Hoy hemos reunido alrededor de nuestra mesa camilla a los ilustradores Guillermo, Mónico y al abogado Víctor Salgado para hablar de la preocupante situación que vivimos de censura social.
Da igual si eres de izquierdas o de derechas, ha conseguido calar en nuestra conciencia colectiva que, donde antes había respeto y límites, ahora hay acusaciones, señalamiento y peticiones de derribo.
Ya no se discute, se pelea, y nada consigue que movamos nuestras posiciones. La verdad sólo tiene una cara, y es siempre la nuestra.
Al menos esto es lo que nos están enseñando políticos, medios de comunicación y redes sociales.
Sea religión, sociedad, ideas, educación,… siempre hay un ideario que imponer a los demás.
Mucho de esto lo sabe Guillermo, que tiene el honor de haber sido el causante del primer secuestro de una revista en democracia, El Jueves, a instancias del gobierno, por una ilustración suya.
Esto ha desembocado en la censura previa, por lo que muchos medios se niegan a publicar materiales que puedan ser polémicos (o que les obliguen a posicionarse claramente en un sentido). Y de esto también sabe Guillermo, como nos cuenta en este episodio.
Monico (monicacomic.com y en Facebook y Twitter @theartofmonica), por su parte, pasó buena parte de su carrera dibujando cómics explícitos en El Víbora y el Jueves, de marcado corte porno-erótico gamberro, en una época en que dibujar personas desnudas con instintos a flor de piel, en cualquier postura y con cualquier fantasía, era síntoma de libertad.
Hoy vive con temor a que cualquier dia su trabajo sea llevado a la pira por los nuevos moralistas, además de no permitirse imaginar historias provocadoras, subversivas, antisistema, por miedo a que ser señalado y sufrir marginación laboral.
Lo que hoy está permitido mañana puede considerarse inadecuado, y se revisa la historia para ver quien infringió ayer las normas de hoy. Por favor, no confundir esto con el progreso, con el avance de las ideas.
Víctor (@abonauta), por su parte, pone el contrapunto legal. Dónde están los límites y qué nos protege, cómo podemos ampararnos y … valga el consejo de que ojalá nunca nos haga falta conocer esos datos, porque, aunque tengamos la ley de nuestra parte, el daño moral, social y -por supuesto- económico que puede suponer un juicio “social” que nos va a suponer no tiene recuperación, por mucho que la ley nos de la razón.
Como veis, un tema apasionante, en el que todos, de una forma u otra, estamos implicados y somos parte interesada.
Dejadnos mensajes y comentarios en la web o en redes sociales para que participéis en la conversación. Nos gusta saber qué pensáis.
La (espectacular) ilustración del episodio es cortesía de Mónico.