En 2012 Andrew Kim fue contratado para trabajar en el diseño del nuevo Windows en Microsoft, donde permaneció hasta 2015, año en que se marchó a Tesla. A primeros de Diciembre de 2018 ha comenzado a trabajar en Apple, uniéndose a los numerosos ex-Tesla que han hecho el trasvase de una empresa a otra.
No se pueden subestimar la importancia que haya tenido en los ejecutivos la incapacidad de cumplir con previsiones y plazos que Tesla ha mostrado, el comportamiento errático y problemático de su fundador, Elon Musk, tampoco ha ayudado.
Pero lo cierto es que, cuando el CEO de Apple, Tim Cook, dice que la conducción autónoma es la “madre de todos los proyectos de realidad aumentada” y que es un ámbito en el que Apple está invirtiendo mucho dinero, tiempo y energía, la propuesta de valor ante los trabajadores de Tesla tiene que resultar muy atractiva. Especialmente cuando se paren a pensar la seriedad con que Apple se plantea la producción y el cumplimiento de plazos.
También es digno de señalar que Apple ha pasado de contratar personal para el sistema de conducción (personal procedente de Tesla Autopilot, control de calidad, diseño mecánico, ingenieros de firmware, etc.) a empezar a contar con expertos en el vehículo en si, de manera que el producto final empiece a tomar forma.
Se habla de que el “AppleCar” estaría listo para su anuncio en 2021, aunque -como con el iPhone- es probable que se anuncie tiempo antes de que se pueda comprar para poder completar las solicitudes de patentes, etc. que desvelarían detalles cruciales.