La informática ha automatizado tantos procesos en las empresas que hoy en día es impensable imaginar una empresa que no utilice ordenadores.
Si en estos tiempos alguien nos dice que no tiene un teléfono inteligente, que no usa WhatsApp, o que no puede leer un correo que le envíen, le miraríamos con nuestra mejor cara de mirar algún tipo de fenómeno extraño, algo analógico-anacrónico-atónito.
Igual ocurre con la informática en las empresas. Si alguien nos dice que su departamento financiero, el de marketing, almacén o compras no utiliza un ordenador y que, en vez de ello, lo apuntan todo en un cuaderno, nos quedaríamos con una mirada inexpresiva, sabiendo que es una empresa que no va a durar mucho.
Sin embargo, todo lo que ha evolucionado la tecnología para que sea sencillo comprar un ordenador, conectarlo a internet o empezar a utilizar un programa que se adapte a nuestras necesidades, también lo ha hecho toda una industria dedicada a infiltrarse en las empresas, robar los datos o extorsionar a los dueños para no hacer pública información obtenida de manera ilícita.
Por eso es tan importante tener proveedores de confianza que realicen el mantenimiento informático para empresas, a ser posible locales y cercanos a nuestro negocio, que entiendan lo que necesitamos y sean capaces de actuar con rapidez y eficacia.
Este servicio técnico informático para empresas tienen que cumplir una serie de requisitos para que puedan perdurar en el tiempo y convertirse en nuestros proveedores de confianza:
- Presupuestos detallados y exactos. Saber lo que vamos a pagar y cómo se llega a esa cifra. Desconfía de un proveedor que elude comprometerse a dar un precio o que intentar realizar la operación con el consabido “no te preocupes, ya me lo pagarás”. Un profesional sabe orientar a su cliente sobre lo que cuestan las piezas, sobre lo que cuesta su trabajo y cuántas horas le puede llevar la operación.
- Al hilo de lo anterior, otro de los hitos de un buen proveedor es el establecer plazos de tiempo reales y cumplidos. Nada genera mas desconfianza que pensar que van a tardar dos horas y que sean dos días, o que “iban a venir hoy” y de eso haga dos semanas.
- Experiencia y conocimientos demostrables. Vale que todos tenemos un cuñado que pasa muchas horas leyendo en internet, pero en este caso se trata de los beneficios de la empresa. Si el ordenador se estropea, la red no funciona o los correos electrónicos se pierden, lo que necesitamos son soluciones, no teorías sobre lo que puede o no estar pasando. Recurre a personas que sepas que saben de lo que hablan porque pasan todos los días peleando con esos problemas, y al cuñado déjale para las cenas de los viernes.
- Máxima flexibilidad. En la empresa, el tiempo es dinero. Cada minuto que el sistema no funciona, los departamentos no se comunican o no se puede imprimir un albarán, es dinero que se pierde, y operaciones que no entran en el día. Necesitas un proveedor que pueda atenderte rápidamente por teléfono para resolver una duda, conectarse en remoto a tus sistemas para solucionar un problema o diagnosticarlo de manera eficiente, o personarse en tu empresa para ponerse manos a la obra si todo lo demás no sirve. Si todo lo quieren hacer por teléfono dándote instrucciones, no te engañes, no es un buen proveedor.
Conclusión.
Todos los empresarios quieren un negocio que crece cada año. Quieren contratar más gente, tener más clientes, y por supuesto- ganar más dinero gracias a ello.
Para ello necesitan que los ordenadores, las redes, los teléfonos móviles, las impresoras, el correo electrónico, el programa de contabilidad,…. ¡todo! estén operativos lo más cercano al 100% del tiempo.
Para ello es necesario que los sistemas, ordenadores, dispositivos, se mantengan de manera continua, trabajando para prevenir los problemas y blindando la organización contra ataques externos.
Para ello sólo hay una máxima: trabaja con profesionales. Todo lo demás, saldrá caro.
