Japón está preparando una legislación antimonopolio para obligar a Apple a permitir la carga lateral de aplicaciones y métodos de pago alternativos para las compras dentro de la aplicación, informa Nikkei Asia.
Los planes de la Comisión de Comercio Justo de Japón se centran en combatir el dominio de Apple y Google en las tiendas de aplicaciones y los pagos, la búsqueda, los navegadores y los sistemas operativos. La regulación podría abarcar una amplia gama de cambios en las prácticas de Apple, como la obligación de permitir a los usuarios utilizar tiendas de aplicaciones alternativas.
El reglamento también busca imponer multas por violaciones de las reglas que ascienden a alrededor del seis por ciento de los ingresos obtenidos de las “actividades problemáticas”.
El trabajo de la Comisión de Comercio Justo sobre la legislación está en curso, con planes para finalizarla en la primavera. La legislación tendrá que ser aprobada por el parlamento en 2024 antes de entrar en vigor.
Hemos preguntado a la app de IA generativa Poe (¡gracias Pilar!) para que nos cuente más en profundidad qué es lo que está ocurriendo en Japón, y esto es lo que nos ha respondido:
Aquí hay un resumen del problema reciente entre Japón y las compañías tecnológicas Apple y Google:
- En 2021, Japón aprobó una ley que regula el poder de mercado de las grandes empresas tecnológicas.
- La ley obliga a estas empresas, como Apple y Google, a dejar que los usuarios eliminen de manera predeterminada las aplicaciones y servicios que vienen preinstalados en los dispositivos.
- Por ejemplo, los usuarios podrían eliminar apps de Apple como Maps o Safari sin tener que instalar alternativas de terceros.
- Actualmente estas apps vienen preinstaladas y no se pueden desinstalar fácilmente en muchos dispositivos.
- Apple y Google se oponen a esta medida, argumentando que podría poner en riesgo la seguridad y privacidad de los usuarios al permitir la instalación de aplicaciones no verificadas.
- Ambas empresas han pedido al gobierno japonés aclaraciones y cambios a la ley, pero por ahora se niegan a cumplir con la norma tal cual.
- El gobierno japonés busca reducir el poder de mercado de estas grandes tecnológicas y dar más opciones a los consumidores.
Es una disputa en torno al equilibrio entre la libre competencia y el modelo de negocio de estas plataformas. Algunos de los principales argumentos del gobierno japonés para implementar esta ley son:
- Promover la competencia: Al permitir desinstalar aplicaciones preinstaladas, se abre el mercado a más opciones de apps de terceros en áreas como navegadores, mapas, tiendas de apps, etc.
- Dar más poder de elección a los consumidores: Que los usuarios puedan decidir libremente qué apps mantener o eliminar en sus dispositivos, en lugar de estar limitados a las opciones predeterminadas.
- Reducir el poder de mercado de grandes empresas: Apple y Google dominan segmentos como tiendas de apps móviles. Esta ley busca reducir barreras para la competencia.
- Alinearse con regulaciones antimonopolio: Siguiendo principios de otras agencias regulatorias que buscan promover una economía digital más abierta y competitiva.
- Privacidad y seguridad: El gobierno japonés no cree que permitir desinstalar apps necessarily ponga en riesgo esos aspectos, siempre que se realice a través de canales formales.
- Beneficiar a los desarrolladores: Al aumentar las opciones, puede haber más espacio para el crecimiento de apps innovadoras de empresas más pequeñas.
El argumento central es fomentar un mercado digital más equitativo e impulsar la elección de los consumidores.
Algunas de las principales preocupaciones de los críticos de esta ley son:
- Seguridad y privacidad: Si los usuarios pueden eliminar aplicaciones preinstaladas de forma fácil, podrían instalar aplicaciones no verificadas que pongan en riesgo sus datos personales y su sistema operativo.
- Experiencia del usuario: Al eliminar apps clave, podría afectarse negativamente la usabilidad y rendimiento optimizado que brindan las plataformas integradas.
- Fragmentación: Cada fabricante podría optar por aplicaciones diferentes de forma predeterminada, lo que fragmentaría el ecosistema y dificultaría la experiencia multi-dispositivo.
- Innovación: Al debilitar los modelos de negocio de Apple y Google, se podría desacelerar el desarrollo tecnológico impulsado por sus grandes inversiones en I+D.
- Precedente legal: Abrir la posibilidad de desinstalar apps podría generar litigios por vulnerar derechos de propiedad intelectual y contratos con fabricantes.
- Interpretación ambigua: La ley deja espacio a distintas interpretaciones sobre qué apps son “esenciales” y cuáles puede eliminarse, generando incertidumbre legal.
En resumen, cuestionan el posible impacto en temas técnicos, de negocio e industria.
Faq-Mac: No hay que ser un halcón para ver que eso es lo que va a ocurrir en millones de niños, jóvenes, adultos y mayores, que no entienden que una tienda que parece la de Apple, que tiene apps como la de Apple y que dice que descargues una app como en la tienda de Apple, no sea de Apple y estén descargando algo que va a robar todos sus datos, va a ralentizar su dispositivo, o va a aprovechar los permisos que le den para hacer otras cosas en segundo plano de las que el usuario no tendrá idea.
Y todo va a ser culpa de Apple.
La Unión Europea, como Japón en este caso, está legislando mirando la puntera de sus zapatos, pensando en lo bueno que sería esto o aquello, sin levantar la vista y ver las dificultades del terreno en el que se están metiendo. O tal vez, en el más puro espíritu burocrático, estén pensando que cuando surjan esas dificultades ya volverán a legislar para corregirlas.
Pero nadie devolverá los datos, ni los euros robados o pagará por las angustias y los problemas causados por una ley bisoña, impregnada del buenísimo de “cómo queremos que sea el mundo” en vez de “cómo es el mundo en realidad”.
El tiempo lo dirá. Ojalá nos equivoquemos.