Mientras disfruto de mis vacaciones por tierra, mar y aire (literalmente), no quería dejar este tiempo y oportunidad para que dediquemos un momento (aunque sea lo que tardas en leer esto) a tener en nuestro corazón a aquellas y aquellos que no tienen posibilidad de elegir.
Mi amiga Pilar lleva semanas conectada a tubos y máquinas. Eugenia está pasando por trances similares y tantos cientos (miles) de personas que la única noción del verano que están teniendo es que el aire acondicionado se queda corto… y el personal también.
Tu y yo podemos elegir, salir, quedarnos, montaña, mar, familia, amigos, cenar en casa o cenar fuera. Pero ellas no pueden. Algunos ni siquiera verán la llegada del otoño.
Así que, aunque nada pueda compensar la mierda de pasar el verano entre las mismas cuatro paredes asépticas, conformándose con turnos de visita, esforzándose en encontrar temas de conversación cuando no pasa nada, y manteniendo la esperanza porque sin ella la batalla está perdida, aunque nada puede compensar eso, al menos hoy, sábado, algunos miles de personas que reciben este boletín las van a tener en su cabeza.
Muchos rezarán por las personas que están en esa situación y por aquellas que pasan el verano cuidando y atendiendo. Otros lo sentirán mucho, y algunos, pobres de espíritu, pensarán que así es la vida.
Pero estoy seguro de que todos, el 100%, serán conscientes de la fantástica suerte que tienen de estar y seguir vivos. Y espero que eso le de un gusto especial a este día.
Sea como sea, la misión sigue vigente. Ser felices y ser buenas personas.
Notas. Imagen creada con DallE. Este texto ha sido el editorial del boletín semanal de Faq-Mac enviado hoy. El tema creo que merece la ”polinización cruzada”. Feliz verano.
Se que no está muy de moda pero hoy y mañana el Rosario del día va por ellas y por toda esa gente que sufre en silencio. Me gustaría poder hacer más que eso, me encantaría poder curar a todo el mundo, que no hubiera enfermedades ni sufrimientos pero, por desgracia, no tengo ese poder. Así que recurro a Quien creo sinceramente que puede hacer algo por ellas. No sé si curarlas, consolarlas…Ella sabrá. Yo me fío de Ella.