Apple se enfrenta a una investigación antimonopolio en Alemania por la Transparencia del Seguimiento de Aplicaciones

Pocas veces en Europa vemos una actuación tan descarada (normalmente disimulan un poco) de los grupos de presión intentando retorcer el brazo de la ley para que favorezca (siga favoreciendo) a sus propios intereses.

Atentos a los razonamientos esgrimidos porque no tienen desperdicio:

La Oficina Federal de Cárteles de Alemania, el Bundeskartellamt, ha iniciado procedimientos contra Apple para investigar si sus normas de seguimiento y su tecnología antiseguimiento son anticompetitivas y egoístas, según un comunicado de prensa.

El procedimiento anunciado revisará, según la ley de competencia, las reglas de seguimiento de Apple y específicamente el framework de Transparencia de Seguimiento de Aplicaciones (ATT) con el fin de determinar si favorecen a Apple o si son un impedimento para las aplicaciones de terceros. Andreas Mundt, presidente del Bundeskartellamt, dijo sobre el procedimiento:

“Damos la bienvenida a los modelos de negocio que utilizan los datos cuidadosamente y dan a los usuarios la opción de cómo se utilizan sus datos. Una corporación como Apple que está en condiciones de establecer unilateralmente reglas para su ecosistema, en particular para su tienda de aplicaciones, debería establecer reglas favorables a la competencia. Tenemos motivos para dudar de que este sea el caso cuando vemos que las normas de Apple se aplican a terceros, pero no a la propia Apple. Esto permitiría a Apple preferir sus propias ofertas o dejar fuera a otras empresas. Nuestro procedimiento se basa en gran medida en las nuevas competencias que recibimos como parte de las normas más estrictas de control de abusos con respecto a las grandes empresas digitales que se introdujeron el año pasado (Sección 19a de la Ley Alemana de Competencia – GWB). Sobre esta base, estamos llevando a cabo o ya hemos concluido procedimientos contra Google/Alphabet, Meta/Facebook y Amazon.

Introducido en abril de 2021 con el lanzamiento de iOS 14.5 y iPadOS 14.5, el Marco de Transparencia de Seguimiento de Aplicaciones de Apple requiere que todas las aplicaciones del iPhone y iPad soliciten el consentimiento del usuario antes de rastrear su actividad en otras aplicaciones.

Las aplicaciones que desean rastrear a un usuario en función del identificador de publicidad único de su dispositivo solo pueden hacerlo si el usuario lo permite cuando se le solicita.

Apple dijo que la función estaba diseñada para proteger a los usuarios y no para beneficiar a la empresa. Sin embargo, las conclusiones preliminares del Bundeskartellamt indican que, si bien los usuarios también pueden restringir el uso de sus datos de Apple para publicidad personalizada, Apple “no está sujeto a las reglas nuevas y adicionales del Marco de Transparencia de Seguimiento de Aplicaciones”.

¿Por qué Apple no está sujeto a estas normas? Porque sus apps no rastrean al usuario y así lo ha declarado Apple. Las apps propias de Apple presentan en la App Store la misma declaración sobre el uso que hacen de los datos que recolectan que el resto de las apps.

No es que Apple se haya liberado, sino que, por su propio diseño, Apple no ha entrado en el mercado de comercializar los datos de sus clientes, por lo que sus apps no tienen que pedir permiso al usuario para rastrearle, puesto que no lo hacen.

Las propias normas de Apple especifican que si una app no recolecta datos del usuario, no tiene que mostrar el cuadro solicitando permiso.

El procedimiento del regulador de la competencia alemán se produce después de un procedimiento anterior iniciado contra Apple en junio de 2021 que se estableció para investigar las reclamaciones de comportamiento anticompetitivo relacionadas con el App Store, sus productos y otros servicios.

“En este contexto”, dice el regulador, “las posibilidades de que la propia Apple combine datos entre los servicios y las opciones de los usuarios con respecto al procesamiento de sus datos por parte de Apple pueden ser relevantes, al igual que la pregunta de si estas reglas pueden conducir a una reducción de la elección de los usuarios de las aplicaciones financiadas a través de la publicidad”.

Como decimos, o el regulador alemán no ha hecho los deberes, entendiendo de qué va y cómo funciona la ATT de Apple, o está actuando cediendo a las presiones de los grupos editoriales alemanes, que siguen interesados en comprar y vender datos de los usuarios para poder mantener los perfiles de consumo.

Un informe de octubre de 2021 del Financial Times afirmó que ATT había resultado en un “aumento inesperado” del negocio publicitario de Apple desde su introducción. El informe afirmaba que la participación de Apple en el mercado de la publicidad de aplicaciones móviles se triplicó en los seis meses posteriores a la introducción de la función.

Apple ha cuestionado las sugerencias de que su marco ATT haya beneficiado injustamente a la empresa en detrimento de terceros. A principios de este año encargó un estudio sobre el impacto de ATT realizado por la División de Marketing de Columbia Business School. El estudio concluyó que era poco probable que Apple hubiera visto un beneficio financiero significativo desde el lanzamiento de la función de privacidad, y que las afirmaciones en sentido contrario eran especulativas y carecían de pruebas de apoyo.

Es innegable que los anunciantes, una vez cortado el grifo del rastreo se pueden haber vuelto hacia la fuente directa donde encontrar a sus clientes. Es decir, si el usuario con poder adquisitivo, que compra aplicaciones /y otros bienes y servicios) utiliza iPhone, iPad, Mac, etc. es normal que se contraten anuncios en esos medios para llegar a él.

Pero ese efecto secundario no puede hacer perder de vista el efecto primario: un negocio construido sobre el tráfico de datos personales, rastreo ilícito de navegación, cookies abusivas, etc. no es un negocio legítimo, aunque haya funcionado durante décadas con impunidad.

Que alguien, en este caso Apple, haya dado un paso al frente para cortar esa hemorragia de falta de privacidad y nos haya dado a los usuarios el poder de decidir si queremos o no que se conozcan nuestras actividades, es bueno para los ciudadanos que -presuntamente- deberían ser defendidos por las administraciones.

La ATT de Apple es buena para la sociedad, como ha sido reconocido universalmente por cada organismo de defensa de los consumidores y de la privacidad.

Que el organismo alemán de la competencia argumente que limitar el tráfico de datos personales puede perjudicar la competitividad o el libre mercado es un argumento torticero que muestra claramente a quienes están sirviendo realmente. Pista: no es a los alemanes.

Alf

Propietario de www.faq-mac.com.

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