-FMBB_4.jpg

Sin embargo, los alemanes no hicieron nada por remediarlo, y a la postre, perdieron la Batalla de Inglaterra.

Así que pese a tener en jaque a la RAF y a la población británica con un mayor número de efectivos, y presentando combate con tecnología pareja y personal altamente cualificado, solo una característica técnica decidió la Batalla de Inglaterra. La autonomía.

Los alemanes pagaron muy caro la incapacidad de mantener el control aéreo sobre los cielos británicos y al final, desde las mismas islas Británicas, se lanzó una de las ofensivas que acabarían con el Tercer Reich desde las Playas de Normandía.

Mientras, los aliados encontraron una solución elegante, sencilla y barata para este problema: tanques supletorios desechables de un solo uso hechos de papel impregnado en materia plástica. Y con estos tanques sus aviones llegaron desde sus bases en Inglaterra hasta el centro de Alemania.

La lección

La lección aprendida es sencilla: puedes disponer de la mejor tecnología, pero si no puedes llevarla al campo de batalla y mantenerla allí durante el tiempo necesario, irremediablemente acabarás perdiendo la guerra frente a quien sí sea capaz de hacerlo.

Por eso el iPhone necesita doblar su autonomía antes de que llegue alguien con una solución sencilla y simple y gane la guerra en igualdad de condiciones tecnológicas.

Fuente de algunos de los Textos: Wikipedia. Un artículo de Carlos Burges

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Anónimo
Anónimo
15 years ago

Que bien me lo paso leyendo esta web. 🙂

Anónimo
Anónimo
15 years ago

¡Felicidades!
Lección de historia, atrayente, divertida… y al final, una conclusión con golpe de efecto relacionada con un tema en principio nada relacionado (sino fuera porque este sitio habla del tema mac, claro 🙂

Tito
15 years ago

Muy bueno, que lo de la autonomía se lo apliquen también a las tarifas de conexión a la red (y si de paso mandan al cuerno la exclusividad con Movistar mejor que mejor…).

Anónimo
Anónimo
15 years ago

Simplemente fascinante. Me habéis tenido en vilo hasta el final.

Maquito
Maquito
15 years ago

Me ha gustado mucho. Es una nueva forma de hacer artículos. Seguir así.

Debido a la corta autonomía del iPhone, y a las casi 2 horas diarias que hablo con mi novia, vi que en mi caso era imposible tener un iPhone, y usarlo como teléfono. Así que sigo esperando a ver si sacan un iPhone que no haya que recargar todos los días. Y suponiendo que la batería tiene una vida media de 300 ciclos de carga, pues antes del año se tendría que cambiar la batería en menos de un año.

P.D.: ¿Carlos no serás licenciado en Historia? 😀

Anónimo
Anónimo
15 years ago

No fue la falta de autonomía lo que marco la derrota alemana, sino el cambio de táctica. Cuando la Raf estaba al punto de colapso por la destrucciones de sus aeródromos, falta de pilotos y estaciones de radar, Hitler cambio de táctica y se obstino en machacar las ciudades pensando en una posible capitulación.

Una mayor autonomía de los cazas alemanes les hubieran permitido defender durante mas tiempo a sus bombarderos sobre las ciudades inglesas. Las consecuencias: mayor superficie de ciudad destruida, mayor número de muertos civiles y tal vez un buen numero de aviones ingleses perdidos. Pero los aeródromos y las estaciones de radar seguirían intactos por el erróneo cambio de táctica.

Con las estaciones de radar todavía operativas, los ingleses sabían con antelación de los ataques aereos y evitaban así un constante patrulleo caro e improductivo. Con los aerodromos tambien operativos, los cazas ingles podían volver a sus bases, reparase, rearmarse y reabastecerse.

Una mayor autonomía de los cazas alemanes hubiera permitido llevar la destrucción de radar y aeródromos, e incluso industria, mas al interior de Inglaterra desmantelando de esta manera no sólo sus defensas de vanguardia sino su retarguardia. Pero Hitler se “cego” con las ciudades ese fue su error.

Anónimo
Anónimo
15 years ago

enhorabuena, buen tema…

no podría estar mas de acuerdo contigo, ayer me acosté con la batería al 100% y hoy he despertado con la bateria al 75%, esto se traduce en que esta tarde se me apagara como siempre sobre las 21, así que toca comprarse otro calbe para la ofi, o dejar las cañas a un lado e irme a casa antes!!

muy mal….

Anónimo
Anónimo
15 years ago

mucho lirili y poco lerele

el iphone tiene algunas deficiencias que se mantienen por debajo de sus caracteristicas que l hacen unico, por eso TAAANTA gente pasa por el aro de contratos abusivos y en masa, se cambian de compañia.

tener casi 15 millones de unidades (algunos dicen que menos, pero que cojan el metro) en la calle en tan solo 18 meses es de guiness (del libro y de brindar con la cerveza).

no creo que nokia gane la batalla con alguno de sus terminales por duplicarle la autonomia.

Anónimo
Anónimo
15 years ago

Nokia no, pero ¿y el Palm Pre? ¿eh?.

Un teléfono móvil debe hacer dos cosas bien: llamar y recibir llamadas y tener una autonomía considerable para poder disfrutar de su uso y de los servicios añadidos.

Impresionante artículo. En toda la cara de Apple.

Anónimo
Anónimo
15 years ago

Seguro que el general Sun Tzu tambien tendria alguna cosa que decir sobre el tema.. ja.. ja.. !! Por lo demas.. Una exposicion de lo mas entretenida.. Ole por tí… Saludos.. desde Lleida..

Anónimo
Anónimo
15 years ago

En verdad da gusto encotranse con estos articulos donde vale la pena escribir un comentario, ¡Felicìtaciones!

UrianR
UrianR
15 years ago

Es un tema altamente importante, puedes tener la mejor estrategia de todas, el mejor producto y haberte trabajado una campaña de marketing increible que al final si te has olvidado de la gestión logística vas a perder completamente la guerra.

Si leeis el arte de la guerra de Sun Tzu por un lado y a Clausewitz por otro vereis la importancia de tener un buen sistema logístico aparte de una buena estrategia.

http://www.entremaqueros.com/bitacoras/urian/

Anónimo
Anónimo
15 years ago

Claro ejemplo es Nintendo con su GameBoy. Barrió a todas las consolas portátiles en su tiempo, todas con un hardware mucho más poderoso que la GameBoy. Su ventaja, 30 horas de autonomia frente a las 2-4 horas de la competencia.

Anónimo
Anónimo
14 years ago

Me extraña la aseveracion “el primerobombardeo sobre poblacion civil …” Se te olvida Guernika, entre otros muchos bombardeos sobre poblacion civil que se produjeron en la guerra civil española a cargo de la avion alemana.

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