Este nuevo concepto supondrá un cambio tanto en el sector económico, en el que es más conocido debido al uso de criptomonedas, como Bitcoin o Ethereum, como en otros muchos sectores: sanitario, turismo, audiovisual, la industria de los videojuegos, el sector educativo, e incluso el sector espacial, entre otros.
Su popularidad se debe a las muchas ventajas que ofrece, entre ellas la ausencia de intermediarios o entidades, lo que permite que el proceso se desarrolle con una mayor velocidad, mayor transparencia, ya que las transacciones las realizan los propios usuarios, un entorno seguro y con ello más confiabilidad, un coste menor y la opción de realizar un seguimiento del proceso.
Desde el viaje a la luna, que tuvo lugar en 1969 con la nave del Apollo 11 y que permitió a Neil Armstrong convertirse en el primer hombre en poner el pié en la luna, la tecnología no ha parado de evolucionar y ofrecer nuevos avances en este campo.
Por ello no es de extrañar que se haya extendido su uso a otros sectores, como el espacial. Debido a la expansión en las posibilidades de uso de la cadena de bloques, Zee Zheng y Jeff Garzik decidieron crear en 2017 una plataforma espacial bajo el nombre de SpaceChain combinando la cadena de bloques y tecnologías espaciales.
Con esta nueva iniciativa se pretende crear una primera red satelital basada en una cadena de bloques con código abierto. Esta red permitirá desarrollar y utilizar aplicaciones de manera descentralizada desde cualquier parte del mundo, siendo su máxima la seguridad que ofrece la criptografía que utiliza la cadena de bloques.
No debemos olvidar que esta compañía envió recientemente un monedero digital basado en Bitcoin a la Estación Espacial Internacional, utilizando el cohete SpaceX Falcon 9, para que pudiera utilizarlo la empresa Nanorack.
SpaceChain está creando la primera red mundial de microsatélites de código abierto para permitir una infraestructura de nueva generación para la industria blockchain.
El sistema operativo de código abierto creado por SpaceChain -SpaceChain OS- convierte satélites de un sólo operador en satélites de múltiples operadores, permitiendo a los usuarios desarrollar diferentes tipos de aplicaciones basadas en el espacio en un mismo satélite.
El Sistema Operativo ofrece blockchain en una sandbox (entorno aislado) que permite a las aplicaciones descentralizadas desarrollado en esa plataforma funcionar de manera segura e independiente sin ninguna interferencia. Por lo tanto, desarrolladores de todo el mundo pueden usar la plataforma para desarrollos rápidos, probando e implementando aplicaciones descentralizadas (dApps), como intercambio de criptomonedas, conjuntos de sensores globales en tiempo real, almacenamiento de datos ultra-seguro, auténtica mensajería peer-to-peer cifrada, o aplicaciones que ni siquiera hemos imaginado aún.
Ante la nueva evolución tecnológica que estamos viviendo, muchas empresas, entre las que se encuentran Blockstream, Nexus o SpaceX, la empresa de transporte aeroespacial fundada por Elon Musk, han decidido ponerse manos a la obra y trabajar en este campo, dado su potencial.
A la vista de los avances que se producen cada día, no es de extrañar que en unos años las compañías pongan el punto de mira en llegar a otros planetas, como por ejemplo Marte. Pero, ¿qué compañía será la primera que realice esta hazaña?
Ya se puede apostar sobre qué empresa conseguirá ser la primera en poner el pié en Marte, aunque ya hay algunos startups, como Space Decentral, una plataforma de financiación colectiva o crowdfunding, que piensa usar este método para realizar exploraciones tanto en Marte como en la Luna.
Aún es muy pronto para decirlo, pero estamos seguros de que esto solo es el comienzo de una gran revolución tecnológica en todos los sectores.
