Lo reconozco, es difícil que una persona que se ha criado viendo series de antihéroes huyendo y luchando contra el tiempo se entusiasme viendo otra historia similar.
Desde “El inmortal” pasando por “El Equipo A” hasta la insuperable “24”, esquivar muertes seguras para poder llegar a la siguiente situación de peligro ha llenado nuestra imaginación.
En La costa de los mosquitos (es posible que si la has visto te preguntes por qué se llama así la serie) la premisa es la misma. Por alguna oscura razón, la familia de Allie Fox vive oculta en la América profunda malviviendo porque si les encuentran les pasarán cosas malas.
Los hijos no saben ni entienden la razón de su marginalidad, y el padre va consiguiendo trabajos malpagados que apenas llegan para cubrir los gastos. La madre -presuntamente al corriente de todo- solo sufre en silencio la situación y apoya incondicionalmente a su marido -haga lo que haga, diga lo que diga.
Como puedes imaginar, finalmente son descubiertos y tienen que abandonar deprisa y corriendo su casa para iniciar una huida que no se sabe a dónde les llevará (literalmente, no saben a donde van a ir). Tienen que encontrar a alguien (otra organización secreta) que les de un destino.
A partir de ahí cuanto más intentan huir, más destrucción y caos desatan.
El problema con la serie es que mientras que la película original de Harrison Ford presentaba un genio inventor simpático, idealista, revolucionario, la propuesta actual presenta un inventor soberbio, egoísta, con complejo de superioridad, que a la media hora te tiene deseando que le peguen un tiro y la familia pueda seguir con sus vidas.
Poco o nada tiene que ver con la película original (la novela no la he leído), de momento, pero tengo pocas esperanzas de que evolucione favorablemente, porque ya la han renovado para una segunda temporada.
Esta serie aporta las señales de la época, con más violencia, mas sangre y menos ideología que su predecesora, de manera que -aunque sólo sea por el espectáculo- el espectador aguante el sinsentido.
Me gustaría poner -como es habitual- las secciones de “lo mejor” y “lo peor”, pero me lo voy a ahorrar. Lo mejor es que se acaba (bueno y salvaremos las actuaciones de la mujer y los hijos). Lo peor es… todo lo demás: personajes a medio cocinar, motivaciones a medio explicar, y un protagonista que despierta todo lo malo que tienes dentro. ¿Es esa la intención? lo dudo, pero como no revisen con lupa la segunda temporada, apostaría mi suscripción a que no hay tercera.
Tal vez hoy esté sanguinario… ¿tú que opinas?
